El adorable Jesse de "Liberen a Willy" ya es todo un hombre: así es su vida hoy
¿Recuerdas la icónica película ‘Free Willy’ ('¿Liberen a Willy’, en español)? Protagonizada por Jason James Ritcher, dirigida por Simon Wincer y distribuida por Warner Bros, tocó millones de corazones a comienzo de la década de los noventa.
La cinta trata de un niño de 12 años (Jesse) que se apega a una orca cautiva (Willy) luego de verla por primera vez en un acuario. Después de una serie de eventos, Jesse y Willy se vuelven amigos, y el animal incluso llega a salvarle la vida.
Luego de que Jesse se da cuenta de que la vida de la orca está en peligro, decide orquestar un plan para liberarla y que regrese a su familia en el mar.
Esta emotiva película tuvo un presupuesto de 20 millones de dólares, pero obtuvo una ganancia global de más de 153 millones. Recibió un BMI Film Music Award, un Environmental Media Awards, un Golden Screen, un Genesis Awards, un MTV Movie + TV Awards y un Young Artist Awards.
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JASON JAMES RITCHER
Jason James Ritcher, quien también estuvo en las dos secuelas, era solo un adolescente cuando apareció en la pantalla.
Actualmente tiene 41 años y sigue activo en la industria del cine y la televisión. De hecho, en su perfil de Instagram se describe como “actor y productor”. Desafortunadamente, no toda su vida ha sido próspera y tranquila.
En 2018, Ritcher recibió 36 meses de libertad condicional por un cargo de vandalismo, y fue sentenciado a cuatro días en una cárcel del condado de Los Ángeles.
Antes de alcanzar la fama, fue descubierto por una agencia de casting japonesa en Hawái. A ese lugar se había mudado junto a sus padres desde Oregón cuando solo tenía 3 años de edad.
Finalmente, Ritcher se trasladó a Los Ángeles en 1989 para lanzarse a la industria del cine y la televisión.
Entre un grupo de más de 4.000 actores jóvenes, fue James quien consiguió el papel de Jesse para ‘Liberen a Willy’.
Después de participar en algunas producciones, se alejó de la actuación cuando solo tenía 18 años. Se centró en la música y pasaron casi 10 años antes de volver a las pantallas.