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Mujer descubre que madre biológica que la abandonó en el frío vive al lado - Historia del día

Georgimar Coronil
16 abr 2022
16:30

Anna siempre supo que era adoptada y quería mucho a sus padres. A los 43 años decidió hacerse una prueba de ADN. No sabía nada sobre su linaje, y se suponía que este examen daba mucha información, no solo sobre las conexiones genéticas, sino también sobre la salud.

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No tenía ningún interés en conocer a su familia biológica. Su madre adoptiva, Linda, dijo que la habían encontrado a un lado de la carretera durante una horrible tormenta de nieve. Anna les preguntó sobre eso cuando solo tenía ocho años.

"Tu padre paró el coche a pocos kilómetros de nuestra casa, creyendo ver algo en la carretera, pero estaba demasiado oscuro", recordó Linda. "Creo que fue el destino o algo así".

Bebé en la nieve. | Foto: Shutterstock

Bebé en la nieve. | Foto: Shutterstock

"¿Qué pasó después?", preguntó Anna.

"Salimos del coche y le dije a tu padre que hacía demasiado frío. Teníamos que volver a casa con tus hermanos. Pero él se adelantó unos pasos. Fue entonces cuando oímos tus gritos", explicó Linda. "Jorge corrió y te vio junto a una cesta en la nieve".

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"¡Vaya!", dijo Anna.

"Sí. Te llevamos a casa. No sabíamos qué hacer. Debías de tener unos seis meses en ese momento. Ya teníamos seis hijos, pero entonces nos enamoramos de ti y nunca nos arrepentimos. Tú también eras nuestra niña", dijo Linda.

Anna nunca olvidó ese recuerdo, pero de adulta se enteró de la verdadera historia. Linda y Jorge tenían problemas de dinero para mantener a su gran familia.

Habrían enviado a Anna a un orfanato de inmediato, pero Linda se negó a que eso sucediera porque la niña ya había pasado por muchas cosas cuando era bebé. No querían que fuera abandonada de nuevo.

Así que la adoptaron a pesar de sus problemas económicos y la quisieron como si fuera suya. Sus hermanos también eran estupendos, y ella era más cercana con su hermana Ofelia. Fue Ofelia quien quiso probar las pruebas de ADN.

"¿Qué es lo peor que puede pasar?", dijo. "Descubres a unos cuantos primos perdidos hace tiempo y tal vez te enteras si hay algún antecedente genético de salud que debas considerar. Eso podría ser útil. Todos deberíamos hacérnoslo".

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Madre e hija. | Foto: Pexels

Madre e hija. | Foto: Pexels

Se hicieron las pruebas y descubrieron algunas condiciones genéticas a las que había que prestar atención, pero no era nada demasiado grave. Por otro lado, no había ninguna coincidencia con Anna. El especialista le explicó que eso solo significaba que nadie de su familia biológica se había hecho aún la prueba.

"No te preocupes. La prueba está teniendo mucha popularidad ahora mismo. Seguro que alguien se la hace en algún momento y eso nos llevará por el buen camino", animó Ofelia.

"No estoy triste por ello. La verdad es que nunca he sentido mucha curiosidad por ellos. Nuestros padres son maravillosos", respondió Ana.

"Lo sé. Pero si encontramos a tu madre biológica o a tu padre, podemos gritarles por dejarte en la nieve. Podrías haber muerto si papá no te hubiera encontrado".

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“Es un poco dramática, pero la quiero”, pensó Ana.

Pasaron los años y no supo nada de la prueba de ADN. Se olvidó del tema hasta que un día su teléfono le notificó un nuevo correo electrónico. Al principio, Anna creyó que era un correo basura, pero lo leyó de todos modos.

"¡Hola! Mi nombre es Stella Santiago y encontré tu información de contacto gracias a AlphaADN. Hace poco me hice la prueba y me emparejó contigo. Dice que eres mi prima. Es una larga historia, pero siempre pensamos que mi tía nunca tuvo hijos".

"Cuando le mostré los resultados a mi tía Emilia lloró y lloró durante mucho tiempo. Luego me contó que tuvo que renunciar a su hija hace más de 40 años porque no tenía dinero. Pero ahora tiene muchas ganas de conocerte. No sé por qué".

Mujer sonriendo. | Foto: Pexels

Mujer sonriendo. | Foto: Pexels

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"Hazme saber si estás de acuerdo. Podemos ir a verte donde estés. Espero tener noticias tuyas, Stella".

Anna terminó de leer el correo electrónico sorprendida. Al principio dudó, pero recordó las palabras de Ofelia. “Al menos podría preguntarle por qué me dejó en la nieve”, pensó.

Así que Anna le escribió a su supuesta prima e intercambiaron números de teléfono. "Esto es un poco extraño. Llevo toda la vida en esta ciudad. Probablemente, nos hayamos encontrado en algún momento. ¿Puedo preguntar dónde vives exactamente?", preguntó Anna.

"Mi madre y mi tía Emilia viven en Valleviejo, cerca de Madrid, pero yo estoy en Valencia. ¿Y tú?", reveló Stella.

"¿Viven en Valleviejo? Yo también. No puedo creerlo. ¿Quieres decir que mi madre biológica ha sido básicamente mi vecina todos estos años?", preguntó Anna con asombro.

"Oh, vaya. Quiero decir, sí. Ahí es donde crecí. ¿Cuándo te mudaste?", preguntó Stella.

"Me mudé aquí hace 15 años. Espera un momento. ¿Cuál es el apellido de soltera de tu madre?", preguntó Anna.

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"Saavedra. Mi madre es Julia Saavedra, y mi tía es Emilia Saavedra", respondió Stella.

Mujer en la computadora. | Foto: Pexels

Mujer en la computadora. | Foto: Pexels

"¡OH, DIOS MÍO! ¿La señora Saavedra? ¿La señora pelirroja que vive a mi lado? ¿Es mi madre biológica?", gritó Anna al teléfono.

"Yo... bueno, sí. Vaya. Nunca imaginé que viviera tan cerca de ti. ¿Puedo hablarle de esto? ¿Podemos quedar en algún sitio?", dijo Stella.

"Díselo. Quedemos en mi casa esta noche. Quiero escucharlo todo. Pero también voy a invitar a mi hermana", expresó Anna. Llamó inmediatamente a Ofelia y le pidió que se apresurara a ir a su casa. A las seis, llamaron a su puerta.

Julia y Emilia estaban en su puerta con una joven que debía ser Stella. "Bienvenidas, pasen, por favor", las saludó Anna. Ofelia les sirvió té y galletas, y se sentaron en el salón.

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Al principio guardaron un silencio absoluto. "Esto es incómodo. Hace años que nos saludamos. ¿Cómo es posible?", rompió el hielo Julia..

"Emilia, supongo que sabes que soy tu hija biológica. Linda y Jorge Martínez me adoptaron. Ofelia es mi hermana. He vivido una vida maravillosa con ellos. No sé qué más decir", contó Anna.

"Es magnífico escuchar eso, querida. No sé cómo explicar lo que pasó hace años. No estaba en un buen momento, pero eso suena a excusa", dijo Emilia. "Mi vida era muy diferente y sentí que no tenía otra opción".

"Está bien. Solo necesito oír la verdad y saber por qué has insistido en reunirte conmigo ahora", respondió Anna.

Mujer mayor. | Foto: Pexels

Mujer mayor. | Foto: Pexels

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"Quedé embarazada a los 17 años y el chico se largó. Era joven y estúpida. Pero el aborto estaba descartado. Decidí quedarme contigo y te crie durante varios meses. Pero ahora sé que sufrí una depresión posparto", explicó Emilia.

"Julia trató de ayudarme, pero nadie trataba eso en ese momento. Se ignoraba la salud mental. No sabía lo que estaba pasando. Además, no tenía dinero. Nuestros padres habían muerto años antes... Era un desastre. Apenas recuerdo esos meses, pero no olvido la noche que te dejé”.

"Recuerdo que te llevé a un sector con muchas familias. Pensé que alguien te recogería y te pondría a salvo. Cuando llegué a casa empezó a nevar, así que regresé al sitio, pero ya no estabas".

"Oh, vaya. Eso significa que Anna estuvo allí poco tiempo", comentó Ofelia.

"Debe haber sido, fue una hora o algo así, creo. Bueno, mi memoria no es la mejor estos días. Pero de todos modos, eso es lo que pasó. No oí a nadie hablar de bebés desaparecidos ni de nada. Luego me fui de la ciudad por un tiempo y mejoré", dijo Emilia.

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"Volví para estar cerca de Julia cuando nació Stella. Pero nunca tuve una familia propia. Me atormentaba la culpa por haberte dejado. Quería buscarte, pero tenía miedo de perturbar tu vida. Sentía que no merecía encontrarte. Pero ahora, es un poco urgente", reveló la mujer mayor.

"¿Qué pasa, tía Emilia? No sabía qué decirle a Anna cuando me instaste a contactar con ella", preguntó Stella.

"Estoy enferma, Stella. Solo Julia lo sabe. Pero he visto a varios médicos y todos me han dado la misma respuesta. No me queda mucho tiempo", reveló Emilia. Todas se quedaron sin palabras y Stella la bombardeó con preguntas, pero Emilia miró a Anna y continuó.

Mujer mayor pensativa. | Foto: Pexels

Mujer mayor pensativa. | Foto: Pexels

"Quiero dejarle todos mis bienes a Anna. Es lo menos que puedo hacer", añadió.

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Anna respondió:"¡No! No podría aceptar nada. No soy millonaria, pero estudié mucho y tengo una buena posición económica en este momento", compartió Anna.

"Oh, Anna. Sé que nunca podré enmendar el haberte abandonado así. Pero esta es la única compensación que se me ocurre", insistió Emilia.

"Ya me diste lo que quería. Me preguntaba por qué me habías abandonado, y ahora lo sé. No puedo juzgarte basándome en tu historia, ya que puedo ver lo culpable que te sentías por ello. Eso significa que me querías, y que una familia maravillosa me encontró y me quiso también", aclaró Anna.

"Es magnífico escuchar eso", añadió Emilia llorando.

El resto de la conversación fue mucho más agradable. Después de ese día, Anna y Emilia hablaron a menudo y establecieron un vínculo. Anna no consideraba a la anciana como su madre, pero no era una mala persona.

Varios meses después, Emilia fue hospitalizada porque su enfermedad había avanzado. Anna y Ofelia acudieron al hospital con Julia y Stella. Estuvieron al lado de Emilia cuando partió de este mundo.

Como Anna había rechazado el dinero, Emilia donó todas sus posesiones a una organización que acogía a niños abandonados y los colocaba con familias cariñosas. Anna, Stella y Ofelia se ofrecieron como voluntarias.

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Mujer sonriendo. | Foto: Pexels

Mujer sonriendo. | Foto: Pexels

¿Qué podemos aprender de esta historia?

Todo tiene una explicación: Anna y su familia adoptiva se preguntaban por qué había sido abandonada de forma tan cruel. Pero descubrieron lo que realmente había ocurrido.

Si tienes la oportunidad, hazte una prueba de ADN: Como le dijo Ofelia a Anna, ¿qué es lo peor que puede pasar? Tenemos que aprovechar la tecnología actual.

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Este relato está inspirado en la historia de un lector y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.

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