Tras la muerte de su padre, hija encuentra el diario que él le ocultó por más de 33 años - Historia del día
Una joven descubre el diario de su padre escrito 33 años antes, que le revela mucho sobre la historia familiar. Lo que lee allí la inspira a ofrecer cariño y consuelo a un niño que sufre.
Crecer sin una madre había dejado un gran vacío en la vida de Melissa Ochoa, a pesar de haber sido criada por un padre adorable y dedicado. De adulta, ella tuvo la firme determinación de ayudar y cuidar a niños.
Naturalmente, se convirtió en maestra de primaria. Su padre orgulloso aplaudió su decisión y la animó. Cuando Melissa tenía treinta y cinco años, su padre falleció. Su muerte arrojó una luz sobre su propio pasado que transformaría la forma en que se conectaba con los niños.
Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Unsplash
El hombre tuvo un ataque cardíaco masivo a la edad de setenta años, y la joven maestra quedó sola en el mundo. Su madre había muerto cuando tenía apenas tres años. Casi ni podía recordarla.
Cuando era adolescente, sus abuelos habían fallecido, y como tanto su madre como su padre habían sido hijos únicos, no tenía tíos, ni tías, ni una feliz tribu de primos.
Las madres y los padres ponen el bienestar de sus hijos por encima del suyo. Todos sus recuerdos de su madre eran de segunda mano. Le venían de fotografías e historias contadas por los amigos de su padre y su madre. Leonora había sido el amor de la vida del padre de Melissa, y él nunca había podido volver a formar pareja tras el golpe de su pérdida.
Melissa y su padre se habían refugiado uno en el otro, y habían sido muy unidos. El mundo sin él lucía desolador. Dos días después del funeral, tuvo que ir a la casa de su padre y recoger sus pertenencias. Lo que encontró allí cambiaría su vida.
En el cajón de la mesita de noche de su padre, encontró un viejo diario. Lo abrió y vio que empezaba semanas antes de la muerte de su madre. Hojeó las observaciones de su padre de ella cuando tenía dos años y sus planes de llevar a Leonora a una escapada romántica.
"Melissa se quedará con mamá. Quiero tener este tiempo a solas con Leonora, como era antes...". Melissa levantó la vista del diario. ¿Su padre había querido alejarse de ella? Luego continuó leyendo.
"Los médicos me dijeron que no hay esperanza, pero no quiero que Leonora lo sepa. Quiero que disfrute al máximo de estos últimos meses, sin temores ni preocupaciones...". ¿Su madre había estado enferma? ¿Estaba muriendo? ¡Pero Melissa siempre había creído que se había ahogado cuando su crucero se hundió!
Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels
Unas pocas páginas después, el misterio se resolvió. En ellas, su padre contaba la terrible historia del naufragio, de los pasajeros huyendo a los botes gritando. Él se había sentado con Leonora en uno en sus brazos hasta que un pasajero fuera de sí la había devuelto violentamente a la cubierta.
Había gritado y luchado, tratando de llegar a su esposa, de cambiar de lugar con ella, pero Leanne se había aferrado a la barandilla del barco y había sonreído. "Mi amor", dijo, "nuestro bebé te necesita, y ambos sabemos que estoy viviendo en tiempo prestado. ¡Cuida de nuestra Melissa, ámala por mí!".
El padre de Melissa reveló que durante los últimos treinta y tres años había vivido con la culpa de la muerte de su esposa, aferrándose a la vida solo para asegurarse de que su hija creciera sana y feliz.
Lee también: Conserje mayor vende cosas de su casa hasta que encuentra cheque por $12.000 en su bolsillo - Historia del día
Su última entrada, fechada pocos días antes de su muerte, decía: "Pronto estaré con mi amor, y mi corazón finalmente estará en paz". Melissa cerró el diario con lágrimas corriendo por sus mejillas.
Un año más tarde, Melissa contó la historia a una de sus clases, y les pidió que imaginaran lo que la mujer que había quedado en el barco que se hundía habría dicho, y los niños gritaron sus ideas, cada una más fuerte que la siguiente.
"¡Debería haberme divorciado de ti!" exclamó uno. "Te odio", exclamó otro. "¡Vas a arder en el infierno!".
Pero Melissa notó que un niño pequeño al final de la clase estaba tranquilo y tenía lágrimas en los ojos. Se acercó a él y le preguntó: "Freddy, ¿a ti qué te parece? ¿Qué dijo la madre?"
Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Unsplash
Freddy la miró y dijo en voz baja: "Creo que dijo 'cuida al bebé', porque eso es lo que mi madre le dijo a mi padre cuando murió el año pasado". Melissa puso sus brazos alrededor del niño y ambos lloraron por sus madres.
Melissa le dijo a la clase que Freddy tenía razón. "Las madres y los padres ponen el bienestar de sus hijos por encima del suyo, de eso se trata ser padre, y un día muchos de ustedes también serán padres. Ese día, quiero que miren a la cara de su hijo o hija recién nacido y recuerden esta historia, y sepan que de eso se trata el amor incondicional".
Lee también: Tras cita fallida, chica es cargada en brazos por un extraño 15 kilómetros hasta su casa - Historia del día
Esa noche, muchos de los estudiantes de Melissa se fueron a casa, echaron sus brazos alrededor de sus padres y los abrazaron con fuerza. Comenzaron a entender las difíciles decisiones que enfrentan los padres y el maravilloso poder del amor de una madre.
¿Qué podemos aprender de esta historia?
- Las madres y los padres ponen el bienestar de sus hijos por encima del suyo. Leonora sabía que se estaba muriendo y que su hija necesitaba a su marido, por lo que hizo el sacrificio final.
- Un duelo compartido es un duelo reducido a la mitad. Freddy se consoló al saber que había una persona en el mundo que realmente sabía exactamente por lo que estaba pasando porque ella había sufrido la misma pérdida: su maestra, Melissa.
Comparte esta historia con tus amistades. Podría alegrarles el día y serles de inspiración.
Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.