Papá abandona a su propia hija y adopta a los tres hijos de su nueva esposa - Historia del día
Un padre decidió abandonar a su propia hija y adoptar a los tres hijos de su nueva esposa. El hombre terminó lamentando sus acciones.
La mamá de Ruth falleció cuando ella era una adolescente. Un día después del funeral, vio a su padre, Juan, coqueteando con la mejor amiga de su progenitora, Bárbara, y eso destrozó su mundo.
Al principio, el par trataba de moverse en secreto, pero ambos dejaron de fingir después de que la joven los sorprendió intimando entre ellos. Finalmente, el hombre echó a Ruth de su vivienda porque ella lo había hecho sentir culpable por sus acciones.
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Uno o dos meses después, su padre Juan vendió la casa para financiar su lujosa boda en Las Vegas por solicitud de su nueva esposa. Mientras tanto, durante esos dos meses, Ruth estuvo mudándose de un refugio a otro.
Juan quería complacer a su nueva mujer. La ceremonia de la boda estaba programada para llevarse a cabo en un centro de eventos de alto perfil. Invitó a más de 200 persona, pero no a su hija.
Sin embargo, la chica caminó más de 40 Km para llegar al lugar y saludar a su padre. Había decidido pasar por alto sus acciones porque comprendió que él podía tomar sus propias decisiones y defenderlas.
Cuando llegó a la boda, no se le permitió entrar porque el personal de seguridad temía que causaría una conmoción. “Espera aquí mientras traigo a tu padre”, le dijo un agente.
Juan entonces salió y sus palabras destrozaron a la joven. “¡¿Qué estás haciendo aquí?!”, le gritó. “Vine a felicitarte”, dijo Ruth, luciendo pobre por lo que había pasado en los últimos dos meses, y visiblemente conmocionada por el comportamiento hostil de su padre.
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“Si quisiera tus felicitaciones, ¿no crees que tu nombre estaría en la lista de invitados?”, preguntó enojado. “Has venido a estropearme esto, ¿verdad?”.
“¡Papá! No, solo vine a ver si estás feliz”, le dijo la joven mientras las lágrimas amenazaban con rodar por sus mejillas.
No podía creer que su padre estuviera actuando de esa manera. Era como si se hubiera convertido en una persona completamente diferente que no la recordaba. “¡Papá, soy yo, Ruth!”, gritó. “¡¿Por qué estás actuando como si no fuera tu hija?!”.
No vaciló cuando dijo: “Eso es porque no eres mi hija. Ahora tengo tres hijos, ¿me escuchaste? ¿Qué necesidad tengo de una hija inútil?”, le contestó.
“¡Tu madre fue maldecida por traer solo un hijo al mundo y resultó ser una niña! ¡No quiero tener nada que ver contigo!”.
Ruth no podía creerlo, aunque estaba viendo a su padre decirles a los guardias que la sacaran de las instalaciones y se aseguraran de que no regresara. Ella se fue con un gran dolor en el corazón.
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No tenía adónde ir y siguió caminando hasta que colapsó. Algunos transeúntes la ayudaron y la llevaron a un orfanato donde permaneció durante el resto de su adolescencia.
Fue adoptada por personas mayores que le pagaron la matrícula de la universidad y la apoyaron en su camino a la adultez. Luego Ruth descubrió que su padre había adoptado a los tres hijos de Bárbara y les había comprado un coche elegante a cada uno.
A su padre le fue muy bien durante años hasta que se le acabó el dinero. Había gastado demasiado en muy poco tiempo. Como resultado, su nueva esposa hizo las maletas y se mudó de su casa para buscar a otro hombre que pudiera permitirse el lujo de mantenerla feliz.
Sus chicos se fueron con ella. En ese momento, Ruth se había recuperado y trabajaba diligentemente en un restaurante como gerente para mejorar su vida y la de su familia.
Un día, un pobre entró al restaurante y pidió comida. No tenía dinero para pagar, por lo que la mayoría de la gente lo ignoraba. Pero a la chica le parecía un poco familiar, así que lo llevó a un lado y le ofreció las sobras que solían dar a los mendigos.
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Quería agradecerle por el amable gesto, así que la miró a los ojos y ella inmediatamente se dio cuenta de por qué le parecía familiar: era su padre.
Las emociones que sentía iban desde el odio hasta la lástima, siendo el odio el más dominante. Pero como ella todavía se preocupaba por su padre en el fondo, decidió perdonarlo por todo lo que había hecho en el pasado.
Ruth atribuyó todo su éxito a sus acciones anteriores porque la ayudaron a convertirse en una mujer fuerte e independiente. Por eso, cuando él se paró ante ella, ¿qué más podía hacer sino perdonarlo?
La joven lo invitó a su casa para que conociera a su nieto y a su esposo. Era algo que siempre había querido experimentar porque había hecho las paces con él en su corazón años atrás. También decidió convertirse en una madre aún mejor para sus propios hijos.
¿Qué podemos aprender de esta historia?
- El perdón es importante. Ruth pudo vivir en paz y progresar porque encontró la energía para perdonar a su padre a pesar de que él le había causado mucho dolor. No habría disfrutado de tal lujo si no hubiera podido dejar ir su odio hacia él.
- La satisfacción es clave. Juan estaba insatisfecho con el hecho de que su esposa solo pudo tener una niña. Por este motivo trataba a Ruth como basura. Cuando encontró a una mujer hermosa con tres hijos varones, sintió que sus oraciones habían sido respondidas. Por eso echó a su única hija para acomodar a su nueva familia. Llegó a lamentar sus acciones y, afortunadamente para él, su hija lo estaba esperando.
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Este relato está inspirado en la historia de un lector y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.