logo
página principalHistorias Inspiradoras
Hombre con actitud de lamento. | Foto: Shutterstock.
Hombre con actitud de lamento. | Foto: Shutterstock.

Hombre ciego sostiene la mano de su esposa durante el parto: pide una prueba de ADN tras el nacimiento de sus gemelos - Historia del día

Vanessa Guzmán
13 oct 2022
08:40

Un ciego sostiene la mano de su esposa para "apoyarla" durante el parto. Después del alumbramiento, pidió una prueba de ADN para confirmar la paternidad de los gemelos, dejando a su esposa conmocionada.

Publicidad

Lauren y Jeff habían estado felizmente casados ​​durante cinco años, pero no tenían hijos. Ambos deseaban tener su hogar con niños y lo intentaban año tras año. Sin embargo, no lograban concebir.

La pareja estaba realmente estresada por eso y buscó todo tipo de tratamientos de fertilidad, pero nada parecía funcionar. En un momento, los tratamientos comenzaron a afectar la salud de Lauren y Jeff le pidió que dejara de intentarlo. Ni los médicos eran optimistas sobre sus posibilidades.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Pero Lauren no se rindió. "Intentémoslo una vez más, Jeff. Tengo la sensación de que esta vez no nos decepcionaremos".

"Pero Lauren, ¿y si no funciona? Escucha, cariño, siempre podemos adoptar. Ambos amamos a los niños y criaríamos con el mismo amor".

Publicidad

"Jeff", dijo Lauren, sosteniendo sus manos. "Solo una vez, por favor. Eso es todo lo que te pido. Juro que aceptaré mi destino después de eso...".

Al notar a Lauren tan desesperada, Jeff no tuvo el corazón para rechazarla y decidieron intentarlo por última vez. Sorprendentemente, para la pareja, cuando Lauren se hizo una prueba de embarazo semanas después, mostró dos líneas.

"¡Jeff!", exclamó, corriendo hacia él y abrazándolo. "¡Estamos embarazados, Jeff! ¡Lo estamos! ¡Vamos a ser padres!".

"¿Qué? ¿Lo dices en serio?", preguntó con incredulidad.

"Sí, cariño. ¡Vamos a ser padres! ¡Oh, no puedo creer esto!".

Jeff y Lauren no podían dejar de llorar después de enterarse de que estaban embarazados. Visitaron al ginecólogo de Lauren al día siguiente y ella les advirtió que el embarazo era complicado, pero Lauren decidió que seguiría adelante de todos modos.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Publicidad

A lo largo del embarazo, Jeff fue un esposo que apoyó mucho a Lauren. Hbaía tenido una infancia terrible, por lo que quería darles a sus hijos una vida maravillosa. Como era ciego, sus padres biológicos lo abandonaron en un orfanato, donde todos los niños se burlaban de él y nadie lo adoptó.

Luego, cuando salió del orfanato, conoció a Lauren. Era amable y extrovertida. Él era introvertido y ella era como un soplo de aire fresco para él. Su romance condujo rápidamente al matrimonio y, antes de que se dieran cuenta, habían pasado cinco años juntos.

Lo único que faltaba en su vida eran los niños, y cuando se enteraron de que finalmente iban a ser padres, estaban encantados.

"Le daremos a nuestro hijo toda nuestra atención, cariño", le dijo Jeff un día. "¡Seremos adorados como padres!"

"Por supuesto cariño", respondió Lauren. "Hemos esperado esto durante tanto tiempo. ¡No puedo esperar para abrazar a nuestro hijo!".

Pero una noche, sucedió algo que agotó la felicidad de Jeff de tener el bebé. Escuchó a Lauren hablando con alguien por teléfono. "Él no sabe todo sobre el embarazo, y no lo sabrá", fueron las palabras exactas que escuchó. Y de repente, todos esos momentos que había pasado esperando a su hijo ya no lo hacían feliz.

Publicidad

Sabía que la concepción de Lauren era un milagro. ¿Ella lo había engañado? ¿Se aprovechó de su discapacidad como ciego y se acostó con otro hombre a sus espaldas?

Jeff deseaba desesperadamente saber la verdad. Estaba tan seguro de lo que había oído. ¿Qué escondía Lauren? ¿Su mundo feliz se derrumbaría pronto?

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Había innumerables preguntas en la cabeza de Jeff, pero no se atrevía a confrontar a Lauren. Su embarazo fue complicado y cualquier tipo de estrés no sería bueno ni para ella ni para el bebé. Así que Jeff tomó una decisión. No le preguntaría nada todavía.

Durante nueve meses, Jeff fingió ser el feliz padre y esposo que no era. Sus sospechas le quitaron la felicidad, pero se comprometió con el cuidado de Lauren. Se aseguró de que el embarazo fuera bien y que el niño o Lauren no estuvieran en peligro.

Publicidad

Él la ayudó a organizar la habitación, compró juguetes y ropa para el bebé e hizo todo lo que un padre y un esposo harían. Aunque herido por dentro, seguía siendo humano, después de todo.

El día del parto fue duro para Lauren. Tenía un dolor insoportable y Jeff decidió quedarse a su lado para apoyarla durante el parto. Él tomó su mano, asegurándole que todo estaría bien. "Solo un poco más de tiempo, cariño. Aguanta. Todo va a estar bien".

En ese momento, Jeff olvidó lo herido que estaba y la seguridad de Lauren era todo en lo que pensaba. Estuvo a su lado durante todo el proceso y rezaba constantemente para que todo saliera bien. "Todo va a estar bien, cariño. Puedes hacerlo. Estoy aquí”.

Afortunadamente, el alumbramiento fue exitoso. Los médicos los felicitaron y las lágrimas de Lauren no dejaban de caer mientras sostenía a sus recién nacidos. Eran hermosos.

Sin embargo, Jeff dijo de repente algo que arruinó el ambiente feliz de la habitación. Se emocionó al escuchar sobre el parto y, en ese momento, espetó: "¡Me gustaría hacerme una prueba de ADN ahora! No estoy seguro de ser el padre, ¡así que quiero hacerme una prueba de ADN!", dejando a Lauren sorprendida.

"¡Jeff!", gritó Lauren débilmente. "¿Qué estás diciendo? ¡Estás tan equivocado! ¡Por favor, detente!".

Publicidad
Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

"Oh, ¿en serio, Lauren? ¿Es por eso que le estabas diciendo a alguien por teléfono, 'él no sabe todo sobre el embarazo, y no lo sabrá'? Te escuché, Lauren. Tú no sabes lo difícil que ha sido para mí... Desde ese día, tuve dudas sobre el embarazo. ¿Qué se supone que debo hacer?".

"Jeff…", dijo Lauren. "Extiende los brazos hacia adelante y sostén al bebé por un rato".

"¡No! ¡Quiero que me hagan la prueba de ADN! Eso es definitivo", insistió Jeff.

"Sostén al bebé y lo sabrás, Jeff. ¡¡Por favor!!".

Jeff extendió los brazos hacia adelante y los médicos le dieron al bebé con delicadeza para que lo sostuviera. "¿Ahora qué?", preguntó enojado.

Publicidad

"Son gemelos, Jeff", dijo Lauren. "Sostén a nuestro otro hijo... Te has convertido en padre no de uno sino de dos bebés. Eso es lo que te escondí para sorprenderte. Tenemos una niña y un niño. ¡Estábamos esperando mellizos!".

Cuando Jeff cargó a sus hijos, sus lágrimas no paraban de brotar. "¡No puede ser!", expresó llorando. "Oh, Dios... Acabo de... Estaba tan equivocado. Lo siento mucho, Lauren. Lo siento, bebés. Por favor, perdonen a papá".

Jeff abrazó a los bebés y se sintió muy mal por lo que había hecho.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Publicidad

¿Qué podemos aprender de esta historia?

  • Confía en tu familia: Debido a sus inseguridades, Jeff dudó de Lauren y pensó que estaba embarazada de otra persona. Cuando supo la verdad, se dio cuenta de que debería haber creído en su esposa y en su matrimonio.
  • Los sueños se hacen realidad: Si bien todos le dijeron a Lauren que dejara de intentar tener un hijo, incluidos los médicos, ella no perdió la fe y decidió darle una última oportunidad. Esta vez sus oraciones fueron respondidas y fue bendecida no con uno, sino con dos hermosos bebés.

Comparte esta historia con tus amigos. Podría alegrarles el día e inspirarlos.

Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.

Publicidad
Publicidad
Publicaciones similares