Recolector de basura halla carta rasgada informándole a un hombre que será padre: decide encontrarlo - Historia del día

Un recolector de basura encuentra una carta rota en la que una mujer le dice a un hombre que estaba a punto de ser padre. Enfurecido por lo que leyó, decidió rastrear al destinatario de la carta para enseñarle una lección sobre cómo tratar adecuadamente a las mujeres y los niños.

Pedro era un simple recolector de basura. A los 38 años, no tenía otros sueños en la vida que quisiera alcanzar, ya que disfrutaba de su trabajo.

Cada vez que la gente a su alrededor le preguntaba por qué le gustaba ser un recolector de basura, siempre decía lo mismo: "Sí, mi trabajo es sucio, pero si no lo hago, mis hijos vivirán en un mundo sucio".

Para Pedro, sus hijos eran su principal motivación para todo lo que hacía. Era cuidadoso con los niños, tanto propios como ajenos. Era un hombre genuinamente amable y decente.

Pedro tenía una esposa llamada Melisa y dos hijos llamados Amelia y Armando. Vivían una vida sencilla pero feliz, con un par de préstamos para pagar, pero todavía contentos con lo que tenían sin pedir más.

Un día, mientras Pedro estaba en su turno recogiendo basura por la ciudad, se encontró con algo extraño: una carta escrita en papel rosa pastel que destacaba entre el resto de la basura. La carta estaba casi completamente rota por la mitad, y con curiosidad la recogió y decidió llevársela a casa.

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Cuando llegó a casa ese día, pegó la carta con cinta adhesiva y leyó el texto. Se dio cuenta de que era de una mujer llamada Alexa a un hombre llamado Gastón. La carta decía:

"Querido Gastón,

Sé que ya te mudaste y desde entonces te has centrado en tu negocio desde nuestra ruptura. La cosa es, que me acabo de enterar que estoy embarazada de tres meses, y estoy completamente perdida. No sé qué hacer, y desearía tenerte a ti para guiarme. Después de todo, el niño que estoy esperando es tuyo.

Sé que probablemente nunca quisiste volver a saber de mí, pero esta situación también fue una sorpresa para mí. Lamento molestarte con esto, especialmente porque no sé si querías o no saber sobre el embarazo, pero pensé que deberías saberlo. Alexa".

Deduciendo que Gastón había partido la carta en dos y la había tirado después de leerla, Pedro estaba furioso, creyendo que ninguna mujer debería ser tratada de esa manera.

"Lo encontraré y le enseñaré cómo tratar a los niños y las mujeres", se dijo a sí mismo, prometiendo darle una lección a Gastón.

Volteó el papel y vio la dirección escrita en él. Decidió conducir hasta allí y decirle al hombre lo que pensaba.

Un hombre abrió la puerta y Pedro preguntó de inmediato si se llamaba Gastón. El hombre asintió con la cabeza. "Sí. Soy yo. ¿Cómo puedo ayudarte?".

Sin pensarlo dos veces, Pedro comenzó a condenar al hombre, levantando el papel rasgado y arrugado. "¿Cómo puedes abandonar a una mujer embarazada de esa manera? ¡¿Ni siquiera estás un poco preocupado por tu hijo por nacer?!", reclamó algo alterado.

Gastón parecía desconcertado y no podía entender lo que estaba pasando. "Espera, ¿qué? ¿Qué mujer embarazada y qué niño por nacer? ¿De qué diablos estás hablando?", le preguntó a Pedro.

Gastón tomó el papel de las manos de Pedro e inmediatamente comenzó a leer. "No puede ser", dijo, con lágrimas en los ojos. "Es la primera vez que veo esta carta".

Fue entonces cuando Pedro se dio cuenta de que había entendido mal toda la situación y había juzgado mal a Gastón. "Lamento mis acusaciones. Es solo que cuando vi el papel picado en dos, supuse que lo habías hecho pedazos después de leerlo", admitió Pedro.

"Nunca dejaría a una mujer con un hijo", dijo Gastón a Pedro. Luego ambos se dieron cuenta de que probablemente Alexa nunca envió la carta y la tiró.

Al día siguiente, Gastón visitó a Alexa y le dijo que encontró la carta a través de un extraño milagro. "No debiste dudar en enviármela. Habría acudido a ti en un santiamén", le aseguró.

Alexa estaba llorando y admitió que tenía miedo de que Gastón pensara que solo buscaba su dinero. La verdad era que anhelaba su compañía y quería que comenzaran de nuevo.

"Me encantaría formar una familia contigo, Alexa. Me alegro de que esa carta haya llegado a mí. Todo fue gracias a un recolector de basura que la encontró en medio de unas bolsas de desechos", compartió Gastón.

Alexa no pudo evitar que sus lágrimas cayeran. Resultó que ella planeaba mudarse a otro estado al día siguiente, así que, si Pedro hubiera actuado más tarde, ella y Gastón no se hubieran reconciliado.

Gastón y Alexa estaban inmensamente agradecidos con Pedro, ya que el curso de sus vidas habría cambiado drásticamente sin él. Decidieron reunirse con el trabajador para cenar y le expresaron su agradecimiento.

"Gracias, Pedro. Sin ti, es posible que nunca hubiera vuelto a ver a Alexa y nunca hubiera sabido que tenía un hijo", dijo Gastón, emocionándose. "Te debo mucho y me encantaría que trabajes en mi empresa en caso de que necesites un trabajo bien remunerado".

Pedro sonrió, pero no por la oferta de trabajo que acababa de presentar Gastón. "Me alegro de haber podido conectarlos a los dos nuevamente. Sin embargo, debo rechazar la oferta de trabajo. Si dejo de hacer mi trabajo, mis hijos y los suyos vivirán en un mundo sucio", dijo.

Gastón admiró a Pedro por su genuina pasión por su trabajo y respetó su decisión. Entonces, en cambio, decidió ayudar financieramente a Pedro de cualquier manera que pudiera.

Gracias a Gastón, Pedro pudo pagar sus préstamos. Esto le permitió a él y a su familia comenzar de nuevo, ya que finalmente pudieron ahorrar dinero mientras tenían la libertad de gastar en algunos lujos.

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Con un poco de dinero de sobra, Pedro sorprendió a su esposa e hijos con unas vacaciones, algo que no habían hecho en mucho tiempo.

¿Qué podemos aprender de esta historia?

No hay necesidad de ocultar la verdad, especialmente cuando se trata de un niño inocente: Alexa dudó en contarle a Gastón sobre su embarazo, incluso si eso significaba esconder a un niño inocente de su padre.

Al final, se dio cuenta de que no debió ocultar la verdad a Gastón, ya que, en primer lugar, nunca habría sabido cómo reaccionaría.

Cada trabajo es necesario y esencial: La gente menosprecia algunos trabajos sin darse cuenta de su importancia para mantener la paz y el orden. La labor de Pedro es admirable, y es algo de lo que está orgulloso.

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