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Niños vendiendo limonada. | Foto: Shutterstock
Niños vendiendo limonada. | Foto: Shutterstock

Niños venden limonada para ayudar con las facturas médicas de mamá: un día patrullas de policía se acercan a ellos - Historia del día

Vanessa Guzmán
12 oct 2022
22:00

Después de enterarse de que su madre no podía salir del hospital hasta que pagara sus facturas médicas, un par de hermanos decidieron vender limonada para ganar dinero. Un día, los coches de policía llegan a la entrada de su casa por algo que los dos niños nunca esperaron.

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Johnny y Nancy se quedaron con su abuela Linda cuando su madre fue hospitalizada por una enfermedad. Llevaban cinco días con su abuela y tenían curiosidad por saber cuándo finalmente podrían ver a su madre.

"¿Cuándo vuelve mamá a casa, abuela?", le preguntaron una tarde. Su abuela suspiró y les dijo que podría tomar un par de días más.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

"El hospital no permitirá que se vaya hasta que se paguen todas sus facturas médicas. Le di a tu mamá todo lo que pude, pero aún no es suficiente. Todavía hay una gran cantidad que debemos pagar", explicó la mujer mayor.

A Johnny y Nancy les preocupaba que su madre tuviera que permanecer más tiempo en el hospital. La extrañaban mucho y querían que volviera a casa lo antes posible.

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"¿Qué tal si ponemos un puesto de limonada, Johnny?", Nancy le preguntó a su hermano mayor. "Podemos recoger los limones del jardín y hacer jugo fresco con ellos", sugirió.

Su hermano sonrió. "¡Es una gran idea, Nancy! ¡Vamos, comencemos! También podemos hacer algunas pancartas para nuestro stand". Salieron al patio trasero a recoger limones.

Esa misma tarde, Johnny y Nancy se quedaron afuera toda la tarde vendiendo limonadas. Hicieron lo mismo todos los días después de la escuela, pero solo lograron ganar diez dólares.

"¿Cómo vamos a ayudar a mamá con diez dólares?", preguntó Nancy con tristeza. "Hay muy pocas personas en nuestro vecindario. Tal vez deberíamos instalar nuestro puesto en algún lugar donde haya muchas personas", planteó.

"No podemos hacer eso, Nancy. ¿Cómo llevaremos todo esto allí? La abuela Linda no podrá ayudarnos", suspiró Johnny.

Los dos se sentaron al costado del camino, luciendo derrotados. Estaban tristes porque no podían ganar dinero como querían.

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Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Después de un par de segundos, su reflexión silenciosa fue interrumpida por el fuerte sonido de las sirenas de la policía. "Johnny, hay autos de policía que se dirigen hacia nosotros", dijo Nancy en pánico. "¿Están aquí por nosotros?".

Johnny se sentó más cerca de Nancy y los dos observaron cómo los policías salían de sus autos y caminaban hacia ellos. "¿Qué hicimos?", susurró el niño.

"¡Hola, muchachos!", saludó uno de los policías. "Mi amigo Jacobo dijo que sus vecinos tenían un puesto de limonada frente a su patio. ¿Es de ustedes?".

Los dos niños se asustaron con la pregunta, tragaron grueso y asintieron con la cabeza. "Lo siento, oficial. No pensé que habría nada de malo en montar un puesto de limonada. Además, no ganamos mucho", trató de razonar Johnny.

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"No te preocupes, amigo. No están en problemas. Les compré un vaso a ustedes al otro día, ¿recuerdan? Les pregunté por qué vendían limonada y me dijeron que era para recaudar fondos para sacar a tu madre del hospital", interrumpió Jacobo al ver que Johnny y Nancy se ponían muy nerviosos.

"Le conté a mis amigos su historia y decidimos que queríamos ayudar. ¡Vengan! Asómense en la parte trasera de la patrulla que tenemos algo que mostrarles”, dijo Jacobo a los niños.

Lentamente, se dirigieron al maletero de uno de los coches de policía y vieron un puesto de limonada de madera muy bien pintado. "¡GUAU!", expresó Nancy, con asombro. "¡Eso es hermoso!".

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

"Hoy hay un gran festival gastronómico en el centro de la ciudad y les conseguimos un puesto. ¿Qué dicen? ¿Quieren pasar el resto del día ganando dinero?", preguntó Jacobo a los niños, que ya estaban saltando de la emoción.

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"¡SÍ! ¡Gracias, oficiales! ¡Es realmente cierto! ¡Ustedes son los héroes de la ciudad!", dijo Johnny. "¡Tengo que decirle a mi abuela!", señaló y salió corriendo hacia el interior de la casa.

Cuando llegaron al centro, los policías ayudaron a Nancy y Johnny a instalar su puesto. Linda acompañó a los dos niños y se sorprendió al ver a la gente haciendo fila para comprar un vaso de limonada.

Resultó que los policías no se limitaron a ayudar a los niños a instalar el puesto, sino que distribuyeron volantes sobre el puesto de limonada y para qué estaban recaudando dinero los niños. Hubo una gran multitud ansiosa por comprar su refrescante jugo. Además, muchos dejaron donaciones superiores al costo del producto.

Al final de ese día, los niños estaban sorprendidos por la cantidad de dinero que habían recaudado. Le entregaron todo a su abuela. "¿Qué piensas, abuela? ¿Es esto suficiente para traer a mamá a casa?", preguntó Johnny.

Linda tenía lágrimas en los ojos mientras asentía con la cabeza. "Esto es más que suficiente para que pueda salir del hospital", reveló. "Vamos, creo que le encantaría saber que sus hijos hicieron todo lo posible para tenerla de vuelta en nuestro hogar".

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Cuando su mamá fue dada de alta del hospital, decidieron visitar la comisaría al día siguiente. Allí, agradecieron a los policías por su ayuda y amabilidad y prometieron seguir siendo buenos ciudadanos. Además, se propusieron devolverles la amabilidad que habían mostrado los oficiales.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

¿Qué podemos aprender de esta historia?

  • Si los ciudadanos del mundo pensaran como niños, el planeta sería un lugar mucho mejor para vivir: Johnny y Nancy estaban decididos a ayudar a su madre, así que montaron un puesto de limonada para ganar dinero. Un concepto simple hizo una gran diferencia cuando ganaron más de lo que su madre necesitaba para ser dada de alta del hospital
  • Si estás en condiciones de ayudar a alguien que lo necesita, hazlo: Los oficiales de policía no necesitaban ayudar a Johnny y Nancy a ganar más dinero, pero lo hicieron de todos modos. Fueron más allá de su deber, y terminaron cambiando la vida de una familia.
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Esta pieza está inspirada en historias de la vida cotidiana de nuestros lectores y escrita por un escritor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes son solo para fines ilustrativos. Comparte tu historia con nosotros; tal vez cambie la vida de alguien. Si desea compartir su historia, envíela a info@amomama.com.

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