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Un bebé en su cuna | Foto: Shutterstock
Un bebé en su cuna | Foto: Shutterstock

Policía responde llamado y encuentra a una madre de 4 hijos que no puede alimentar a su bebé - Historia del día

Georgimar Coronil
16 jun 2022
12:00

Una madre de cuatro hijos se quedó sola al cuidado de sus pequeños luego de que su marido se fuera de viaje de negocios. Poco después, un policía respondió a una llamada de la mujer a altas horas de la noche y supo que luchaba por alimentar a su hijo recién nacido.

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Amanda era ama de casa y madre de cuatro hijos. Su marido, Juan, tenía que trabajar duro para mantener a su creciente familia y a menudo estaba de viaje de negocios por todo el país.

Aunque siempre había soñado con ser madre, Amanda nunca se dio cuenta del trabajo que suponía criar a cuatro chiquillos. Tenía un hijo de 6 años con una pierna rota, dos chicos de 3 y 4 años a los que les gustaba corretear y un bebé que dependía de ella para alimentarse.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Una semana en particular, el marido de Amanda se fue a otro viaje de negocios. Ella se despertó con el llanto de su bebé hambriento. Lo tomó en brazos y trató de amamantarlo, pero se dio cuenta de que su reserva de leche materna no era suficiente.

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"Aguanta, Pablo", dijo, tratando de consolar a su bebé. "Lo siento, parece que mamá no tiene suficiente leche para alimentarte", añadió con tristeza.

Amanda no sabía qué hacer. No podía dejar a los niños en casa para comprar leche de fórmula. Llamó a su marido, con la esperanza de que pudiera pedirle a alguien que fuera a comprar el alimento.

Juan empezó a llamar a sus amigos que vivían en el barrio, pero como eran cerca de las dos de la mañana, nadie contestó.

El llanto de Pablo era cada vez más fuerte y a Amanda le preocupaba que despertara a los demás niños. Si se despertaban, se desataría el caos y la mujer estaba segura de que se volvería loca. Al darse cuenta de que su marido no podía ayudarla, decidió resolver por su cuenta.

Intentó llamar a su madre y a algunos amigos, pero nadie le contestó. Entonces la desesperada madre se dio cuenta de que había un número que podía marcar y que del que sin duda le contestarían: el 911.

Después de un par de timbres, un operador respondió. "911, ¿cuál es su emergencia?".

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"Hola", dijo Amanda, casi sin aliento. Llevaba casi una hora dando vueltas por la casa, intentando calmar el llanto de su hijo. "Necesito ayuda. Mi hijo no deja de llorar porque no puedo amamantarlo. No puedo salir de casa para comprar leche de fórmula. ¿Pueden hacer que alguien me ayude?", preguntó.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

"¿Está usted en algún tipo de peligro, señora?", le preguntó el operador.

"No, pero podría estarlo si mi bebé no deja de llorar. Por favor, por favor, ¿puede enviar rápidamente a alguien con leche de fórmula? Necesito su ayuda", suplicó Amanda desesperada. Dio su dirección al operador y pidió que enviaran a alguien rápidamente.

El hombre se alarmó ante la repentina llamada. Intentó descifrar si la "leche de fórmula" era un código de peligro y quiso asegurarse de que la madre y sus hijos estuvieran a salvo, así que envió a un policía para que hiciera un chequeo de control en la dirección.

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Cuando el policía llegó, Amanda abrió la puerta con el bebé llorando en brazos.

"Lo siento, agente. Gracias por venir", le dijo. "Verá, he estado amamantando a mi hijo, pero parece que mi reserva de leche ya no es suficiente. No puedo comprar leche de fórmula porque tengo tres niños durmiendo arriba. Mi marido está fuera de la ciudad y nadie contesta al teléfono. No he tenido más remedio que llamar al 911".

El agente negó con la cabeza. "No hace falta que se disculpe, señora. Yo también soy padre y sé lo difícil que es calmar a un bebé hambriento. No se preocupe. Ahora mismo le traigo leche de la tienda", dijo con una sonrisa antes de marcharse.

El amable agente, que se presentó como José, subió a su auto patrulla y se dirigió a la farmacia para comprar leche de fórmula para el bebé de Amanda.

Cuando llegó, Amanda se sintió aliviada de que su hijo pudiera por fin alimentarse y volver a dormir. José cuidó del resto de sus hijos mientras ella daba comida a su bebé.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

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Cuando Juan llegó al día siguiente, Amanda le contó la historia del amable oficial. Se dio cuenta de que otro hombre había ayudado a su familia durante su ausencia y se sintió muy agradecido.

Sin que José lo supiera, Juan abrió una cuenta de GoFundMe para el policía. Recaudó 7.500 dólares, que entregó a la familia del agente.

Juan no sabía que José necesitaba urgentemente el dinero. Tenía que pagar su casa antes de fin de mes, o tendría que buscar otro lugar para vivir.

Juan, Amanda y José se hicieron buenos amigos y se reunían a menudo para que sus hijos pudieran jugar juntos. Una llamada al 911 dio lugar a una amistad de por vida que ambas familias apreciaron. Desde entonces, siempre se han apoyado mutuamente. Además, Amanda se aseguró de abastecerse de suficiente leche de fórmula.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

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¿Qué podemos aprender de esta historia?

  • Siempre habrá alguien dispuesto a ayudarte: Amanda se sintió desesperada aquella noche cuando nadie respondía a sus llamadas. Sin embargo, después de llamar al 911, se dio cuenta de que siempre habría gente dispuesta a ayudar.
  • Haz cosas buenas aunque nadie te vea: José no estaba obligado a ayudar a Amanda, ya que todo lo que tenía que hacer era realizar un cheque de control tras su llamada al 911. Sin embargo, fue más allá de sus obligaciones y le compró la leche que necesitaba.

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Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.

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