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Niña llora al caer de la bicicleta | Foto: Getty Images
Niña llora al caer de la bicicleta | Foto: Getty Images

Conserje del parque ayuda a niña a llegar a casa tras caerse de la bici: ve una foto de su difunta exesposa allí - Historia del día

Mayra Pérez
23 nov 2022
11:30

Andrés, el conserje del parque, corre al rescate de una niña que se acaba de caer de su bicicleta. La ayuda a llegar a casa y hace un descubrimiento que le cambiará la vida, cuando ve una foto de su exesposa allí.

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Andrés amaba a los niños, por lo que aceptó de buena gana cuando un amigo lo recomendó para un trabajo de conserjería en un parque infantil local.

Siempre había deseado tener hijos, pero desde que su esposa lo había abandonado varios años atrás, perdió la esperanza. No tenía una familia propia y decidió permanecer soltero.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pixabay

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pixabay

Un día, el joven de 31 años estaba haciendo rondas en el parque, y se distrajo con un grupo de niños que estaban cerca del tobogán. Un grupo grande gritaba y corría con mucha emoción.

De repente, un fuerte sonido lo sobresaltó. Una niña en bicicleta había golpeado el piso de concreto con un ruido sordo aterrador y de inmediato comenzó a llorar.

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“¡Oye! ¡Ahí voy!… ¡Ya voy!”. Andrés corrió al rescate de la niña, la levantó en brazos y la sentó en el banco. Vio que tenía el codo y las rodillas gravemente magullados. La pequeña sentía mucho dolor y no dejaba de llorar.

Andrés fue rápidamente hasta la enfermería y regresó con un botiquín de primeros auxilios. Limpió las heridas de la niña y las vendó. Estaba preocupado por ella y no parecía que nadie se acercaba a preguntar por ella.

“¿Estás sola aquí en el parque?”, le preguntó a la niña. Ella asintió con timidez. “¿Cómo te llamas?”, quiso saber.

“Lori”.

“Está bien, Lori. ¿Puedes decirme dónde está tu casa? Yo te acompañaré”.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pixabay

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pixabay

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La niña le indicó a Andrés dónde estaba su casa, no muy lejos del parque. Tocó el timbre y un hombre alto y muy delgado abrió la puerta minutos después.

“Buenas tardes, vine a acompañar a Lori. Ella se cayó de la bicicleta en el parque. Trabajo allí”, dijo Andrés. Para su sorpresa, el hombre, Freddy, ni siquiera miró las heridas de Lori. Se mostró indiferente y frunció el ceño.

“¡Oh, está bien! Entra ya, Lori. ¡Gracias!”, dijo apresuradamente.

“No fue nada”, respondió Andrés, con aprensión. Cuando se dio la vuelta para irse, vio una foto en la pared de la sala de estar. Era de su exesposa, Betty.

Andrés no podía creer lo que veía. Él y Betty se habían divorciado hacía seis años. Perdieron contacto desde entonces, y había asumido que ella se había ido muy lejos.

No tenía idea de que se había quedado en el mismo pueblo y se había casado con otra persona. Varias dudas surgieron en la mente de Andrés. Miró a Lori y preguntó: “¿Quién es esa mujer en la foto?”.

La niña respondió: “¡Es mi mamá! Murió cuando yo era pequeña”.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

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Andrés estaba atónito y, mientras regresaba al parque, no podía quitarse de la cabeza la imagen de Betty. Más importante aún, se preguntaba acerca de Lori. Parecía tener unos seis años, ellos habían estado divorciados ese mismo tiempo.

“¿Me estoy perdiendo de algo?”, pensó.

Al día siguiente, Andrés buscó a Lori en el parque. Ella le había dicho que iba con frecuencia. Esperó en el lugar donde se había caído el día anterior, aunque dudaba que se presentara; sus lesiones parecían graves.

Pero la niña apareció, aunque sin su bicicleta. Había venido a agradecer al amable conserje por haberla ayudado a llegar a casa.

“¡Hola! Gracias por ayudarme ayer. ¡Mire, te hice un dibujo!”. Ella extendió su mano para mostrarle a Andrés el dibujo.

Andrés estaba encantado. “¡Oh, esto es muy dulce de tu parte, Lori! ¿Y dónde está tu papá?”.

La chica frunció el ceño. “Ese señor debe estar en la casa. No lo sé. No lo he visto desde esta mañana”.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Unsplash

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Unsplash

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“¿¿Ese señor??”. No entendía por qué se refería así al hombre que le había abierto la puerta, pero no quiso preguntarle. Sin embargo, mientras Lori hablaba sobre sus pasatiempos y sus dibujos animados favoritos, Andrés le arrancó algunos mechones de cabello de raíz para hacerle pruebas de ADN.

Los resultados llegaron dos semanas después y sorprendieron a Andrés. Según el informe, él era, sin lugar a dudas, el padre biológico de Lori.

“¿Lori es mi hija?”, se dijo Andrés, sin saber cómo canalizar lo que sentía.

Siempre había querido tener una familia, y el descubrimiento lo dejó sin palabras. Estaba feliz y confundido al mismo tiempo. No tenía idea de por qué la difunta Betty le había escondido a su hija.

Quería respuestas y sabía que solo una persona podía ayudarlo: Freddy, el segundo esposo de Betty. Al día siguiente, Andrés llegó a la puerta del hombre exigiendo respuestas.

“Las pruebas de ADN no mienten. Envié un par de muestras a diferentes compañías. Los resultados son precisos. Lori es mi hija. ¿Cómo es eso posible y por qué mi esposa no me lo dijo?”.

Freddy se negó a responderle. Cerró la puerta de golpe y no permitió que la chica saliera. “¡Lárgate, o llamaré a la policía!”, amenazó.

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Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

“¡Me voy ahora, pero te veré en la corte!”, gritó Adán. Cuando estaba a punto de irse, escuchó la voz de Lori. Ella estaba esperando para hablar con él junto a la ventana de su dormitorio.

“Andrés, ¿ya te vas? Hice otro dibujo para ti. ¿Quieres verlo?”.

Andrés se acercó a ella y le preguntó por Freddy. “Lori, ¿puedes hablarme de ese hombre que vive en tu casa?”.

La respuesta de la niña lo sobresaltó.

“Él no es bueno conmigo. Después de que mamá murió, me grita mucho y nunca me deja jugar o hablar con mis amigos. A veces me encierra en mi habitación y se va por muchas horas. Llega tarde a casa y se le olvida darme comida”.

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Andrés estaba furioso y se dio cuenta de que ya no podía dejar a su hija con el hombre. Apeló por su custodia en la corte, proporcionando pruebas de que él era el padre biológico de Lori.

Para su sorpresa, Freddy lo desafió en la corte. A Andrés no le cuadraba por qué el hombre, a quien no parecía importarle Lori, luchaba por su custodia. “¿Por qué está interesado en criarla?”.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

Eventualmente, Andrés obtuvo la tutela legal de su hija. Después de la audiencia, un abogado que manejaba el patrimonio de la difunta Betty se reunió con él con otra revelación impactante que le ayudó a entender todo.

“Señor Paredes, felicitaciones por ganar el caso. Ahora, estos son los documentos de la casa. La madre de Lori le dejó la propiedad a su hija y la heredará legalmente cuando cumpla 18 años. Hasta entonces, su padre o tutor será el custodio legal del patrimonio”.

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Todo estaba claro para Andrés. Se dio cuenta de que por eso Freddy quería la custodia. No estaba interesado en criar a Lori, sino en reclamar su herencia y además, tener un lugar donde vivir.

Andrés y Lori se mudaron juntos. Él estaba muy feliz de saber que tenía una hija. En su corazón, pudo perdonar a su exesposa, aunque jamás logró entender la razón por la que le había ocultado el embarazo. Solo podía agradecer al destino, por haberle permitido encontrarla.

“¿Vamos a vivir juntos?”, preguntó Lori. “Eso me hace muy feliz. ¿No volverá ese hombre? Él no me gusta”.

“¡Sí, cariño! ¡Estaremos juntos! Y no te preocupes. Ese hombre malvado se ha ido lejos de nosotros. Nunca volverá. ¡Tu padre está aquí contigo para protegerte!”, dijo Andrés, sosteniendo a su pequeña niña cerca de su corazón.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Unsplash

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Unsplash

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¿Qué podemos aprender de esta historia?

  • Algunos encuentros son verdaderamente milagrosos: Andrés anhelaba tener una familia e hijos. Después de su divorcio, vivió con la suposición de que estaba solo, pero el destino lo llevó a su pequeña hija que no sabía que existía.
  • Lucha por tus derechos y confía en tu victoria: Cuando Andrés descubrió que Lori era su hija, demandó la custodia legal de la niña. A pesar de tener que enfrentar al padrastro de la pequeña en la corte, salió exitoso.

Comparte esta historia con tus amigos. Podría alegrarles el día e inspirarlos.

Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.

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