Mamá de 4 hijos trabaja como mesera para ayudar a esposo enfermo: recibe $10.000 y las llaves de un auto un día

Una joven madre trabajaba incansablemente para mantener a sus hijos y cuidar a su esposo enfermo. Pensaba que estaba sola en su lucha, pero un “ángel” la estaba cuidando.

Los actos de bondad al azar pueden parecer triviales, pero en esencia, son lo suficientemente poderosos como para mejorar la vida de las personas.

Ya sea para traer una sonrisa a la cara de alguien, limpiar sus lágrimas o brindar un oído atento, ser amable nunca es una mala idea.

A menudo, cuando recibimos sorpresas conmovedoras, nos viene a la mente el pensamiento de nuestros seres queridos. Después de todo, las personas que nos aprecian nunca querrían vernos sufrir.

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Pero, ¿alguna vez te ha sorprendido gratamente un completo extraño? La historia de hoy te ayudará a restaurar tu fe en la humanidad.

UNA PAREJA ENCANTADORA

Jessica y Robert Reboredo eran una pareja hecha en el cielo. Los dos se conocieron a través de amigos en común y sabían que estaban hechos el uno para el otro.

Después de casarse, rápidamente construyeron una familia juntos y se convirtieron en padres cariñosos de cuatro niños encantadores.

Robert trabajaba como carpintero mientras que Jessica era camarera en Chili's en Las Vegas. Los dos trabajaban duro para mantener a sus hijos, todos menores de seis años.

UNA TRAGEDIA LOS GOLPEÓ

Los Reboredo llevaban una vida feliz cuando una tragedia indescriptible golpeó su mundo, poniendo todo de cabeza. A Robert le diagnosticaron cáncer testicular a los 25 años, y la enfermedad se había extendido a sus pulmones.

Con su condición, el padre no podía volver a casa con su familia ni seguir trabajando como carpintero. Fue admitido en un hospital en Los Ángeles, a horas de distancia de su amada esposa y sus dulces hijos.

Jessica bajaba a ver a su marido cada pocos días. Sin embargo, con el dinero escaso, se hacía difícil para ella hacer viajes frecuentes a Los Ángeles, cuidar a sus hijos y administrar su trabajo como mesera en Las Vegas.

MANTUVO SU SONRISA

A veces, incluso tenía que dormir en su automóvil porque no podía pagar los hoteles en Los Ángeles. A pesar de su terrible experiencia, la valiente mujer saludaba a todos con una cálida sonrisa y se mantenía resistente ante las interminables pruebas y tribulaciones de la vida.

Sin embargo, su grave situación no pasó desapercibida. Kimberly, su antigua maestra de segundo grado, cuidaba a Jessica y a su familia.

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“Ella era dulce y amable. Siempre quise tener una hija. Nos hemos mantenido en contacto desde entonces”, expresó la maestra sobre su antigua alumna.

UNA PRESENCIA ALENTADORA

Kimberly dijo que conoció a Jessica cuando tenía siete años e iba a la escuela en Las Vegas. De hecho, la exmaestra también fue testigo de la hermosa unión de la joven pareja y era como una segunda madre para Jessica.

Todos los días, la docente veía a la joven madre yendo a trabajar, atendiendo a los clientes con una sonrisa agradable y cuidando a sus hijos.

Por otra parte, Kimberly, quien consideraba a Jessica su hija, reveló lo orgullosa que estaba de la persona en la que se había convertido su exalumna.

MANTENÍA LA ESPERANZA

Kimberly notó que, a pesar de las probabilidades, Jessica todavía tenía la esperanza de que su amado esposo y padre de sus hijos mejorara y regresara a casa.

Ella reveló: “En su corazón, ella todavía está convencida de que su esposo estará aquí para ellos”.

LOS CLIENTES BENEVOLENTES

Ver a su antigua alumna luchando para llegar a fin de mes conmovió el corazón de Kimberly. Eventualmente, Jessica llegó a un punto en el que no solo estaba preocupada por los gastos médicos de su esposo, sino que estaba a punto de perder su hogar.

Un día de 2016, la madre estaba cumpliendo su turno habitual en Chili's cuando un cliente le dio una propina de $200. Poco después, la joven camarera recibió otra propina de $300, seguida de un tercer cliente que le entregó $500.

La residente de Las Vegas estaba abrumada por las emociones y no podía dejar de agradecer a los amables clientes. Sin embargo, aún había más por venir.

Un cuarto cliente le preguntó: “¿Cuánto te dejó?”. Cuando Jessica respondió “$500”, este cliente tomó su billetera y le entregó $1000.

INCREÍBLEMENTE CONMOVEDOR

Lo que sucedió después no era difícil de adivinar. Jessica tuvo un colapso emocional y no podía dejar de agradecer al cliente por su amabilidad.

Con voz temblorosa, la madre logró pronunciar con los ojos llorosos: “Ustedes no tienen idea de cuánto significa esto para mí. De hecho, mi esposo está en el hospital. Casi lo pierdo hace una semana”.

HABÍA MÁS POR VENIR

La mesera de Chili's aún no se había recuperado de la sorpresa cuando entró el Escuadrón Sorpresa de FOX 5 y una mujer llamada Monica Jackson la saludó.

Jessica miró con incredulidad cuando recibió un montón de sorpresas, incluido un cheque de $10.000, un automóvil para ir y venir del hospital y alojamiento en un hotel en Los Ángeles para cada vez que visitara a Robert.

SU ÁNGEL DE LA GUARDA

Sin embargo, la sorpresa más grande y conmovedora aún estaba por revelarse. ¿Quién crees que contactó al Escuadrón Sorpresa y les avisó?

Resultó que la exmaestra de escuela y segunda madre de Jessica, Kimberly, no soportaba ver el dolor de su querida alumna, así que no dudó e hizo lo que pensaba que era mejor.

“LO CONSEGUIRÁS”

Cuando la madre descubrió lo que había hecho Kimberly, las dos compartieron un largo y emotivo abrazo. Las lágrimas brotaron de los ojos de Jessica mientras agradecía a su maestra y al Escuadrón Sorpresa por su generosidad. “Ustedes son mis ángeles”, dijo.

Y

: "No tenía idea, pensaba que solo mi familia y yo estábamos tratando de hacer esto. Tratando de mantener vivas todas nuestras esperanzas y sueños y tratando de traer a papá de regreso a casa".

“Lo más importante es mantener la cabeza en alto y seguir sonriendo, porque mientras sigas sonriendo, lograrás salir adelante”, concluyó.

Lamentablemente, Robert falleció debido a su enfermedad el 12 de agosto de 2016. Pero estamos seguros de que debe haber estado inmensamente orgulloso de su esposa por cómo logró superar las dolorosas pruebas de la vida y permaneció a su lado con una sonrisa en la cara.

Esta conmovedora historia nos enseña que constantemente nos rodean personas de buen corazón. Incluso en nuestros momentos más difíciles podemos recibir ayuda de los lugares más improbables.

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