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Un grupo de gente en un teatro | Foto: Shutterstock
Un grupo de gente en un teatro | Foto: Shutterstock

Niña ve a su padre en Festival de Canto 5 años después de su desaparición - Historia del día

Mayra Pérez
10 dic 2021
09:00

Una niña que está participando en un festival de canto ve a su padre perdido entre la audiencia. Ella corre hacia él solo para arrepentirse minutos después.

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Sara es una talentosa niña de diez años con una voz que derrite corazones cada vez que canta. La pequeña es amada por muchas personas, especialmente por su madre, Jessica.

La mujer dio a luz mientras estaba con el padre de la niña, Wilmer, y la amaba tanto que hacía todo con ella. El hombre con el que se casó y tuvo a Sara desapareció cuando la pequeña tenía cinco años.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Sara aún recordaba el día en que su padre se marchó; había sido una mañana normal. Se estaba preparando para la escuela mientras su mamá corría tratando de arreglar su lonchera. Su padre pasó por el frente de su habitación completamente vestido.

“Wilmer, sé que tienes mucho trabajo esperándote en la oficina, pero ¿puedes dejar a Sara en la escuela? Tengo que ir a la ciudad para hablar con el Sr. Jiménez sobre el trato del inmueble”, escuchó decir a su madre.

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Su padre no respondió. Simplemente siguió caminando. "Tap, tap, tap", escuchó sus pasos, luego la puerta se abrió y se cerró. Él se había ido.

Su madre no se había preocupado al principio; simplemente asumió que regresaría. Sara se sintió muy incómoda, como si supiera que algo estaba pasando, pero no tenía idea de qué.

El resto de ese día fue terrible; la niña odiaba pensar en él. Su madre casi había perdido la cabeza: la conmoción por el acto furtivo de su marido fue abrumadora para ella.

Ese día, Sara, una niña generalmente brillante, perdió su chispa, y muchas veces se culpó a sí misma. Durante los años siguientes, la niña reservó su hermosa sonrisa solo para su madre.

A pesar del resentimiento que sentía hacia su padre, lo extrañaba terriblemente. Su madre sentía lo mismo, sin embargo, fingía estar bien y se mantenía fuerte por su hija.

Unos años después, Sara se inscribió en una escuela de arte para perfeccionar su talento musical. Le encantaba cantar y era bastante buena en eso.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

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En su segundo año, participó en un festival estatal de canto en una ciudad a muchos kilómetros de su hogar y, por supuesto, su madre la acompañó.

Entre bastidores, Sara estaba ensayando su actuación mientras esperaba su turno junto a otros concursantes. La chica que estaba a su lado tenía el cabello rubio, pecas por toda la cara y un espacio entre los dientes que le recordaba demasiado a su padre.

“Hola”, dijo la niña, tratando de iniciar una pequeña charla.

“Hola”, respondió Sara con cautela.

“Soy Kathy, ¿eres la siguiente?”, preguntó.

“Sí, lo soy”, dijo Sara. “¿Estás nerviosa?”

“Un poco. Pero estaré bien, mi papá viene a animarme, mi mamá no puede porque tiene que trabajar, es organizadora de eventos, ¿sabes?”. En ese momento, Sara perdió interés en la conversación, aunque Kathy siguió divagando un rato más.

Al recordar la ausencia de su padre, Sara se llenó de amargura y tristeza, sin embargo, logró canalizar esas emociones sobre el escenario. Cantó con entusiasmo y sus ojos recorrieron el mar de rostros en busca de su madre, pues sabía que estaría animándola.

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Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Shutterstock

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Shutterstock

Sara escaneó a la multitud varias veces, pero no lograba localizarla. Estaba a punto de darse por vencida cuando vio un rostro familiar. Era su padre.

Siguió volviendo a ese rostro, preguntándose si simplemente estaba imaginando su presencia, hasta que se dio cuenta, sin duda, de que sí era él. A pesar de que lucía mayor, aún podía reconocerlo.

Estaba sentado entre la multitud con flores y una caja de regalo, luciendo muy confundido. Incapaz de controlarse, Sara superó su conmoción inicial, tras lo cual tiró el micrófono y corrió hacia él, llorando.

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“¡¡¡¡PAPÁ!!!! ¡¡¡¡VOLVISTE!!!!”, exclamó mientras lo abrazaba y tomaba las flores que él sostenía.

Su madre también emergió de la multitud y corrió hacia él, abrazándolo con lágrimas en los ojos. El drama que vivían los tres se convirtió rápidamente en el centro de atención de todos en el lugar.

Los invitados vieron la reunión en silencio, y algunos tenían lágrimas en los ojos cuando Sara tomó la nota que Wilmer había metido en el ramo y la leyó.

“Te amo tanto, mi querida hija, como nunca antes había amado a nadie… Para la mejor cantante: ¡Kathy!”. Sara quedó paralizada y rápidamente leyó la nota una y otra vez. El nombre era claramente Kathy.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

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“¿Papá?”, dijo una voz nerviosa, e inmediatamente la atención se volvió hacia ella. Sara se dio la vuelta y vio que la chica que acababa de llamar a Wilmer “papá” era la misma con la que había estado hablando entre bastidores: Kathy.

Para Sara se hizo evidente que su padre había decidido dejarlas para estar con una nueva familia. El hombre rompió a llorar y abrió la boca como para decir algo, pero después de un rato, la volvió a cerrar.

Enfadada, Sara arrojó el ramo de flores al suelo y se alejó. “Lo siento”, dijo Wilmer finalmente, deteniendo a la chica en seco. “Tuve que tomar esa decisión”.

Ante eso, Jessica le dio una sonora bofetada, siguió a su hija, y ambas abandonaron el lugar. Varios días después, recibió una llamada telefónica de un número extraño. Era el profesor de canto de Sara y tenía una propuesta.

“Su hija tiene una voz brillante”, le dijo el hombre. “Además, es tan hermosa como su madre, lo que significa que tiene potencial para ser una cantante famosa”.

Tuvo que hablar un poco, pero el hombre convenció a Jessica de que le dejara seguir enseñando a su hija. Comenzó a pasar muchas horas en su casa, y poco a poco se hizo querer por las dos.

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El hombre, que se llamaba Marcos, se enamoró de Jessica y después de unos meses de noviazgo, madre e hija se mudaron a su casa. Las trató bien, y Sara finalmente pudo recibir el amor de un verdadero padre.

En cuanto a Wilmer, Kathy regresó a casa para contarle a su mamá lo que sucedió, y la mujer se sintió tan molesta que decidió pedir el divorcio. No le perdonó que se alejara de esa manera de su primera familia.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

¿Qué podemos aprender de esta historia?

  • El karma a veces iguala las situaciones. Wilmer rompió los corazones de Sara y Jessica cuando se fue como lo hizo, pero probó una cucharada de su propia medicina cuando su segunda esposa decidió dejarlo a él también. El mal suele ser castigado.
  • Siempre hay un lado positivo. Sara se reencontró con su padre y descubrió su doble vida al mismo tiempo, y eso le rompió el corazón. Sin embargo, la noche no fue una pérdida total porque unió a Jessica y Marcos.
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Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.

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