Bebé prematura es tan pequeña que los médicos tienen que envolverla en plástico de burbujas
Una bebé que nació más de tres meses prematuro fue obligada a pasar sus primeros días en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales de un hospital local, cubierta en envoltorios especiales.
Channae Kirkwood, una madre escocesa, entró en labor de parto en julio de 2021. En el momento, la mujer ni siquiera se dio cuenta, pues apenas tenía 28 semanas de embarazo.
Tras una serie de dolores cada vez más insoportables, la joven de 23 años fue llevada de emergencia al hospital. Allí, los doctores le informaron que estaba a punto de dar a luz.
Kirkwood se preparó mentalmente para lo peor. Sin embargo, logró traer al mundo a Lacey Murray, nacida 13 semanas antes de tiempo. Sus padres se regocijaron al ver que la diminuta niña había nacido relativamente sana.
La joven mamá se enteró de que estaba embarazada luego de visitar al Hospital Crosshouse por casualidad. Había tenido muchas molestias estomacales.
Durante la visita, se sometió a una prueba de orina mientras esperaba a ser atendida. Poco después, una enfermera se acercó para ofrecerle analgésicos, y le preguntó si no tenía problemas con consumirlos estando embarazada.
La inesperada noticia dejó a la mujer atónita. Lo mismo sentía su pareja, Jamie Murray. Sin embargo, Kirkwood y Murray superaron su impresión inicial y pasaron meses preparando todo para el nuevo miembro de la familia.
A las 24 semanas, la mujer oriunda de Kilmarnock sufrió un fuerte sangrado, y terminó de nuevo en el hospital local. La clínica la transfirió a un hospital de Glasgow, donde pasó una semana hospitalizada.
Kirkwood pasaría las próximas semanas entrando y saliendo de hospitales, luchando por mantener viva a su bebita. Incluso tuvo que abandonar su trabajo como cuidadora.
Fue una fuerte temporada. Finalmente, el 9 de julio, su condición empeoró. No paraba de vomitar, y no podía retener alimentos ni líquidos, por lo que optó por volver al hospital.
Allí, los doctores descubrieron que ya había roto fuente. Pasó cinco días siendo monitoreada en la Unidad de Maternidad, abrumada por el temor de perder a su bebé.
Era una idea intolerable para la joven madre. Siendo adolescente, ya había experimentado un aborto espontáneo, cuando tenía apenas 19 semanas.
"Con Lacey, estaba un poco más avanzada, así que creo que eso la ayudó mucho. Yo solo estaba esperando y rezando porque no pasara lo mismo otra vez. Estaba aterrada", explicó.
Por suerte, las plegarias de Kirkwood recibieron respuesta. Su bebita nació el 14 de julio. Era tan diminuta que sus padres no pudieron sostenerla durante sus primeros tres días de vida.
Era tan pequeña que no había ropas de bebé en su talla. Kirkwood tuvo que vestirla con ropas de muñeca, e incluso esas prendas eran demasiado grandes.
A fin de cuentas, los médicos tuvieron que envolver a la prematura bebita con plástico de burbujas para mantener su calor corporal en las incubadoras de la UCIN.
Los doctores recomendaron a los padres prepararse mentalmente para lo peor, La pequeña Lacey tenía muy pocas probabilidades de sobrevivir.
Pero, milagrosamente, la pequeña comenzó a alimentarse y respirar de forma normal. Rápidamente empezó a ganar peso, y en menos de cuatro semanas estaba creciendo a un ritmo normal, contra todo pronóstico.
Nueve semanas después del parto, le dieron el alta médica. Aunque sigue siendo pequeña, Lacey es toda una sobreviviente. Ha superado mucho más que el bebé promedio, ¡y ya tiene el tamaño para usar ropa de bebé común y corriente!
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