Boy Scout lava autos para ayudar a la abuela enferma de su mejor amigo: un auto se detiene en su casa y le da recompensa - Historia del día
Un niño explorador decidió renunciar a su esperada primera excursión para ayudar a recaudar fondos para la abuela de su mejor amigo, que debía ser operada. Días después, un todoterreno se detuvo frente a su casa para llevarle a una aventura sorpresa.
Camilo era un niño de 9 años que soñaba con ser boy scout. Había escuchado historias maravillosas sobre ser un explorador de su padre, que también fue scout.
A lo largo de los años, Camilo había esperado con ansias el día en que él y su padre se fuesen de campamento juntos. Desgraciadamente, sus sueños se rompieron cuando su padre murió inesperadamente, cuando él tenía seis años.
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A Camilo le costó años volver a hablar de cualquier cosa relacionada con ser un explorador. Solo después de que su madre lo animara, volvió a considerar la posibilidad de unirse a la Asociación de Scouts.
"Estoy segura de que a tu padre le habría encantado que siguieras sus pasos, Camilo. Estaría muy orgulloso", le dijo un día Abril, su madre.
"¿De verdad, mamá? ¿Crees que papá se alegraría de verme convertido en boy scout?", preguntó.
Abril asintió con la cabeza. "Por supuesto, cariño. Tu padre estaría muy orgulloso de ver que por fin te conviertes en un explorador", aseguró, tratando de convencer a su hijo.
Camilo se armó de valor y finalmente se inscribió. Fue a la oficina de la organización para conseguir su uniforme y apuntarse a su primera excursión, prevista para ese fin de semana.
Camilo se pasó toda la semana imaginando cómo sería la excursión: aprendería a hacer nudos, haría malvaviscos junto a la hoguera e iría a nadar con el resto de los chicos. Haría nuevos amigos y acabaría animando a sus compañeros a unirse a él en las próximas excursiones.
El jueves anterior a la excursión, visitó la casa de su mejor amigo del barrio, Mateo, para animarle a unirse a él. Sin embargo, se sorprendió cuando Mateo frunció el ceño y le dijo a Camilo que, por mucho que le gustara ir, no podía.
"¿Por qué no?", preguntó Camilo. "No es demasiado tarde para apuntarse. Hoy es el último día", dijo.
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"Mi abuela se ha fracturado la pierna mientras limpiaba la cocina esta mañana", reveló Mateo. "Necesita una operación urgente o no podrá volver a caminar bien. No sé cómo vamos a poder pagarla", añadió.
Camilo sabía que Mateo no tenía a nadie en su vida más que a su abuela Betty. Ella lo crio después de que sus padres murieran. La abuela se las había arreglado para cubrir sus gastos con la pensión de que cobraba cada mes.
Los padres de Mateo le habían dejado una herencia, pero desgraciadamente no podían tocar ese dinero, porque estaba destinado para su educación y su futuro. La pensión de la abuela Betty solamente alcanzaba para cubrir sus necesidades básicas.
"No te preocupes, Mateo. Encontraremos la manera de conseguir el dinero", dijo Camilo, con la mente llena de ideas sobre cómo podrían recaudar fondos para la operación de Betty.
Después de un rato, Camilo dijo que no iría a la excursión de los boy scouts ese fin de semana. "Pongamos un lavado de autos para recaudar dinero", le dijo a Mateo en su lugar.
Aunque Mateo dudó en aceptar la ayuda, le dio las gracias a Camilo y le prometió que irían de excursión juntos cuando las cosas mejoraran. "Eres un gran amigo, Camilo. Gracias", dijo.
Camilo y Mateo montaron un lavado de autos improvisado en un estacionamiento local. Hicieron pancartas y folletos, que enviaron a sus vecinos.
Poco después, la gente hizo cola para apoyar a los chicos. Algunos desconocidos incluso les dieron dinero sin lavar sus vehículos, lo que aumentó considerablemente su fondo.
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Un profesor de Camilo lo vio en el lavado de autos con Mateo ese sábado por la tarde. "¡Camilo! ¿Qué haces aquí?", le preguntó. "¿No se supone que deberías estar de excursión? Llevas semanas hablando de ello", dijo el profesor, sorprendido.
Camilo asintió. "Mi mejor amigo me necesita ahora mismo, señor Contreras. La excursión puede esperar, pero la operación de su abuela no. Estamos intentando recaudar dinero para poder pagarla", reveló.
El Sr. Contreras no pudo evitar sentirse conmovido por el desinterés de Camilo. Inmediatamente, supo que quería ayudarles en su causa, así que llamó al director de su escuela para aumentar los esfuerzos de recaudación de fondos y a la Organización Scout para informarles de la hazaña de Camilo.
Cuando el chico llegó a la escuela la semana siguiente, el director ya había enviado un correo electrónico a toda la asociación de padres para pedir donaciones monetarias para la abuela Betty.
Mientras que el lavado de autos de Camilo y Mateo recaudó 1020 dólares en donaciones por lavar más de cuarenta carros durante el fin de semana, los esfuerzos del director recaudaron un total de 12.000 dólares. Esto fue suficiente para cubrir la cirugía de la pierna de la abuela Betty.
"¡Muchas gracias, señor!", dijo Camilo tras enterarse por el director de que habían recaudado suficiente dinero para pagar la operación. El director llamó a Mateo a su despacho y el niño estaba llorando.
"Mi abuela se va a poner bien", exclamó. "Gracias. Muchas gracias por ayudarnos", dijo agradecido.
Días después, un todoterreno se detuvo frente a la casa de Camilo. "¡Guau! ¡No puede ser verdad!", exclamó el niño cuando vio una fila de boy scouts marchando hacia la puerta de su casa, llamándole.
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"¡Hola, boy scout!", le saludaron. "¿Estás preparado para tu primera aventura?", le preguntó el líder de la tropa.
Camilo se quedó boquiabierto. Miró a su madre, que sonreía de oreja a oreja. "¡Sorpresa, cariño!", dijo ella, entregándole su mochila llena de artículos de campamento.
Camilo abrazó a su madre, sorprendido. Todos subieron al todoterreno y se dirigieron al campamento. "Espero que te haga sentir orgulloso, papá", susurró Camilo.
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¿Qué podemos aprender de esta historia?
- Un corazón bondadoso ayuda incondicionalmente: Camilo no dudó en ayudar a Mateo cuando se dio cuenta de que necesitaba una mano. Lo hizo incluso si eso significaba no poder ir a la excursión que había estado esperando sin pedir nada a cambio.
- Los buenos amigos son valiosos. Atesóralos y demuéstrales tu aprecio: Camilo le probó a Mateo lo buen amigo que era al sacrificar su felicidad para ayudarle en un momento difícil de su vida. Los verdaderos amigos como Camilo son difíciles de encontrar, así que es mejor atesorarlos y demostrarles que se les aprecia.
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Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.