Justo antes de boda, novia sufre accidente de tránsito y pierde la capacidad de caminar - Historia del día
Carolina y Jacobo tuvieron un lindo encuentro en las calles y comenzaron a salir. Sin embargo, los padres de ella desaprobaban la relación porque Jacobo era pobre. Un día, Carolina tuvo un terrible accidente y no pudo volver a caminar. Entonces, su novio los sorprendió a todos.
“Todavía recuerdo el día en que nos conocimos. Se sintió como si hubiéramos entrado en una comedia romántica. Yo estaba tomando fotos en la estación de autobuses y te acercaste a hablar conmigo. No hemos dejado de hablar desde entonces. No importa lo que digan los demás, siempre te amaré, Jacobo, y sé que nuestra vida juntos será espectacular...”.
Imagen con fines ilustrativos. | Fuente: Getty Images
Carolina no podía dejar de sonreír mientras escribía sus votos matrimoniales sentada en la cama. Faltaban dos meses para su boda, pero ella había comenzado a escribir sus votos para poder elegir las palabras correctas antes de que los nervios y el estrés la golpearan.
Su día tenía que ser único y especial porque ella y Jacobo habían superado muchos obstáculos desde que habían comenzado a salir un año atrás.
A los padres de Carolina no les gustaba su relación porque Jacobo trabajaba como ayudante de cocina en un restaurante. Él no venía de una familia adinerada; a diferencia de ella que había crecido con todos los privilegios del mundo, sabiendo que el dinero nunca sería un problema.
A sus padres, el Sr. y la Sra. Pereira, les preocupaba que el hombre pudiera estar con su hija por su dinero. Pero Carolina sabía que no era así. Jacobo era el hombre más amable, inteligente y divertido que había conocido. No había nadie más para ella. Además, era guapo y su primer encuentro fue algo que ella pensó que solo sucedía en las películas.
Mientras redactaba sus votos, Carolina recordó que tenía una diligencia pendiente. Tomó el cuaderno y lo guardó en una gaveta. Tenía que visitar varias tiendas de vestidos de novia en la ciudad y las chicas del cortejo la matarían si llegaba tarde.
Ese día tuvo que conducir la vieja camioneta de Jacobo porque él le pidió prestada su minivan para un evento privado de catering. La madre de Carolina odiaba esa camioneta y le pedía a su hija que nunca se montara porque tendría un accidente.
Sin embargo, Carolina no tenía ningún problema con el vehículo de su novio. La camioneta funcionaba y eso era todo lo que importaba.
Desafortunadamente, el miedo de su madre se hizo realidad. Ese día Carolina tuvo un terrible accidente y nunca llegó a la cita para su vestido de novia.
Imagen con fines ilustrativos. | Fuente: Shutterstock
Un mes después…
"¡Se está despertando! ¡Llama al médico ahora!", gritó Jacobo. Carolina abrió los ojos lentamente y parpadeó varias veces para acostumbrarse a las brillantes luces blancas. Había mucho movimiento a su alrededor mientras el personal médico la revisaba.
Entonces vio a Jacobo y a su madre en una esquina de la habitación, mirando ansiosamente al personal médico. "Carolina, ¿puedes decirme qué es lo último que recuerdas?”, le preguntó el médico.
“Iba conduciendo a la ciudad. ¿Qué pasó?", preguntó Carolina mientras intentaba tocarse la cabeza. El médico le explicó lo que había sucedido y Jacobo y la Sra. Pereira se acercaron para consolarla. No podía creer que hubiera tenido un accidente.
"Un camión chocó contra la camioneta, amor", explicó Jacobo. Carolina empezaba a entender, pero luego su prometido reveló algo impactante. "Has estado en coma durante un mes".
Carolina lo miró con los ojos muy abiertos mientras el doctor balbuceaba un montón de términos médicos que ella no entendía. "Bueno, al menos estoy despierta, y lo peor ya pasó, ¿verdad?", dijo, tratando de encontrar humor en la situación.
La tensión en la habitación se hizo evidente y Carolina se asustó. La señora Pereira, Jacobo y el médico se miraron. Su madre finalmente habló. "Cariño, me temo que eso no es lo peor. Tus heridas fueron demasiado graves. El hecho de que estés viva es un milagro. Mi niña, es posible que no puedas volver a caminar”, reveló su madre.
Imagen con fines ilustrativos. | Fuente: Pexels
Carolina cerró los ojos y sintió que su mundo se desmoronaba. Había perdido un mes de su vida y además su habilidad para caminar. ¿Cómo se recuperaría de eso? Era demasiado abrumador, y aún se sentía cansada. Cuando los médicos se fueron, se durmió para escapar del dolor.
Unas horas más tarde, Carolina despertó y Jacobo estaba sentado junto a ella. "¿Cómo te sientes, amor?”, le preguntó mientras acariciaba su rostro.
"Estoy bien. Creo. Jacobo, nuestra boda. ¿Qué vamos a hacer?".
"No te preocupes por eso. Podemos posponerla. Podemos hacer lo que quieras. No hay prisa. Solo necesitas recuperarte”, la consoló mientras tomaba su mano.
Lee también: Pobre anciana llora sola en una casa fría después de que su hija la echa - Historia del día
Carolina frunció los labios y apartó la mirada. “¿Es esa su forma de decirme que ya no quiere casarse? Por supuesto, ¿quién querría casarse conmigo ahora?”, pensó.
Unos días después, el médico volvió a examinarla y descubrió que ella aún podía sentir sus piernas. “Es una señal asombrosa, Carolina. Significa que la cirugía salió bien y pudimos reparar parte del daño en tu columna. Con mucha fisioterapia y esfuerzo, es posible que puedas volver a caminar en el futuro”, explicó.
Carolina sonrió esperanzada. "¿Crees que podría caminar al altar en un mes?".
"No estoy seguro. Te pondré en contacto con la mejor terapeuta del hospital, pero es una posibilidad remota. Pueden pasar años antes de que puedas caminar con normalidad”, dijo el médico con una sonrisa amable.
Imagen con fines ilustrativos. | Fuente: Pexels
Jacobo tomó su mano una vez más. "No te preocupes, amor. Podemos hacerlo juntos. No importa si usas una silla de ruedas en nuestra boda. Lo único que importa es que nos amamos".
Carolina miró a su prometido. “Jacobo, ¿estás seguro de que todavía quieres casarte conmigo? Esto no es lo que esperabas. Si quieres terminar…"
"No digas una palabra más, Carolina. No voy a ninguna parte. Estamos juntos en esto. De hecho, no pospondremos nuestra boda. No importa si caminas, ruedas o cojeas hasta el altar, yo quiero ser tu esposo. ¿Está claro?", dijo Jacobo con firmeza.
Carolina lo miró a los ojos y sonrió mientras las lágrimas corrían por su rostro. Sus palabras confirmaron lo que había sabido desde el principio: él era el indicado.
Jacobo dedicó todo su tiempo para ayudar a Carolina con la fisioterapia durante ese mes. Estuvo allí con ella cada día. El Sr. y la Sra. Pereira también ayudaron, y finalmente fueron testigos de lo dedicado que era el hombre con su hija. Ya no podían odiarlo.
Finalmente llegó el día de su boda y Carolina tuvo que usar una silla de ruedas. Su padre la acompañó al altar y en el camino le dijo las palabras más dulces: “Lo admito, cariño. Tenía miedo de que Jacobo saliera disparado tan pronto como despertaras del coma. Pero ahí está. Nos ha sorprendido tanto a tu madre como a mí. Tenías razón sobre él”.
"Te lo dije", respondió Carolina con una sonrisa mientras se enfocaba en su novio que la esperaba en el altar.
Imagen con fines ilustrativos. | Fuente: Pexels
Puede que no fuera exactamente como lo había soñado, pero su boda fue mágica y Jacobo era el mejor compañero de vida para ella. Finalmente leyó los votos que escribió aquel fatídico día. Eran incluso más significativos ahora.
Pasaron los años y Carolina finalmente volvió a caminar. Entonces decidieron irse de luna de miel a las Bahamas por segunda vez. Caminaron por la playa y disfrutaron de todas las cosas que Carolina pensó que nunca volvería a hacer.
¿Qué podemos aprender de esta historia?
- El amor puede superarlo todo. Jacobo se quedó al lado de Carolina durante los momentos difíciles y la ayudó a ponerse de pie. Estaba comprometido con ella y su relación.
- El dinero y el estatus social no significan nada. A los padres de Carolina no les agradaba Jacobo porque no había nacido en una familia adinerada. Pero al final vieron que era el mejor hombre para ella.
Comparte esta historia con tus amigos. Puede que les alegre el día y les inspire.
Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.