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Un bebé siendo bautizado. | Foto: Getty Images
Un bebé siendo bautizado. | Foto: Getty Images

Padres no bautizaron a su hijo para que él pudiera elegir más adelante: se enteran de que los abuelos lo hicieron en secreto - Historia del día

Después de decidir dejar que su hijo eligiera su religión más adelante en la vida, una mujer descubrió que sus padres ya lo habían bautizado en secreto.

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“¡Esta es una violación total de nuestra decisión como padres y de todo lo que representamos! ¡Esto no está bien!”, le gritó Marissa a su madre, Cynthia, que había estado tratando de calmar la situación.

Unas horas antes, la joven se había encontrado a la Sra. Nancy, que vivía al lado de sus padres. No había visto a la mujer mayor en mucho tiempo y se detuvo a conversar. Pero la señora reveló algo que Marissa nunca imaginó que sucedería.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

“Entonces, ¿por qué no estuviste en el bautismo de tu hijo?”, le preguntó la vecina de sus padres.

“¿Qué? ¿Qué quiere decir? Mi hijo aún no ha sido bautizado. Mi esposo no es muy religioso y decidimos que era mejor esperar. Él elegirá cuando tenga 18 años”, Marissa explicó la situación.

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“Hmm... no, cariño. Tus padres bautizaron a tu hijo hace dos meses. Me mostraron las fotos”, respondió la Sra. Nancy, confundida.

Marissa no sabía qué decir. Le pidió a la mujer mayor que explicara más, pero ella no tenía información adicional. Así que hizo lo único que se le ocurrió y corrió a la casa de sus padres.

Se vieron obligados a confesar y trataron de justificar sus acciones. Pero la joven estaba furiosa.

“Fue por su propio bien”, justificó Cynthia, sonriéndole condescendientemente a su hija.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

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“¡NO! ¡Su propio bien es tomar sus propias decisiones, Madre! Esto es... ¡Nunca lo volverán a ver!”, amenazó Marissa y salió de su casa.

Ella rompió lazos con ellos, aunque intentaron llamarla, enviarle mensajes de texto y visitarla. Marissa y su esposo no estaban dispuestos a perdonarlos, así que los bloquearon y los evitaron, hasta que algo sucedió unos años después.

“¿De verdad?”, preguntó Marissa con asombro. Estaba hablando por teléfono con un abogado que representaba a una gran empresa. Esta compañía planeaba construir edificios de lujo en una zona de la ciudad.

Daba la casualidad de que uno de los lotes que planeaban comprar para su proyecto era la casa de sus padres. Ella era la propietaria oficial porque originalmente había pertenecido a su abuela y esta se la había traspasado.

Pero como su esposo tenía su propia casa, y sus padres habían vivido allí durante mucho tiempo, les permitió que se la quedaran. Sin embargo, todavía estaba a su nombre y el abogado ofreció una cantidad significativa de dinero para comprarla.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

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Después de escuchar más de la oferta, Marissa casi sintió que se le encendía la bombilla en la cabeza. Esta era la oportunidad perfecta para enseñarles a sus padres una gran lección.

“¡Marissa! ¡No! ¡No puedes hacer esto! ¡Esta es nuestra casa!”, le dijo Cynthia a su hija después de que esta última hablara con ella.

Inicialmente, sus padres estaban muy emocionados porque ella se había acercado a ellos después de años de haberse alejado. Pero esta no era la noticia que esperaban.

Su padre intervino. “Marissa, esto es cruel. ¿Te quieres vengar de nosotros?”.

“No”, dijo con frialdad mientras se encogía de hombros. “Es solo una gran oportunidad, y como no nos importan las opiniones, los deseos, las necesidades o las decisiones de los demás, decidí venderla. Es mejor que consigan un nuevo lugar para vivir”.

“¡Por favor! No hagas esto”, suplicó Cynthia, poniéndose de pie. “Lo sentimos mucho. No debimos haber hecho lo que hicimos. Fue un error. Estuvo mal. Hemos querido disculparnos durante años”.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

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“Solo pensábamos que esta nueva generación era muy diferente a la nuestra. La forma en que crecimos... bueno, un bautismo era importante para nosotros. Pero deberíamos haberlo discutido. Por favor, perdónanos”.

Marissa miró las lágrimas que caían de los ojos de su madre y comenzó a sentirse culpable. Pero Cynthia finalmente le había pedido disculpas, y eso era todo lo que siempre había querido. Su padre se unió a la disculpa y le suplicó que reconsiderara.

“¿Ven? ¿Ven lo horrible que es cuando otros toman grandes decisiones sin consultar primero?”, les preguntó Marisa. Dejó de hablarles con frialdad.

“Ya comprendimos, cariño. Lo sentimos mucho. ¡Por favor! Nunca más le impondremos nada religioso a nuestro nieto. Apoyaremos cualquier camino que decida tomar a los 18”.

“Incluso se puede cambiar de religión. Bueno, he oído que eso se puede hacer. No estoy segura”. Cynthia comenzó a balbucear.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

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“Ven aquí”. Marissa se levantó y le dio un gran abrazo. “Estaba mintiendo, mamá. Nunca vendería esta casa así. Pero tengo que contarles sobre la oferta. Creo que es buena. Es un buen dinero. Podrían comprar un lugar más pequeño y ahorrar el resto”.

“Ay, querida. ¡Gracias! ¡Gracias!”, dijo su madre con lágrimas en los ojos, pero estas eran de felicidad. Su padre respiró aliviado y, una vez que sus emociones se calmaron, hablaron sobre la oferta.

Eventualmente, decidieron seguir adelante con la venta. Los padres de Marissa se mudaron a un pequeño condominio y ahorraron el resto del dinero. Nunca más intentaron traspasar los límites o tomar decisiones con respecto a su nieto.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

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¿Qué podemos aprender de esta historia?

  • No puedes tomar decisiones por nadie más: Aunque puedes creer sinceramente que tienes la razón, debe dejar que los demás, especialmente tus hijos adultos, tomen sus propias decisiones.
  • A veces, los hijos pueden enseñar lecciones esenciales a sus padres: Marissa les mostró a sus padres lo equivocados que estaban al pretender quitarle sus opciones, y finalmente aprendieron lo equivocados que estaban.

Comparte esta historia con tus amigos. Podría alegrarles el día e inspirarlos.

Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.

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