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Niña llorando. | Foto: Shutterstock
Niña llorando. | Foto: Shutterstock

Niñera se burla y hace llorar a la niña hasta que su mamá llega a casa antes de lo habitual - Historia del día

Georgimar Coronil
26 oct 2022
10:50

Una madre dejaba a su hija al cuidado de una niñera, sin imaginar lo que ocurría cuando ella no estaba en casa.

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¿Qué es lo más importante en la vida? ¿Tener éxito? ¿Ser respetado? ¿El amor? La vida de Marla se complicó cuando se convirtió en mamá soltera.

La mujer amaba a su hija, pero quería que se reconociera su talento, y para ello tenía que trabajar muchas horas. Marla inscribió a la pequeña Fiona en la mejor guardería, y contrató a una niñera muy recomendada.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

La madre pensaba que Fiona estaba en buenas manos. Marla la dejaba en la guardería y, a las cinco de la tarde, Patricia, la niñera, la recogía y la llevaba a casa.

Cuando la dama llegaba, Fiona ya se había bañado y cenado. Marla subía, le contaba un cuento a su hija y le daba un beso de buenas noches. Patricia hizo la vida de Marla mucho más fácil.

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No tenía que preocuparse si una reunión se retrasaba, Patricia estaba allí para cuidar de Fiona. Pero al cabo de unos meses, Fiona empezó a estar más callada y triste.

Los fines de semana, se aferraba a Marla constantemente con desesperación. "¿Qué te pasa, Fiona?", preguntaba, pero su hija se limitaba a mirarla con ojos de tristeza.

"¿Me amas, mami?", preguntó Fiona.

"¡Claro que sí, mi niña preciosa!", respondió Marla. "¡Qué pregunta tan tonta!".

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

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La madre pasaba más tiempo con su hija los fines de semana, organizando pequeñas excursiones. Fiona sonreía y disfrutaba de los paseos, pero los domingos por la noche se ponía triste.

"Por favor, mamá", dijo. "¿Tienes que ir a trabajar?".

"¡Sí, tengo que hacerlo!", contestó. "¡Tengo que ganar dinero para todo: comida, alquiler y juguetes!".

"No me interesan los juguetes", dijo Fiona. "Si al menos vinieras a casa después de la guardería… ¡ni siquiera quiero regalos para Navidad!".

"Ya está bien de tanta tontería, Fiona", respondió Marla. "Es hora de ir a dormir". Le dio un beso de buenas noches a su hija y apagó la luz.

Quiso descartar las palabras de su hija, pero algo no la dejó. Al día siguiente, Marla salió del trabajo temprano.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

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Iba a sorprender a Fiona, tal vez para llevarla a su restaurante favorito. Marla abrió la puerta de la casa silenciosamente y entró de puntillas para darle una sorpresa a Fiona, pero fue ella la que se sorprendió.

"¿Por qué crees que tu mamá trabaja todo el tiempo? Para no tener que verte, por eso", oyó decir a la niñera. "Por eso me paga. Incluso quiere que trabaje los fines de semana".

Marla entró en la cocina y Patricia, que llevaba un plato de sopa en la mano, lo dejó caer asustada. "¡Sra. Marla!", dijo. "¡Qué sorpresa! Mira Fiona, ¡Mamá está en casa!".

"¿Qué le estabas diciendo a mi hija?", preguntó Marla.

"Señora Mar… Mar…", tartamudeó Patricia. "Yo… yo solo estaba…".

"Sé lo que estabas haciendo", dijo Marla. "Estás despedida".

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Unsplash

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Unsplash

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"Por favor", suplicó Patricia. "Fue un malentendido".

"Creo que no", contestó Marla. "Lo he entendido todo perfectamente. Vete ahora mismo, y no esperes una referencia. ¡Eres una mujer cruel y despiadada! ¡FUERA!".

Fiona corrió hacia su madre y la abrazó. "Está bien, mi dulce niña", dijo Marla con ternura. "Mamá te quiere y, a partir de ahora, voy a estar aquí para ti".

Marla dejó de trabajar hasta tarde y empezó a buscar a Fiona en la guardería. Madre e hija estaban felices de compartir más tiempo juntas.

¿Qué podemos aprender de esta historia?

  • Escucha a tus hijos cuando te digan que algo va mal: Marla estaba tan metida en su trabajo que no vio las señales que le dio su hija.
  • Nadie puede cuidar de nuestros hijos tan bien como nosotros: Como tantas madres trabajadoras, Marla no tuvo más remedio que recurrir a la guardería, pero la mujer que eligió como niñera no era lo que parecía.

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Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.

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