Joven jefe se burla de la nueva empleada mayor: un día el director de la empresa presencia el incidente - Historia karmática
Matilda tenía 65 años cuando la contrató una importante empresa de mercadeo. Por desgracia, su edad y sus habilidades no sentaron bien a su joven jefe, que se burló de ella por esta causa. No sabía que el karma le iba a pasar factura.
Era el segundo día de trabajo de Matilda y entró en la oficina con una agradable sonrisa. Acomodó su escritorio y empezó a revisar su correo electrónico. Entonces su jefe, Jonathan, convocó a sus compañeros a una reunión urgente.
Al llegar a la sala de reuniones, todos se apresuraron a sentarse excepto Matilda, a quien Jonathan detuvo.
Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels
"Lo siento, ¿qué hace aquí?", le preguntó. "Creo que nunca la había visto".
"Buenos días, señor", respondió Matilda cortésmente. "Soy la nueva integrante del equipo de ventas".
"¿La nueva qué?", Jonathan se rio. "Mire, señora, me temo que algo ha debido de salir mal, y le pido disculpas por ello, ¿de acuerdo? No contratamos a gente mayor". Jonathan no pudo evitar sonar condescendiente con la mujer.
"¿Perdón? No creo que mi talento tenga nada que ver con mi edad, señor. Fui contratada mediante un proceso de selección justo. Así que, si no le importa, ¡déjeme sentarme ahora!".
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Jonathan sonrió maliciosamente. "¡Como guste, señora! Además, hágame saber si no entiende la jerga de mercadeo. El mundo ha cambiado radicalmente en los últimos años. Las cosas no son como antes".
Jonathan no solo fue grosero con Matilda aquel día, sino que no paraba de burlarse de ella por su edad delante de sus demás empleados. Solo Matilda sabía lo difícil que le resultaba no perder la compostura.
Pasó un mes y Matilda estaba segura de que ignorar a Jonathan era la mejor manera de evitar sus burlas sobre su edad. Pero, por desgracia, las cosas no salieron como esperaba.
Jonathan se acercó a su mesa y empezó a ridiculizarla por los informes que había hecho. Podía haberle pedido que los corrigiera, porque había un pequeño error, pero en lugar de eso, empezó a avergonzarla por su edad.
"¡Por eso las personas mayores deberían quedarse en casa y pasar tiempo con sus familias! Este informe es ridículo. ¿Quiere que lo presente durante la reunión?".
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"Lo siento, señor", dijo Matilda disculpándose. "Lo reharé. Una hora es todo lo que necesito y estará listo".
"¡Una hora, ni de broma!", gritó Jonathan, tirando el informe al suelo delante de todos. "¡Creo que debería renunciar, Matilda! Es una anciana, y las mujeres de su edad deberían estar criando nietos, ¡no trabajando! ¿Quién demonios la contrató? Esa persona debió de estar loca".
"Señor", dijo Matilda a la defensiva. "Creo que es injusto que se meta con mi edad. Ya le he dicho que arreglaré ese informe, ¡y debería darme una oportunidad!".
Pero Jonathan siguió diciendo que Matilda no era apta para el trabajo porque tenía 65 años. De hecho, fue tan grosero con ella que la mujer estuvo a punto de llorar.
Jonathan no sabía que el director general, el Sr. Suárez, había presenciado todo el incidente. Justo después de llegar a su despacho, el Sr. Suárez pidió a su secretaria que llamara a Jonathan. En ese momento, el hombre no tenía idea de que su karma le pasaría factura.
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"¿Me llamó, señor?", preguntó Jonathan mientras tocaba la puerta del despacho de su jefe.
El Sr. Suárez asintió y le pidió que tomara asiento.
"Entonces, ¿sería tan amable de informarme sobre el desastre que he observado esta mañana? Creo que nunca nadie se ha enfurecido tanto por un error sin importancia como lo hizo usted, Jonathan… ¡Espero que sepa que estoy hablando de cómo trató a Matilda!".
"Señor, no lo entiendo: ¿Por qué contratar a una mujer que no está calificada para el trabajo? ¡Creo que deberíamos despedirla! ¡Ella no encaja aquí!".
"Bueno, ¿ha visto el currículum de Matilda?", preguntó el Sr. Suárez. "Supongo que debería echarle un vistazo, porque yo fui la persona que la contrató".
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El señor Suárez mostró el currículum de Matilda a Jonathan, y sus ojos se abrieron de par en par al leerlo. Le sorprendió descubrir que tenía mucho talento y que muchas empresas la buscaban.
"Tiene ideas brillantes", dijo el Sr. Suárez. "Tiene potencial de llevar a esta empresa a niveles increíbles si le damos una oportunidad, Jonathan. Pero me temo que no lo estamos haciendo. Quizá no lo sepa, pero mi madre fundó esta empresa a los 60 años y lo dio todo por ella. Según usted, no debería haberlo hecho, ¿verdad? Ella debería haber estado en casa, criando a sus nietos en su lugar. ¿Estoy en lo cierto?".
Jonathan se quedó sin palabras.
"¿Sabe qué? He decidido bajarlo de puesto y ascender a Matlida. Quiero poner al talento adecuado y neutral en el lugar que se merece. Va a ser la jefa del equipo de ventas a partir de hoy".
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Jonathan estaba sorprendido. Intentó persuadir al Sr. Suárez para que reconsiderara su decisión, pero el director general se mostró inflexible. Matilda también estaba asombrada, y agradecida por su ascenso, quería darlo todo.
Jonathan esperaba que ella se burlara de él ahora que era su jefa, y estaba seguro de que se vengaría. Pero Matilda no lo hizo, lo que lo impresionó aún más.
"Eres un hombre brillante, Jonathan", lo elogió. "Lo que quiero de ti es tu talento. Por lo que sé, podrías hacer maravillas. Así que dejemos a un lado nuestras diferencias y llevemos a la empresa a nuevos niveles. Ser joven o viejo es cuestión de mentalidad".
En ese momento, Jonathan se arrepintió de lo que había hecho. Se dio cuenta de que la edad de Matilda la diferenciaba del resto, pero no de la forma que él había pensado. Su pericia y experiencia demostraban que era una mujer con talento, que merecía estar en ese puesto, porque quería transmitir sus conocimientos a sus colegas más jóvenes.
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¿Qué podemos aprender de esta historia?
- El talento no distingue edades: Matilda tenía talento y merecía estar donde estaba, y Jonathan se dio cuenta de ello, aunque un poco tarde.
- Si haces el mal, tarde o temprano serás castigado por ello: No puedes escapar al karma. Jonathan se dio cuenta de su error cuando Matilda fue ascendida y tuvo que trabajar bajo sus órdenes. Entonces entendió que ella se merecía el ascenso.
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Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.