logo
Shutterstock
Shutterstock

Madre entrega a su hijo a la policía y les ruega que se lo lleven - Historia del día

Una mujer desesperada había entrado en una comisaría con su hijo adolescente y había dicho que quería entregarlo. Los agentes no sabían qué hacer porque nunca habían estado en una situación tan extraña.

Publicidad

Los oficiales de policía que estaban de guardia esa noche se sorprendieron cuando una mujer de aspecto enojado, de unos 30 años, entró arrastrando a un adolescente del brazo.

“Suéltame”, se quejó el chico de unos 14 años, pero ella lo arrastró hasta el escritorio del sargento. “Oficial”, dijo con voz temblorosa. “Tiene que ayudarme. Se lo ruego, por favor, tiene que quedárselo”.

El sargento estaba boquiabierto. Después de veinte años de carrera, creía que había escuchado todo, pero esto era algo nuevo. “Señora”, dijo, “no entiendo”.

El oficial se sentó tenso y esperó a que ella continuara hablando. Para él estaba claro que algo había sucedido, pero ¿qué?. “Mi hijo”, dijo la mujer con lágrimas en los ojos, “ya no puedo tenerlo en mi casa. Por favor, tiene que llevárselo”.

Jovencito mirando hacia arriba usando una chaquera con capucha. | Foto: Unsplash

Jovencito mirando hacia arriba usando una chaquera con capucha. | Foto: Unsplash

Publicidad

“Señora”, protestó el sargento, “solo podemos ‘llevarnos’ a personas que hayan cometido delitos”. “Lo hará”, gritó desesperada la mujer. “¿No puede verlo?”. El chico, que había estado escuchando a su madre con una mueca de desprecio en su rostro, se rio.

“Eres un perdedor”, dijo. “¡No pueden hacerme NADA! Soy menor de edad”. “Ha estado robando”, dijo la madre. “Lo sé, y esta tarde... ¡Sacó un cuchillo!”. “¿Un cuchillo?”, preguntó el sargento. “¿Qué tipo de cuchillo?”.

“Un cuchillo grande, el K-Bar de mi esposo”, explicó la madre. “Le dije que limpiara su habitación y sacó el cuchillo”. “¡No hice nada!”, el chico se burló. “¡No la amenacé, solo le mostré lo que tenía en el bolsillo de mi chaqueta!”.

El sargento asintió. “Eso es diferente, señora”, dijo secamente. “Eso es portar un arma oculta, y ESO ES un crimen”. Al poco tiempo, la desesperada madre, María García, estaba sentada con un oficial de policía, contando su historia.

“Mi esposo falleció hace un año. Era un infante de marina”, explicó. “Y ahí fue cuando Samuel empezó a comportarse así. Comenzó a quedarse fuera hasta tarde, y salía con algunos chicos mayores.

“Luego comenzó a faltar a la escuela. Encontré algunas cosas caras en su habitación, cosas que nunca podríamos pagar y dijo que un amigo se las había dado”. María estaba llorando. “¡No sabía qué hacer!”.

Publicidad

“Probé aplicándole un toque de queda, pero él simplemente lo ignoró. Esta mañana sacó ese cuchillo. Mi hija Rita solo tiene ocho años y estaba asustada”.

Un cuchillo sobre una superficie oscura. | Foto: Unsplash

Un cuchillo sobre una superficie oscura. | Foto: Unsplash

“Era un chico muy dulce, ¡pero ahora no sé qué hacer! Ahora tengo que trabajar en dos empleos, y sé que probablemente me necesite más, sé que está sufriendo, pero no puedo resolverlo”. El oficial de policía escuchó lo que María tenía que decir.

“Tengo una idea”, dijo. Luego se levantó e hizo una llamada telefónica. Dos horas más tarde, Samuel, de aspecto altanero, estaba sentado frente al oficial y un hombre que se había identificado como trabajador social.

“Ahora jovencito”, dijo el oficial con calma. “Hemos estado hablando con tu madre y tenemos una propuesta para ti”. “¿Ah sí?”, preguntó Samuel, recostándose y cruzando los brazos. “¿Y qué será?”.

Publicidad

“Bueno”, dijo el oficial con suavidad. “Podemos acusarte de portar un arma oculta y mandarte a la cárcel, o puedes cumplir con seis meses de servicio comunitario”. “¿Qué?”, espetó Samuel. “¡Estás loco!”.

“Lo que tenía en mente”, interrumpió el trabajador social, “es que trabajaras en un refugio para niños todos los días después de la escuela, ayudarías a los pequeños con la tarea, con sus quehaceres, lo que necesiten”.

Adolescente con  esposas en sus muñecas. | Foto: Pexels

Adolescente con esposas en sus muñecas. | Foto: Pexels

“¡De ninguna manera!”, dijo el adolescente. “¡A esa hora salgo con mis amigos!”. “Eso ya no pasará”, dijo el oficial de policía. “Ahora compartirás con los chiquillos y luego te irás a casa con tu madre y tu hermana, y las tratarás bien”.

“¡No me pueden OBLIGAR!”, gritó Samuel, en tono ya no tan mezquino y astuto. “¡No podrían hacerme eso si mi papá estuviera vivo!”. “Sé que estás sufriendo”, dijo el trabajador social con gentileza. “Pero quizás ayudar a otros también te ayude a ti”.

Publicidad

Al día siguiente, Samuel estaba en el refugio. ¡Los niños eran muy pequeños! La mayoría tenían ocho o nueve, y el menor solo seis. El niño más pequeño, Benito, no hablaba.

Casi siempre se sentaba en las esquinas y miraba a todos a su alrededor con ojos asustados. ¿A él qué le pasa?”, preguntó el joven a una de las trabajadoras del refugio.

La mujer negó con la cabeza con tristeza. “El padre de Benito murió y ha aprendido que el mundo es cruel. Tiene miedo de todo. Lo hemos intentado, pero no hemos podido comunicarnos con él. Todavía no”.

Dos niños jugando en un jardín. | Foto: Unsplash

Dos niños jugando en un jardín. | Foto: Unsplash

Publicidad

Samuel empezó a observar al pequeño. Una tarde le llevó un camioncito de bomberos. “Oye”, dijo casualmente, “pensé que esto te podría gustar”. El niño tomó el juguete y miró al joven con sospecha.

“Está bien”, dijo el adolescente. “Puedes quedártelo. Mi papá me lo dio. ¿Yo solía tenerle mucho miedo a la oscuridad? Mi papá dijo que el camión era mágico y supongo que lo era, porque ahora no tengo miedo”.

El niño giró el brillante camión de bomberos con sus pequeños dedos y luego miró a Samuel de nuevo, pero no dijo una palabra.

Todas las tardes, el joven hablaba con Benito y le contaba historias sobre su infancia, sobre cómo iba a pescar con su padre y las cosas que hacían juntos.

El pequeño nunca decía nada, pero escuchaba. Un día habló. “¿Dónde está tu papá?”, le preguntó a Samuel en voz baja. Al joven se le hizo un nudo en la garganta.

Niño afligido mirando el mar. | Foto: Unsplash

Niño afligido mirando el mar. | Foto: Unsplash

Publicidad

“Mi padre era un soldado, un infante de marina. Se fue al cielo”. “Mi papá también”, dijo Benito. “Él no me quería. ¿Tu papá tampoco te quería?”.

El adolescente abrazó al niño. “Sí me quería. Nos quería a mí, a mi mamá y a mi hermana. Nos amaba. Pero a veces un papá tiene que irse, aunque no quiera y nosotros lo necesitemos”.

“Nunca volverá”, susurró Benito. “Les oí decir que nunca lo haría”. “Escucha”, dijo Samuel con la voz temblorosa, “nuestros papás no pueden volver, pero pueden vernos”. “¿De verdad?”, preguntó el pequeño. “¿En serio pueden?”.

“Sí, de verdad”, dijo el joven con firmeza. “Incluso si no podemos verlos, nos cuidan. Mi mamá me lo dijo”. “Tienes suerte”, dijo el niño. “Todavía tienes una mami...”.

Esa noche el adolescente se fue a casa y abrazó a su madre. No podía creer lo mal que se había estado comportando. La difícil situación de Benito le había hecho darse cuenta de la suerte que tenía.

Joven jugando con un niño. | Foto: Pexels

Joven jugando con un niño. | Foto: Pexels

Publicidad

Habló con el gerente del refugio, luego con su mamá, y llevó al pequeño a casa para el almuerzo del domingo.

Una vez que terminó su período de “servicio comunitario” en el refugio, Samuel encontró un trabajo por la tarde en una tienda local para poder ayudar a su progenitora, y cada dos días visitaba a su nuevo amiguito.

¿Qué podemos aprender de esta historia?

A veces, el dolor y la ira pueden afectar nuestro comportamiento y llevarnos a herir a quienes nos rodean. Samuel estaba tan enojado por perder a su padre que comenzó a descargar su dolor con su madre.

Mira más allá y ayuda a quienes lo necesitan. Samuel aprendió que podía usar los buenos recuerdos de su padre para lograr un vínculo con Benito y ayudar a alguien que estaba sufriendo tanto como él.

Comparte esta historia con tus amigos. Podría alegrarles el día e inspirarlos.

Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.

Publicidad
info
¡Por favor, ingresa tu correo electrónico para que podamos compartir contigo nuestras mejores historias!
Al suscribirse, usted acepta nuestra Política de Privacidad
Publicidad
info

AmoMama.es no promueve ni apoya violencia, autolesiones o conducta abusiva de ningún tipo. Creamos consciencia sobre estos problemas para ayudar a víctimas potenciales a buscar consejo profesional y prevenir que alguien más salga herido. AmoMama.es habla en contra de lo anteriormente mencionado y AmoMama.es promueve una sana discusión de las instancias de violencia, abuso, explotación sexual y crueldad animal que beneficie a las víctimas. También alentamos a todos a reportar cualquier incidente criminal del que sean testigos en la brevedad de lo posible.

Publicaciones similares

El regalo de mi madrastra en mi 15º cumpleaños destrozó mi vida en mil pedazos

20 de febrero de 2024

¿Me equivoco al sacrificar el fondo universitario de mi hija menor por su hermana mayor?

13 de febrero de 2024

Mi padre bibliotecario cambió radicalmente nuestras vidas tras su muerte

28 de febrero de 2024

Mujer adopta a niña que no habla inglés y se sorprende al descubrir la verdad cuando aprende a comunicarse - Historia del día

06 de febrero de 2024

Envié a mi hija a veranear con mi madre, al llegar allí me enteré de que mi madre había muerto y mi hija había desaparecido - Historia del día

17 de enero de 2024

Chico da regalo a un amigo por su cumpleaños, al día siguiente la madre del cumpleañero se lo devuelve gritando

15 de diciembre de 2023

Hice que mi marido eligiera entre su hijo adolescente y yo

16 de noviembre de 2023

Niño maleducado se burla de niña de centro de acogida, se encuentra en cama junto a la suya una semana después - Historias de Karma

19 de noviembre de 2023

La sorpresa que le di a mi madrastra en mi cumpleaños 18 puso su mundo patas arriba

06 de marzo de 2024

Encontré fotos extrañas de mi papá en el cajón de la mesilla de noche de mi compañera de piso - Historia del día

29 de febrero de 2024

Esposa nueva obliga a hombre a deshacerse de hijo de matrimonio anterior, pronto ella tiene que empacar sus cosas - Historia del día

26 de noviembre de 2023

Nadie se preocupa por una chica solitaria en la Feria de Navidad hasta que el conserje se entera de que lleva días sin comer - Historia del día

11 de noviembre de 2023

Chica rica mimada se burla de mendigo y él le da una lección - Historia del día

22 de enero de 2024

Chica rica se ríe de los sin techo hasta que descubre su propio destino - Historia del día

23 de enero de 2024