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Un niño triste sentado frente a una ventana | Foto: Shutterstock
Un niño triste sentado frente a una ventana | Foto: Shutterstock

Niño vive en un orfanato y sueña con tener una familia: un día recibe caja de chocolates con una nota - Historia del día

Un niño vivía en un orfanato desde que era un bebé, pero finalmente logró su sueño de tener una familia después de que el dueño de una tienda lo acogiera.

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El mayor sueño de Ryan era tener una familia que lo quisiera. El niño de siete años había estado viviendo en un orfanato desde que tenía dos añitos. Sus padres lo habían abandonado y los vecinos lo llevaron al orfanato local. Allí vivió desde entonces.

Sin embargo, el lugar no se sentía como un hogar para el chico. No sentía la calidez, el cuidado y el amor que siempre está presente en una familia y él anhelaba eso.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Unsplash

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Unsplash

Ryan siempre era muy callado dentro del orfanato. Nunca decía una palabra y se distinguía de los demás niños por su tranquilidad.

El personal del lugar se refería a él como el niño que nunca hablaba, mientras que los otros huérfanos apenas le dirigían la palabra. Por lo tanto, estaba solo la mayor parte del tiempo.

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“No entiendo muy bien a ese chico”, le dijo un miembro del personal a otro. “Él nunca habla y siempre es reservado”.

“Entiendo que no hable”, respondió la otra persona. “Pero, al menos debería jugar con sus compañeros”.

Un día, Ryan y otros huérfanos fueron a una tienda de golosinas donde conocieron a Carlos, el dueño del comercio. Él les dio una cálida bienvenida y les mostró los alrededores.

El chico estaba interesado en el proceso de elaboración del chocolate y se ocupó preparando dulces de chocolate mientras estaba en la tienda. Pero, sin que él lo supiera, Carlos lo estaba observando de cerca y tomó nota de sus acciones.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

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“Veo que te gusta hacer dulces”, le dijo el hombre al niño, quien solo sonrió.

El día siguiente era sábado y resultó ser un día especial en el orfanato porque algunos futuros padres vendrían y adoptarían a algunos niños.

Ryan se despertó a la hora a la que acostumbraba, se bañó, se vistió y desayunó. Después caminó hacia el patio del orfanato y vio venir a algunas personas que querían adoptar a otros huérfanos.

“Sé que nadie vendrá por mí. Nadie quiere un chico mudo de todos modos”, pensó Ryan para sí mismo.

Mientras miraba esta escena, lloraba. Todavía tenía lágrimas en los ojos cuando recibió una caja de chocolates.

Estaba sorprendido con el regalo, y no se le ocurría de quién podía ser. Había una nota dentro de la caja. Era de Carlos, el dueño de la tienda de dulces.

La nota decía: “Hola, Ryan. Te miré de cerca en la tienda de dulces ayer y sentí una conexión. Si no te incomoda, me gustaría que pasaras a ser parte de mi familia”.

El chico sonrió después de leer la nota. Miró a su alrededor para ver si alguien estaba mirando y vio a Carlos parado no muy lejos de él. Se abrazaron y luego Carlos llevó a Ryan a casa.

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Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Durante los siguientes años, el hombre crio al chico como su hijo. Le enseñó a hacer pasteles y todo lo que necesitaba saber sobre dulces.

Ryan permaneció mudo y se comunicaba con Carlos a través de señas y palabras escritas en papel. Sin embargo, eso no afectó el amor que su padre adoptivo sentía por él.

Además de hacer pasteles, hacían caminatas juntos y conversaban sobre sus historias de vida. Carlos también le contó a Ryan la historia de su vida.

Reveló que una vez estuvo casado y soñaba con tener hijos con su esposa. Sin embargo, ella murió después de una explosión de gas en su casa y él nunca se volvió a casar. “Simplemente no podía estar con nadie más que ella”, explicó el hombre.

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Carlos le dijo a Ryan que él era como el hijo que él y su difunta esposa soñaban tener, por eso se había esforzado por tenerlo. El chico lloró después de escuchar esta historia y abrazó a su padre.

“Siempre te amaré. Gracias por llegar a mi vida”, dijo el hombre.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

El vínculo entre ambos se hizo muy fuerte. Ryan aprendió a hacer pasteles y se convirtió en pastelero a los 15 años. Pero justo cuando pensaban que las cosas iban bien, ocurrió algo inesperado.

La madre biológica del chico, que lo había abandonado y nunca había aparecido en su vida durante todo este tiempo, lo encontró.

Ella dijo que quería recuperar a su hijo y le dijo a Ryan que no lo había abandonado intencionalmente. Le explicó que había tenido un desacuerdo con su papá y ella había dejado al hombre. Aseguró que había sido su padre quien lo había abandonado.

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Ryan no sabía qué hacer con los acontecimientos recientes. Escribió en una hoja de papel que quería quedarse con Carlos, pero su madre no aceptó eso.

Ella demandó al hombre, desafiando el derecho de Carlos a su hijo. El caso judicial se prolongó durante varias semanas y generó interés en la comunidad.

Durante el proceso judicial, Carlos expresó su amor por Ryan y cuánto deseaba estar con él hasta su muerte porque lo veía como el hijo que nunca tuvo.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Mientras tanto, la madre del jovencito dijo que había extrañado a su hijo durante todos los años que estuvo sin él y que lo había estado buscando desde hace algún tiempo.

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Algunas de sus declaraciones no cuadraban, pero insistió en que ella era la única que podía cuidar a su hijo por cómo era. También cuestionó a Carlos por adoptar a un niño mudo.

“¡Adoptaste a un niño mudo!”, dijo ella. “Esos son problemas garantizados”.

“Te diré lo que está garantizado, el amor de mi hijo”, respondió Carlos.

Los argumentos y contraargumentos continuaron hasta que llegó el momento de la decisión del juez. El magistrado dijo que emitiría un fallo basado en los deseos de Ryan.

Por lo tanto, hizo los preparativos para entregarle un papel al adolescente para que escribiera con quién quería quedarse. Mientras se hacían esos preparativos, Ryan hizo una señal para hablar y se le concedió una audiencia.

“Papá”, dijo, señalando a Carlos.

Luego corrió hacia el hombre y lo abrazó con fuerza. Todos los presentes dentro de la sala del tribunal lloraron, pues el momento fue muy emotivo.

Un padre y su hijo caminando por la arena. | Foto: Pexels

Un padre y su hijo caminando por la arena. | Foto: Pexels

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Posteriormente, el juez dictó su sentencia y dictaminó que Ryan debería quedarse con Carlos. Después de eso, padre e hijo vivieron felices, disfrutando de hermosos momentos y explorando juntos nuevas aventuras.

¿Qué podemos aprender de esta historia?

  • Sé bondadoso con otros. Carlos fue bondadoso con Ryan y lo amó desde el principio. Su amor y bondad lo hicieron quererlo como un hijo, y el niño lo veía como su padre.
  • No puedes renunciar a algo y luego quererlo de regreso. La madre de Ryan lo abandonó cuando era un bebé y ahora lo quería de vuelta después de muchos años de abandono. Eventualmente, sus planes no funcionaron, pues el chico eligió a Carlos en lugar de ella.

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Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.

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