Abuela que crio sola a su nieto y gastó sus ahorros en su boda se entera de que él no la invitó - Historia del día

Una anciana que había criado sola a su nieto se decepcionó cuando él decidió no invitarla a su boda. En medio del dolor, ella decidió darle una lección.

“¿Dijo que no estoy invitada a la boda o mi cerebro me está jugando una mala jugada?”, pensó Gloria entre lágrimas. Estaba hablando por teléfono con su nieto y no podía creer lo que acababa de escuchar.

Gloria, de 88 años, había dedicado toda su vida a su único nieto, Joseph, después de que sus padres murieran en un accidente automovilístico. Ella lo había criado completamente sola porque era viuda cuando ocurrió la tragedia.

Pero nunca se arrepintió de su decisión. Ella lo crio como a un hijo, y él significaba todo para ella. Tenía dos trabajos para pagar su educación, y cuando él fue a la universidad, vendió sus joyas para cubrir su matrícula.

En cada paso de la vida de Joseph, Gloria fue su pilar de apoyo. Y bueno, él también la amaba. La visitaba durante las vacaciones universitarias, la ayudaba en la casa y la cuidaba.

Después de graduarse de la universidad, consiguió un trabajo y se mudó, pero visitaba a Gloria todos los fines de semana. Pero después de que se comprometió con su novia, Clara, las cosas empezaron a cambiar.

“¿Cuándo vas a invitar a cenar a tu prometida, Joseph? Quiero conocerla”, se lamentó un día Gloria en una llamada. “¿No quieres que tu abuela la conozca?”.

Joseph se rio nerviosamente y trató de evitar la pregunta. El padre de Clara era un millonario hombre de negocios y le daba vergüenza presentarle a su abuela. Llegó a la conclusión de que se sentirían decepcionados al saber su origen.

“Bueno, sabes que he estado abrumado con el trabajo, abuela”, dijo, evitando la pregunta. “Pronto trataré de presentarte a Clara. Tal vez podrían verse en una videollamada... Ya veré”.

“No teníamos toda esta tecnología cuando teníamos tu edad, Joseph. Preferiría que pudieran venir, pero si insistes, lo haremos así”.

Gloria renunció a convencer a Joseph de que invitara a Clara, pensando que la videollamada no era una mala idea. Y una semana después, conoció a Clara. Era una chica encantadora, pensó la anciana, ¡y se veía genial con Joseph!

Gloria estaba feliz por ellos. Clara le dijo que celebrarían la boda muy pronto, por lo que la anciana se sintió muy emocionada. Había estado ahorrando algo de dinero para la boda de su único nieto a lo largo de los años, ¡y ahora quería darles a él y a su futura esposa el mejor regalo de bodas!

Estaba deseando que llegara ese día y se compró un precioso vestido rosa para la ocasión especial.

“No puedo esperar al hermoso día”, se recordaba todas las noches antes de irse a la cama. Pero todas sus esperanzas fueron aplastadas. Al no recibir la invitación a la boda, llamó a su nieto para preguntarle al respecto. La llamada no salió bien.

“¿Está todo bien, cariño? No estoy segura de cómo preguntarlo, pero ¿no se suponía que la boda sería este mes?”, preguntó.

“Abuela, por favor no me odies por esto…”, dijo Joseph en voz baja, y el corazón de Gloria comenzó a latir con fuerza. “La boda es la próxima semana, pero tú no estás invitada…”.

“La familia de Clara es bastante rica, y sabes abuela... Hemos llevado vidas bastante simples, y tú destacarás en forma negativa entre los invitados a la boda. Todos son sofisticados y ricos... Lo siento”, se disculpó y colgó.

Gloria estaba en estado de shock cuando terminó la llamada. “Debo haber entendido mal. Él no quiso decir eso, ¿verdad?”. Pero pronto cayó en cuenta de que su nieto no la había invitado.

Gloria lloró toda la noche, incapaz de creer que su querido nieto se avergonzaba de ella. Se preguntó si esa era la razón por la que él no había invitado a Clara a su casa. Comenzó a dudar de los sentimientos de Joseph y decidió poner a prueba su amor por ella.

Apenas unas horas antes de la boda, Joseph recibió una llamada de la vecina de Gloria, la señora María. “Joseph, creo que deberías venir enseguida. Tu abuela murió mientras dormía”.

El mundo de Joseph se detuvo cuando escuchó la devastadora noticia. Salió de la ceremonia y corrió a la casa de Gloria con Clara. Ella había insistido en acompañarlo.

La señora María estaba llorando en el sofá de la sala cuando llegó Joseph. Tanto él como su novia llevaban sus atuendos de boda. “¿Dónde está la abuela? ¿Estaba enferma? ¡¿Qué pasó?!”, preguntó entre lágrimas.

La vecina se quedó atónita al ver sus trajes. Ella no tenía idea de la boda. “Joseph, tú... ¿Te ibas a casar hoy?”.

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“He sido un nieto terrible”, Joseph de repente se arrodilló y empezó a llorar como un niño. Clara lo abrazó para consolarlo. “Ella me crio desde que tenía solo ocho años, ¿y qué hice? Solo le causé dolor... Ella quería asistir a la boda, pero me negué a invitarla. Debe haber estado devastada. ¿Cómo podré alguna vez perdonarme a mí mismo?”.

“Clara, te mentí. Me avergonzaba no provenir de una familia adinerada, así que no quería que tu familia conociera a mi abuela. Creo que te mereces un hombre mejor. Te mentí al decirte que la abuela estaba enferma y no podía asistir a la boda... ¡Soy la peor persona del mundo!”.

Gloria miraba todo desde otra habitación. Le dolía el corazón al ver cuánto había lastimado a Joseph, pero quería darle una lección para que se arrepintiera de lo que había hecho.

“Sí, fuiste un mal nieto”, dijo Gloria mientras aparecía frente a todos. “No estoy muerta, solo quería darte una lección”.

Antes de que Gloria pudiera decir algo más, Joseph corrió a sus brazos. “Lo siento mucho, abuela. Oh, estoy tan feliz de que estés viva. Vas a venir a la boda. Lo siento mucho…”.

“Está bien…”. Le frotó suavemente la espalda para calmarlo, como solía hacer cuando era un niño. “Lamento haberte hecho llorar frente a tu prometida, pero sentí que solo así tomarías conciencia de tus acciones. Ahora deja de llorar… Tenemos una boda “, afirmó feliz.

“Tu abuela es adorable”, dijo Clara. “Y a pesar de lo que hiciste, no cancelaré la boda. Lo siento, Gloria... Pido disculpas en nombre de los dos. Yo debí haberte invitado personalmente”.

Joseph estaba muy avergonzado por lo que había hecho. La pareja invitó a Gloria a la boda, y ella se sentó con orgullo junto a los padres de Clara durante el intercambio de votos matrimoniales.

Más tarde, tuvieron una pequeña recepción con solo familiares cercanos, y Joseph y Clara usaron los atuendos que Gloria les había comprado como regalo de bodas.

¿Qué podemos aprender de esta historia?

• Nunca te avergüences de tu familia: Gloria había dedicado muchos años y esfuerzos para criar a Joseph y quedó devastada cuando él la excluyó de la boda por no ser rica.
• Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde: Gloria decidió darle una lección a su nieto, al fingir su muerte. Al creerla muerta, él se sintió devastado por haberla dejado de lado en su boda y por haberse sentido avergonzado de ella. Por suerte, estaba a tiempo para arrepentirse.

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