Porrista que no ve a su padre militar desde hace 7 meses no sospecha que lo tiene detrás

Un oficial de la Marina decidió sorprender a su hija por su desempeño como porrista en un gran juego de secundaria en 2012. Recibió la ayuda de sus entrenadores, y mantuvieron el plan en secreto.

Es bien sabido que los padres suelen tenerle más cariño a sus hijas, y que harían cualquier cosa por verlas sonreír. Para las chicas, tener a papá cerca es algo invaluable, especialmente a la hora de enfrentar retos.

Kendall Williams, de 14 años, sentía esa necesidad antes del gran juego de fútbol de su secundaria. Lo único que quería era que su papá estuviera ahí, apoyándola.

Pero el padre de Kendall, Dale Williams, tenía una gran responsabilidad sobre sus hombros. Para la fecha, era un contramaestre de 2° clase en la base estadounidense de Guantánamo.

Kendall, estudiante de la secundaria Erwin, en Asheville, Carolina del Norte, había intentado contactar a su padre previamente. Quería decirle lo mucho que deseaba que la viera hacer porras en el gran juego.

A pesar de escribirle varios mensajes de texto, la joven no había recibido una respuesta clara. El día del evento, estaba ansiosa y un poco triste.

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Lo que la jovencita no sabía era que su papá había planeado una tremenda sorpresa para ella. El día del juego, el oficial Dale tomó a su hija por sorpresa.

El hombre, vestido de uniforme militar, estaba de pie en pleno campo, escondido detrás del equipo de bastoneras. "Perdí el control. Sabía que eso pasaría", dijo Dale posteriormente.

Kendall no tenía idea de que su papá estaba ahí, viéndola desde una distancia segura. Incluso llegó a ver en esa dirección varias veces, pero no pudo divisarlo a ciencia cierta.

Poco después de su presentación, el anunciador dijo el nombre del oficial naval antes de comenzar el himno nacional. Al principio, Kendall pensó que era un tributo a su papá, que se había graduado de la misma escuela.

Pero cuando se dio la vuelta, pudo ver a su padre parado detrás de ella. "Lo vi detrás de mí... quedé como, ¡guau!", dijo la chica.

La porrista dijo que no podía creer lo que estaba viendo, pues no esperaba que su padre estuviera presente. El oficial Dale dijo que simplemente perdió el control cuando llamó a su hija por su nombre y vio su reacción.

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El oficial naval aparentemente solicitó a su comandante un permiso de 24 horas. Tuvo que esperar más de dos meses para recibir la confirmación de sus superiores.

"Vale la pena. Esa chica es la niña consentida de papá. Tiene 14 años y es mi mundo entero", dijo Dale.

El hombre recibió el apoyo del personal de la escuela para preparar esta sorpresa, incluyendo al entrenador de porristas y al director atlético de la institución. ¡Y parece ser que el gesto fue todo un éxito!