Hombre rico se casa con mujer pobre y su madre planea en secreto deshacerse de ella - Historia del día
Un hombre rico se casa con una chica pobre en contra de los deseos de su familia. Tienen tres hijos y son muy felices hasta que él tiene que hacerse cargo del negocio familiar.
Ricardo Paredes se enamoró de Ada en el momento en que ella sirvió su capuchino. Siguió volviendo al mismo café día tras día hasta que la convenció de salir con él. Seis meses después él le propuso matrimonio y ella aceptó.
La familia de Ricardo se indignó cuando descubrieron que se iba a casar con una huérfana sin un centavo que vivía en una zona de baja categoría en la ciudad. Pero a él no le importó. Amaba a Ada.
Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels
Tomó un trabajo lejos de la familia y su influencia. Nunca imaginó que alguna vez se sentiría diferente por Ada o su familia.
Siete años más tarde, Ricardo y Ada eran los orgullosos padres de tres niños adorables. Era la pareja más feliz que nadie había visto jamás. Luego, su tío Romer falleció y su mundo se puso patas arriba.
Romer había estado al frente del negocio familiar durante los últimos 30 años, y ahora el cargo pasó a manos de Ricardo. Eso significó que la joven familia tuvo que dejar su hogar y mudarse a la capital, donde vivía el resto de la familia Paredes.
Ricardo dijo: "Estaba pensando que, al principio, ¿podríamos vivir en la casa de la familia? Tiene más de 20 habitaciones, mucho espacio para nosotros y el personal, y por supuesto, ¡mi madre y mi tía nos ayudarán a instalarnos!".
Pero Ada vaciló. "¡Oh, Ricardo, siempre me ha gustado que tengamos nuestra propia casa! ¡Y no sé si me agrada la idea de compartir con dos mujeres a las que no les gusto!".
"¡Disparates!", gritó Ricardo. "¡Eso fue hace años! ¡Ahora pueden ver lo feliz que me has hecho y no pueden esperar para conocer a los niños!"
Así que Ada se rindió y, dos semanas después, estaban conviviendo con los Paredes. La mamá de Ricardo, Francis, sonrió y besó a Ada en la mejilla. Luego miró a los tres niños.
Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Unsplash
Teresa tenía cinco años, Gina tres y el pequeño Ricardo Jr. solo nueve meses. "¡Felicidades!", exclamó Francis. "¡Qué lindos niños! ¿Pero de dónde sacaron esos ojos azules tan grandes?".
Lee también: Suegra afirma que esposa de su hijo le fue infiel tras ver a la bebé mestiza de la pareja
"Mi abuela tenía ojos azules", dijo Ada. "¡Me alegro de que hayan obtenido el gen!".
"¡Por supuesto!", expresó Francis y sonrió con una mueca desagradable. Detrás de esa sonrisa, su mente tortuosa estaba trabajando a mil por hora. Ella pensó que podría haber encontrado una manera de hacer que su hijo dejara a esta chica y a sus hijos.
Unas semanas más tarde, Francis entró en la oficina de su hijo. "Cariño", dijo ella. "¡Tenemos que hablar! No quería molestarte, pero, honestamente..."
Ricardo frunció el ceño. "¿Qué está pasando, mamá?".
"Es Ada... no quería decírtelo, pero... creo que te está engañando".
"¿Ada?", preguntó Ricardo con incredulidad. "Tonterías, mamá, ¿de dónde sacaste esa idea?".
"La he oído hablar por teléfono", dijo Francis. "Y el otro día vislumbré un mensaje de texto, bueno, ¡fue muy indiscreto!".
Ricardo miró fijamente a su madre con su rostro enrojecido. "¿Qué más sabes?", preguntó.
"Los niños..." Francis fingió vacilar. "Cariño, sé que los amas y no es culpa de ellos, pero tienes ojos marrones, y Ada también... ¿Has considerado que podrían no ser tuyos?".
Ricardo no escuchó nada más. Salió corriendo por la puerta y se dirigió a casa. En sus celos y su ira, ni siquiera se detuvo a pensar. Entró en la habitación que compartía con Ada y agarró su teléfono.
Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Unsplash
Ada protestó, pero él la empujó a un lado. "¡Quiero saber qué está pasando en mi propia casa!", gritó su marido. Entró a los mensajes de texto e inmediatamente leyó uno que Ada aún no había abierto.
Era un mensaje muy sexy y lo firmaba Jonathan. "¿Quién es Jonathan?", preguntó Ricardo. "¿Es el padre de tus hijos?".
"¡Ricardo, eres el padre de mis hijos! ¡Nuestros hijos!", contestó Ada llorando.
"¡Vete!", le dijo Ricardo. "¡Tú y tus mocosos, salgan de aquí ahora mismo!".
Ada recogió algunas de sus cosas y algunos elementos esenciales para los niños y llamó un taxi. Bajó las escaleras cargando a Ricardo Jr. y arrastrando una maleta. En la sala estaba Francis sonriendo y supo quién había destruido su matrimonio.
Ada levantó la cabeza en alto y salió de la casa con sus hijos. Esa misma tarde hizo una serie de citas y arreglos, y una semana después estaba sentada frente a Ricardo y su abogado.
Estaban allí para discutir los términos del divorcio, pero primero, dijo el abogado de Ada, tenían que hablar sobre los niños.
Ada dijo en voz baja: "Ricardo quiero que me firmes la custodia total de los niños antes de que acepte el divorcio".
Ricardo estaba furioso. "¡Dame los papeles! ¡Puedes quedarte con los mocosos!" y tomó los documentos que le entregó el abogado de Ada y los firmó.
Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels
"¡Bien!", dijo el abogado de Ada con una sonrisa, y le entregó a Ricardo un sobre grande y grueso antes de acompañar a su representada fuera de la habitación.
Ricardo abrió el sobre. Esperaba ver un resumen de las demandas de Ada, pero se llevó una sorpresa. En cambio, el sobre contenía tres pruebas de ADN de Teresa, Gina y el pequeño Ricardo. Demostró que los tres niños eran suyos. La última página era un mensaje de Ada: "Te amaba. Nunca te engañé".
Cuando Ricardo llegó a casa, le mostró las pruebas a su madre y, cuando las vio, Francis comenzó a llorar. "Si hubiera sabido que eran mis nietos..."
"¿Qué hiciste madre?", preguntó Ricardo.
Francis confesó que había sido ella quien había enviado los mensajes de texto al teléfono de Ada para que pareciera que estaba engañándolo.
Lee también: Hijo retira a su madre de la lista de invitados a su boda porque ella se rehusó a regalarle $8.300 - Historia del día
Ricardo estaba devastado y le rogó perdón a Ada, pero ella siguió adelante con el divorcio y se quedó con la mitad de la enorme fortuna de la familia Paredes. Francis tuvo que rogar a Ada que le permitiera ver a sus nietos y se arrepintió de todas sus intrigas.
Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels
¿Qué podemos aprender de esta historia?
- La confianza es la piedra angular de una relación: Aunque amaba a Ada, Ricardo estaba dispuesto a creer las historias de su madre y perdió a su familia.
- Las personas que se entrometen en la vida de otras personas siempre terminan solas: Francis destruyó el feliz matrimonio de su hijo y él nunca la perdonó.
Comparte esta historia con tus amigos. Podría alegrarles el día e inspirarlos.
Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.