Mujer se burla de vieja caja de música que su esposo compró en el mercado por su cumpleaños, así que él le pide que la abra - Historia del día

Una mujer hizo rabietas y se burló de su marido por haberle regalado una caja de música de segunda mano por su cumpleaños. Él le pidió que la abriera y ella se conmovió hasta las lágrimas cuando reconoció algo más precioso que los diamantes y el oro dentro de la caja.

Albert, de 65 años, estaba perdido en pensamientos profundos sobre qué comprar para el 60º cumpleaños de su amada esposa Ruth. Con solo un par de días para el gran día, el hombre mayor no sabía qué regalarle esta vez.

"Le di ese collar de diamantes importado exclusivamente de Botswana en su último cumpleaños. ¿Le regalo un anillo esta vez?", pensó Albert. "No, ya le di un anillo por Navidad. ¿Qué debo regalarle? Dios, por favor, ayúdame".

Confundido y en un intento por hacer que el cumpleaños de Ruth fuera memorable y especial, Albert tuvo una idea y consultó el calendario para el próximo mercadillo de la ciudad.

"¡Ahaaaa! ¡Es el 6!", exclamó Albert mientras revisaba las fechas de la famosa feria de antigüedades que visitaba Santa Fe periódicamente.

Albert no era un comprador habitual del famoso mercadillo. Aun así, siguió su instinto de que allí encontraría el mejor regalo para Ruth.

Emocionado por ver el brillo en los ojos de Ruthie, Albert recorrió los puestos en una agradable mañana de domingo en busca de su regalo. Revisó varios puntos, pero nada le agradó hasta que un puesto de antigüedades llamó su atención.

"¡Genial! A Ruth le gustan las cosas antiguas", murmuró.

La tienda estaba adornada con una variedad de viejos gramófonos, obras maestras, instrumentos musicales y alfombras. Albert rebuscó entre las piezas exhibidas y algo en una vieja caja de música llamó su atención.

La tomó y, cuando la abrió, se dio cuenta de que no se trataba de una caja ordinaria. Albert la compró en el acto, seguro de que Ruth volaría a sus brazos y le diría cuánto lo amaba. No podía esperar para sorprender a su esposa en su cumpleaños.

Un 8 de marzo, a la medianoche, Albert caminó en silencio a su estudio para buscar el regalo que había envuelto cuidadosamente.

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Entró de puntillas a su dormitorio con el regalo y besó a Ruthie, que todavía estaba profundamente dormida. Su beso la despertó y no pudo dejar de sonrojarse al ver la caja de regalo en las manos de Albert.

"Feliz cumpleaños, Ruth. Te amo", dijo Albert cariñosamente, y le entregó el regalo.

Emocionada, Ruth lo tomó, mientras su mente adivinaba si era un collar precioso o un juego de aretes de diamantes esta vez. Para sorpresa de Albert, la sonrisa de su esposa se desvaneció y rápidamente un gesto de ira tomó su rostro.

"¿Una vieja caja de música? ¿Este es mi regalo de cumpleaños?", gruñó y arrojó el regalo sobre la cama. "¿Cómo puedes ser tan ridículo? ¡Llévate esto antes de que lo rompa!".

"Pero cariño. Pensé que te encantaría", dijo Albert, decepcionado.

"¿Me encantaría? ¡Lo odio!... No es nada comparado con el collar de diamantes y los anillos que me diste antes. ¡Qué tacaño de tu parte regalarme un artículo de segunda mano obsoleto para mi cumpleaños!".

Albert sintió una punzada aguda cuando Ruth siguió burlándose de él por elegir algo del mercado de pulgas como regalo. "¡Tienes mucho dinero! ¿Cómo te atreves a darme esa cosa vieja? ¿Cómo puedes siquiera pensar que seré feliz con ese regalo?", gritó Ruth.

"Pero cariño, esto vale más que todos los diamantes y el oro que te he dado antes. ¿Por qué no lo ves desde mi perspectiva?".

"¿Tu perspectiva? ¿Estás ciego? ¿No ves cuántos años tiene esa cosa? ¿Parezco una niña que quiere una caja de música, una vieja, para mi cumpleaños?".

Ruth siguió hablando de cuánto odiaba el regalo de Albert, y en un momento, el pobre hombre perdió la paciencia, especialmente después de que su mujer le pidió que saliera y tiró la caja de música al suelo, casi rompiéndola.

"¡BASTA! ¡BASTA! Quería que tu cumpleaños fuera especial", exclamó Albert. "Pero si así es como reaccionas, déjame recuperar este regalo".

Ruth se calmó y quedó en estado de shock porque nunca antes había visto a Albert tan molesto.

"Quiero preguntarte algo. ¿Abriste la caja y viste lo que hay dentro primero?", reclamó Albert.

"No, no lo hice. Y no lo haré. Desde el exterior, es evidente que es un viejo pedazo de basura que no sirve para nada. No espero encontrar nada mejor en el interior", replicó Ruth.

Albert estaba dolido, pero insistió en que su esposa al menos abriera la caja y le diera cuerda. "Solo ábrela, por favor, luego decide si todavía quieres lastimarme".

Resignada, Ruth no discutió más. Abrió la caja con vacilación y le dio cuerda, solo para estallar en lágrimas poco después.

"Esto es increíble", gritó. Las lágrimas brotaron mientras miraba a Albert con un brillo en los ojos, tal como él se lo imaginaba. "Disculpa cariño. Lo siento mucho. No sabía que aún recordarías esto".

Ruth se arrojó a los brazos de Albert mientras la caja de música tocaba una hermosa melodía, la misma que habían bailado en su primera cita hace 40 años. "Este es el mejor regalo de cumpleaños que he recibido, querido. Te quiero mucho y no puedo creer que todavía recuerdes la canción", lloró Ruth.

Albert atenuó las luces de su dormitorio y bailó con su amada esposa durante mucho tiempo. Miró sus ojos llorosos y la besó en la frente. "¡Feliz cumpleaños amor!", le dijo y la perdonó.

"Incluso mil piezas de diamantes y joyas de oro no se compararán con este momento. ¡Me encanta, cariño!", expresó Ruth, mientras lágrimas de alegría empapaban la chaqueta de Albert.

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¡La dulce melodía de la caja de música llenó la habitación de la pareja con abundante amor y preciosos recuerdos de su primera cita!

¿Qué podemos aprender de esta historia?

Algunas cosas son más preciosas que la riqueza material: Albert pensó que la vieja caja de música haría sonreír a su esposa en su cumpleaños. Pero después de verla, la arrojó y se burló de él por haberle regalado algo barato.

Sin embargo, Ruth se sorprendió cuando la caja de música tocó una melodía que habían bailado en su primera cita hace 40 años. También se dio cuenta de que era más valiosa que las joyas de oro y diamantes que Albert le había dado antes.

Piensa y verifica antes de decir algo porque podría lastimar a otros: Después de ver la vieja caja de música, Ruth le gritó a Albert, pensando que era un regalo ordinario. Ella no pudo ver su amor por un momento y cedió a sus deseos mundanos.

Ruth no lo pensó dos veces antes de lastimar a Albert en ese momento, pero después de darse cuenta del significado interno de su regalo, sintió pena y se disculpó.

Esta pieza está inspirada en historias de la vida cotidiana de nuestros lectores y escrita por un escritor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes son solo para fines ilustrativos. Comparte tu historia con nosotros; tal vez cambie la vida de alguien. Si desea compartir su historia, envíela a info@amomama.com.