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Un niño mirando por la ventana durante la Navidad.| Foto: Shutterstock
Un niño mirando por la ventana durante la Navidad.| Foto: Shutterstock

Solo la abuela pasa la Navidad con el pequeño Samuel: pronto sus ocupados padres reciben llamada de la policía - Historia del día

Un niño se vio obligado a pasar la Nochebuena solo con su abuela después de que sus ocupados padres fueran a atender una emergencia laboral. Más tarde esa noche, recibieron una llamada de la policía avisándoles que su hijo había desaparecido.

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La Navidad es una fiesta especial que los niños esperan con ansias. Está llena de canciones alegres, comidas festivas, regalos emocionantes y tiempo de calidad con la familia intercambiando historias conmovedoras y haciendo actividades festivas juntos.

Para Samuel, la Navidad era su época favorita del año porque podía decorar el árbol de Navidad, recibir regalos de Santa y, lo más importante, era un momento particular en el que sus padres se sentaban con él durante la cena y le prestaban atención.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

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Con la Navidad acercándose, el pequeño Samuel eligió el pino perfecto con su abuela para colocarlo dentro de la casa. Después de colocarlo, el niño comenzó a decorarlo alegremente con luces y adornos navideños. “¡Papá!”, gritó él desde el otro lado de la habitación. “¡Mira el árbol!”.

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Su padre, Peter, estaba demasiado ocupado trabajando en su computadora portátil como para siquiera mirar al niño. “¡Papá!”, llamó de nuevo. “¡Mira el árbol! ¡Ya casi está listo!”.

El hombre tampoco volteó a mirar en el segundo llamado del pequeño, entonces la abuela de Sam decidió llamar la atención de su hijo. “Peter, cariño. Sam está tratando de mostrarte algo”, dijo ella suavemente.

Peter finalmente miró hacia arriba, pero no para mirar el árbol. Dejó escapar un suspiro de frustración y se puso de pie.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

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“Estoy tratando de trabajar y ustedes dos me están molestando por un maldito árbol. ¿Cómo voy a terminar lo que estoy haciendo?”, dijo, saliendo furioso de la sala de estar.

Los ojos de Sam comenzaron a llenarse de lágrimas. Había estado ansioso por decorar el árbol porque finalmente significaba que la Navidad se acercaba y eso significaba poder pasar tiempo con sus padres.

“No te preocupes, cariño”, lo consoló la abuela Nelly. “El árbol está hermoso. Cuando tus padres terminen su trabajo, ¡apreciarán el gran trabajo que hiciste!”.

Sam asintió y le sonrió suavemente a su abuela. Sin embargo, la anciana podía ver el dolor y la tristeza en los ojos de su nieto y no podía hacer nada al respecto.

Durante la víspera de Navidad, Sam ayudó a la abuela Nelly a preparar la cena para la noche. Hornearon un pollo entero, prepararon un poco de pasta y un pastel de manzana para que lo disfrutaran.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

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El chico estaba muy feliz de ver a su mamá y papá sentados con él y la abuela Nelly en la mesa. No podía esperar para abrir los regalos con ellos después de la cena, antes de finalmente ver una película juntos, todos acurrucados uno al lado del otro en el sofá.

“Estoy tan feliz de que estén todos aquí”, le dijo Samuel a la familia. "La Navidad es mi época favorita del año porque podemos pasar tiempo juntos sin preocuparnos por nada más”, dijo sonriendo.

Los adultos alrededor de la mesa le sonrieron a Sam y asintieron con la cabeza. Comenzaron a servirse la cena entre ellos hasta que el padre del niño de repente recibió una llamada. “Es nuestro cliente”, dijo preocupado, mirando a su esposa Annie.

Peter y Annie acababan de cerrar un trato importante con un hombre de negocios que aprovechaba sus servicios como contratista de obras.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

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“¿Estoy segura de que eso podría esperar hasta después de Navidad?”, insinuó la abuela Nelly, al ver que Sam también tenía una mirada de preocupación en su rostro.

“Por supuesto que no. Si ignoro a nuestro cliente, podría revocar su oferta”, dijo Peter, levantándose de la mesa para atender la llamada.

Después de unos minutos, Peter volvió a la mesa. “Tenemos que irnos”, le dijo a su esposa. “Él quiere que revisemos una parte del plan antes de que terminen las festividades para que podamos comenzar con el proyecto antes del Año Nuevo”.

Annie asintió, tocándose la boca con una servilleta y bebiendo su vaso de agua antes de ponerse de pie. “Lo siento, mamá, lo siento, Sam”, se disculpó. “Intentaremos regresar tan pronto como podamos, pero no nos esperen despiertos”, dijo ella, dándole a Sam un beso en la frente.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

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“Pero mamá", protestó el niño. “¡Es Navidad! Se supone que deben pasarla con su familia. ¿Su cliente no puede esperar otro día?”, preguntó él, con los ojos llenos de lágrimas.

“¿No me escuchaste, Sam? Tenemos que arreglar esto lo antes posible. La abuela estará aquí para celebrar la Navidad contigo. También dejamos tus regalos debajo del árbol. ¡Estoy seguro de que te encantará!”, dijo Peter para tratar de consolar a su hijo.

“No me importan los regalos. ¡Quiero que USTEDES estén aquí! Los dos pasan muy poco tiempo en casa durante todo el año. La Navidad es el único momento en que podemos pasar tiempo juntos”, dijo llorando.

“No hagas esto más difícil, Sam”, le advirtió su mamá. “¡Trabajamos duro para tener comida en nuestra mesa cada Navidad y regalos debajo del árbol! No seas desagradecido”.

Antes de que Sam y la abuela Nelly pudieran decir algo más, Peter y Annie salieron de la casa. La anciana hizo todo lo posible para animar a Sam, pero era difícil para él animarse sabiendo que no iba a pasar la Nochebuena con sus padres por primera vez.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

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Horas más tarde, mientras Peter y Annie estaban revisando su plan con su cliente, recibieron una llamada de un número desconocido. “¿Hola?”, respondió Peter, pensando que podría haber sido otro cliente de ellos.

“Hola, señor. Es la policía. Le habla el oficial Bastidas. Le llamamos por su hijo, Sam”, dijo. El corazón de Peter se detuvo al escuchar esto, sintiéndose repentinamente culpable de haber dejado a Sam durante la Navidad.

“¿Qué pasa? ¿Qué le pasó?”, preguntó Peter apresuradamente, lo que preocupó a Annie, quien dejó de hacer lo que estaba haciendo para tratar de escuchar.

“Lo encontramos solo en el Mercado de Navidad, sentado en uno de los bancos. Al principio, pensamos que sus padres le habían pedido que esperara, pero incluso después de una hora, todavía estaba solo”.

“Está con nosotros en la comisaría. Por favor, venga a buscarlo”, dijo el oficial antes de colgar el teléfono.

Peter y Annie intentaron comunicarse con la abuela Nelly, pero ella no atendió ninguna de las llamadas. Se disculparon con su cliente y dijeron que necesitaban irse a casa por su hijo.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

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Cuando Peter y Annie llegaron a la estación, estaban llorando. Rápidamente, caminaron hacia la parte de atrás, donde buscaron a Sam. Vieron al niño sentado al lado de uno de los oficiales, envuelto en una manta.

“¡Sam!”, dijo Annie, apresurándose a abrazar a su hijo. “Lo siento mucho”, dijo ella llorando. “No podía imaginar lo que haría si te pasara algo. Gracias a Dios que estás bien. Lo siento mucho, hijo”.

“No te preocupes, mamá”, respondió Sam en voz baja. “Quería sentir el espíritu de la Navidad y celebrar la festividad, incluso si eso significaba tener que pasarlo solo”.

“Tenía muchas ganas de que llegara la festividad porque es la única vez que tenemos momentos ininterrumpidos como familia. Cuando dijeron que se iban a trabajar, quedé muy triste y la abuela Nelly se quedó dormida pasada la medianoche”, admitió.

Peter y Annie se miraron con mucha culpa en sus ojos. Habían estado descuidando a su propio hijo por el bien de su trabajo, y sabían que eso tenía que parar.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

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El padre revisó su teléfono y vio cinco llamadas perdidas de su cliente. Decidió decirle cortésmente que harían las solicitudes después de las festividades de Navidad, ya que ahora querían concentrarse únicamente en su hijo.

Los padres apagaron sus teléfonos y los volvieron a prender el día 26. Pasaron las Navidades con su hijo y la abuela Nelly, haciendo todas las actividades navideñas que Sam quería hacer.

¿Qué podemos aprender de esta historia?

  • Valora la infancia de tus hijos antes de que sea demasiado tarde: Peter y Annie estaban tan ocupados con el trabajo que a menudo descuidaban a su hijo, Sam. Es importante que no te pierdas la infancia de tus hijos, ya que crecen rápidamente y es posible que te des cuenta demasiado tarde.
  • No hay nada más importante que la familia. No importa cuán rico pueda ser uno, la vida no es satisfactoria sin seres queridos con quienes pasar los días: El dinero no puede comprar la felicidad, pero los momentos invaluables con la familia definitivamente te harán sentir feliz, contento y realizado.

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Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.

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