Joni Mitchell conoció a su única hija 32 años después de darla en adopción cuando estaba en quiebra y soltera
Antes de convertirse en una estrella, Joni Mitchell era apenas Roberta Joan Anderson, una estudiante pobre que tuvo que tomar una difícil decisión. Esta es la verdad detrás de su fama.
Joni Mitchell es una leyenda viviente. La talentosa artista es responsable de haber escrito canciones que ayudaron a definir a una generación. Una mujer sencilla que se describe como una "pintora solitaria" y que dice disfrutar vivir sola.
La vida de Mitchell es una de grandes triunfos, la de una mujer que no se detuvo hasta obtener lo que quería. Una guerrera en tiempos de necesidad. Y todo fue así desde su niñez.
GUERRERA DESDE LOS 9
Fue la única hija de Bill, un comerciante, y Myrtle Anderson, ama de casa. Era una niña muy inteligente, y recuerda que vivían en la escasez.
De hecho, uno de sus primeros recuerdos familiares es cómo solo podían comprarle una caja de 8 crayones cuando ella ansiaba una de 24 que incluyera el magenta, el turquesa, el plateado y el dorado.
Las dificultades de su infancia la prepararon para una vida que tampoco sería siempre tan fácil. Se enfermó mucho de niña, pero sus padres no la consentían por eso.
"Tuve que convertirme en una guerrera. Tuve que resignar mis esperanzas y encontrar un sustituto de ellas que fuera más estable", contó.
Esa estabilidad la encontró en la música. Estudió piano brevemente cuando niña, pero a los 14 se pasó al ukelele, y luego a la guitarra. Hizo su debut en 1962.
Sabía lo que quería, pero esto implicaba reñir con su madre, que la quería controlar porque su propia vida no había salido como ella quería.
DIFÍCIL DECISIÓN
Joni quedó embarazada en 1964 tras enamorarse de otro joven canadiense, Brad McGrath. Él habría de desaparecer rumbo a California tan pronto como supo del bebé en camino. Con temor de lo que diría su familia, Toni se mudó a Toronto.
En 1965 estaba sin un centavo, soltera y con una niña, en un tiempo en el que las madres solteras eran estigmatizadas. Tuvo a su hija en un hospital en el que, reveló, les colocaban una faja en los senos a las madres solteras para que no dieran leche.
Sin embargo, Joni sabía que no podía criar a su bebé. Complicaciones del parto la postraron en el hospital diez días más. Esto le dio tiempo para tener a su niña, Kelly Dale Anderson, en brazos.
"Seguía buscando alguna clase de circunstancia en la que pudiera quedármela que no fuera en perjuicio de ella y mío", confesó.
Con ese fin accedió a un matrimonio por conveniencia con el cantante folk estadounidense Chuck Mitchell. Fue una decisión basada enteramente en el deseo de darle a su niña un hogar.
La relación, construida sobre una base endeble, no duró. Las agencias de adopción la presionaban recordándole que mientras más tiempo pasaba, más difícil sería encontrar un hogar apropiado para su hija.
En su segundo mes de matrimonio, accedió a dar a su hija en adopción. Ella ya había creado un vínculo con la niña, y su acción la atormentó mucho tiempo. Se preocupaba por la salud de Kelly en los años siguientes, y se preguntaba si sería una niña fuerte.
Su matrimonio con Chuck se terminó dos años después de haberse efectuado. Joni sentía que él eclipsaba su creatividad, y solía irse a tomar cafés y escribir canciones fuera de casa.
Para el momento del divorcio vivían en Nueva York, y ella permaneció allí tras disolver el vínculo. Su tormentoso pasado le inspiró algunas de las canciones que la hicieron famosa, entre ellas "Both sides now", "Chelsea Morning" y "The Circle Game".
Sus canciones fueron grabadas por artistas como Buffy Sainte-Marie y Judy Collins. Sin embargo, fue David Crosby quien produjo su primer álbum, 'Song to a Seagull', bajo un contrato con Reprise Records.
Su carrera tuvo un ascenso meteórico después de eso. En 1971, lanzó su disco 'Blue', que fue el primero en vender más de un millón de copias.
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Era un disco sensible y brutalmente honesto. Ella se inspiró en su propia vida para retratar momentos vividos, entre ellos la decisión de dar en adopción a su propia hija.
Una de las canciones del álbum, "Little Green", parece tratar sobre el dolor que persiguió por años a Joni por haberse visto forzada a dar a su niña en adopción. 'Blue' fue un disco tan crudo que recibió críticas por su honestidad emocional.
EL REENCUENTRO
Joni luego buscó a su hija pero tuvo poca suerte. La búsqueda tomó otra dimensión cuando se hizo público que ella había dado una hija en adopción.
Hubo impostoras, pero ninguna convincente. Finalmente, fue la hija quien encontró a la madre. Kilauren Gibb había estado buscando a su mamá biológica. Ella también tenía una hija ahora, y quería encontrar a sus padres de nacimiento.
El manager de Toni la envió tras un llamado telefónico a Los Ángeles. Acudió allí con Marlin, su hijo de cuatro años, y Joni se encontró en el rol de abuela, con permiso de Kilauren.
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Madre e hija pasaron mucho tiempo juntas y descubrieron que tenían tanto cosas en común como diferencias. Para Joni, significó dar cierre al horror del comienzo.
Hoy por hoy, Joni sigue llevando una vida solitaria. Es una existencia tranquila, una muy merecida tras lo mucho que le ha tocado vivir.