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Un niño solo | Foto: Getty Images
Un niño solo | Foto: Getty Images

Niño se va de casa para encontrarle un esposo a su madre soltera: regresa en un bus lleno de soldados - Historia del día

Georgimar Coronil
11 ago 2022
19:20

Un niño, desconsolado al ver a su madre viuda luchando sola, huyó de casa para encontrarle un "esposo perfecto". Al día siguiente, regresó a casa en un autobús lleno de jóvenes soldados, cada uno con una rosa en la mano.

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Dicen que un hijo está más unido a su madre. Son emocionalmente abiertos y no siempre tienen que hacerse los duros cuando están cerca de ella. Pedro, de 8 años, y su mamá Matilda, no son la excepción.

Desde que Pedro perdió a su padre hace 7 años, su madre ha desempeñado el papel de ambos. Matilda hacía todo lo posible por hacer sonreír a Pedro, pero eso empezaba a agotarla.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Unsplash

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Unsplash

Ya no podía arreglar las cosas en casa y tenía un montón de reparaciones domésticas que hacer. Ella se encargaba de todas las tareas domésticas, y cada vez que Pedro se ofrecía a ayudar con los arreglos, ella se negaba, diciendo que era un "trabajo de hombres" y que no estaba hecho para un niño pequeño.

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En un intento de traer a ese caballero ideal a la casa para que hiciera todo el "trabajo de hombre" y aliviara la carga de su madre, Pedro se embarcó en la inusual misión de encontrar un esposo para Matilda.

"Mamá, ¿puedo subir a la escalera y arreglar esa bombilla por ti?", preguntó después de ver a su mamá luchando por cambiar una bombilla fundida.

Ella bajó la mirada y le sonrió. "Puedo con esto, pero me da un poco de miedo la altura", se rio.

El pequeño sabía que detrás de la sonrisa de su mami había mucho dolor. Odiaba que se negara a aceptar su ayuda e incluso discutía con ella a veces. Pero al final de su acalorada conversación, se rendía porque sabía que no podía ir en contra de las palabras de su progenitora.

La gota que colmó el vaso fue cuando Matilda casi se cae por el ático mientras intentaba arreglar una gotera en el techo.

Pedro se sobresaltó y salvó a su madre de la caída. Pero, en el fondo, estaba dolido y discutía con su ella sobre por qué nunca le permitía hacer ninguna de esas cosas. Cuando Matilda le dijo que ese tipo de trabajos eran solo para un adulto, el ingenuo niño decidió buscar a ese hombre para su madre.

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"Entonces, ¿permitirás que un hombre de verdad haga todo esto y descansarás si viene a casa?", preguntó Pedro con curiosidad.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

A la mañana siguiente, la madre intentó despertar a su hijo y este no se levantó. Lo sacudió y se asustó cuando un montón de almohadas se desprendieron de la manta.

"¡Pedro!", gritó Matilda, y todo el vecindario estuvo buscando al pequeño en poco tiempo. "¿Dónde se ha metido? Oh Dios, espero que esté por ahí... ¡Pedro!".

Mientras tanto, el niño estaba en un autobús que lo llevaría a una ciudad cercana. No tenía ni idea de a dónde iba, pero estaba decidido a volver a casa con un marido para su madre.

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Miró a su alrededor en busca del pretendiente perfecto, pero no le gustó. Quería a alguien más alto y musculoso que su madre.

"Solo un hombre alto y fuerte puede arreglar la bombilla, reparar el ático y cortar el césped", pensó Pedro. "Lo encontraré en la ciudad, estoy seguro. Allí hay muchos hombres fuertes".

Poco después, se bajó del autobús y se puso a dar vueltas, buscando al caballero perfecto. Se acercó a un grupo de sujetos y los observó.

"Oye, chico, ¿qué crees que estás haciendo?", le preguntó uno de ellos. "¿Por qué nos miras?".

Inocente y curioso, Pedro dijo: "Estoy buscando un esposo para mi madre. Necesito un hombre alto... ¡Todos ustedes son bajos y gordos!".

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pixabay

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pixabay

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La ingenua respuesta del chico dejó a los hombres con la boca abierta, seguida de una oleada de risas.

"¿QUÉ? ¿Estás buscando un marido para tu madre?", corearon los hombres, burlándose del pobre niño. "¿Tienes su foto, chico? Estoy seguro de que debe ser preciosa".

Pedro se quedó perplejo porque no sabía que los hombres le estaban tomando el pelo. En ese momento, un oficial del ejército que estaba comprando flores oyó el murmullo y se acercó al niño.

"Hijo, ¿qué haces aquí solo?", preguntó Alex Torres. "¿No estás con tus padres? Dónde están y qué haces aquí?".

Pedro le dijo que estaba buscando un marido para su madre.

"Para que haga todos los arreglos de la casa porque mamá siempre está cansada. Ayer casi se cae. Si hay un hombre en casa para hacer todo ese trabajo, mamá podrá descansar. Así que quiero encontrar un esposo para ella".

La inocencia del niño intrigó a Alex. Lo llevó a conocer a su tropa y le dio unas galletas. Luego le pidió la dirección al chico para llevarlo a su casa.

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"No, no me iré a casa hasta que encuentre un hombre para mi madre", argumentó el chico. "Quiero encontrar un marido para mi madre... No me iré a casa hasta entonces".

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Unsplash

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Unsplash

Los otros soldados se quedaron asombrados. Un poco más tarde, Alex le prometió a Pedro que le ayudaría si aceptaba ir a casa con ellos.

"Encontraremos un caballero para tu madre de nuestra base, hijo", aseguró Alex. "Pero solo si nos permites llevarte a casa".

El niño, feliz, aceptó y se subió al autobús militar. Pronto llegó cerca de su casa y vio a su madre en la puerta, llorando.

"¡Mamá!", gritó con alegría. "He vuelto a casa, y mira lo que he encontrado para ti... ¡Un esposo! No uno, sino muchos... ¡puedes elegir el que quieras!".

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Matilda y sus vecinos estaban encantados de ver al niño. Pero esa alegría se convirtió en sorpresa cuando le oyeron decir que había encontrado un "marido" para su madre.

"¿Qué? ¿Un esposo? ¿Para mí?", gritó Matilda.

Vio que una tropa de soldados bajaba del autobús y se acercaba a ella, cada uno con una rosa en la mano.

"Pedro, ¿qué está pasando? ¿Quiénes son estos hombres y por qué están aquí?", preguntó confundida.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Todos observaron con asombro cómo cada soldado se arrodillaba y entregaba una rosa a la madre. Pronto, ella tenía un ramo, y el último era de Alex.

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"Hola, señora Jurado", comenzó a hablar el oficial. "Debería estar muy orgullosa de su hijo. Hizo un esfuerzo adicional para hacerla feliz".

"Lo sé, pero lo siento... Es inocente, y no estoy buscando un marido", dijo Matilda, avergonzada y entre lágrimas.

"Señora Jurado, acabamos de mudarnos a una base cercana y queríamos ayudarla a arreglar su casa. Permítanos que le sirvamos, ¡haríamos cualquier cosa por usted y su pequeño hijo!" dijo Alex, conmoviendo a la madre.

En poco tiempo, la casa de Matilda se convirtió en un hogar precioso. Arreglaron las goteras del ático. También repararon la lavadora que no funcionaba bien. Cortaron el césped y el tejado quedó perfecto. Pintaron las paredes e incluso repararon los grifos. Los soldados decoraron el interior de la casa y el césped con hermosas luces.

"¡Ya está, su casa está lista!", dijo Alex con orgullo. "Si tiene algún problema, no dude en llamarnos... ¡Siempre estamos dispuestos a servirle!".

Conmovida por las palabras del amable oficial, Matilda le sirvió a la tropa una deliciosa cena antes de despedirse de ellos. Luego se acercó a su hijo llorando.

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"Pedro, no solo eres mi hijo. Eres un ángel", expresó. "No sé qué decir... ¡Muchas gracias y te quiero, cariño!".

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

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Los vecinos rodearon a la madre y al hijo, alabando el gran corazón y la inocencia de Pedro. Pero Pedro seguía preocupado tras ver a su madre llorar.

"Mamá, ¿por qué lloras?", preguntó. "¿Hay algo más que quieras que haga por ti?".

"¡Son lágrimas de alegría, hijo! Lo entenderás cuando seas padre y experimentes lo que yo siento ahora!", dijo Matilda, ¡abrazando más fuerte al pequeño Pedro!

Al final, la misión del inocente niño de encontrar al "hombre perfecto" para su madre le llevó a contar con el apoyo de una tropa de hombres serviciales. Además, Matilda aprendió a no rechazar a Pedro cada vez que quisiera ayudarla en las tareas domésticas.

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¡Así se hace, Pedro!

¿Qué podemos aprender de esta historia?

  • Los niños deben ser sensibles ante las dificultades de sus padres y ayudarles en lugar de limitarse a mirar: Cada vez que Pedro veía a su madre arreglando cosas en la casa, se ofrecía a ayudar. Ella lo rechazaba, diciendo que solo un hombre adulto podía hacer el trabajo pesado y los arreglos. Así, Pedro decidió ayudar a su Matilda a encontrar al hombre perfecto para hacer todas las tareas de la casa e incluso logró su hazaña.
  • A veces, la respuesta inocente de un niño puede tener una historia diferente. Presta siempre atención y ayúdales si puedes: Cuando Pedro le dijo a Alex que quería encontrar un marido para su madre, el soldado se quedó sorprendido. Después de escuchar la historia del niño, se unió a sus compañeros de tropa y fue a la casa del pequeño para ayudar a su madre. Al final, Pedro encontró a un grupo de soldados para ayudar a su madre.

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Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.

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