Melissa Gilbert, de 58, vendió mansión de Los Ángeles por una vida tranquila con su esposo: ella hornea pasteles y comparte con sus 9 nietos
Melissa Gilbert cambió su casa millonaria en la soleada California (Estados Unidos) por una vida tranquila en las afueras de Nueva York. La actriz admitió que intentó encajar en el molde de Hollywood, pero ahora disfruta de su estilo de vida natural, y está feliz y plena en su casa de campo.
Melissa Gilbert saltó a la fama muy joven. Se crio en el mundo del espectáculo con sus padres adoptivos: el actor Paul Gilbert, y la actriz y bailarina Barbara Crane.
Gilbert creció frente a las pantallas haciendo anuncios, pero su papel más famoso fue el de Laura Ingalls en la exitosa serie "Little House on the Prairie", que se emitió de 1974 a 1982.
Melissa Gilbert en Los Ángeles en 2015. | Foto: Getty Images
Siguió interpretando varios papeles de niña, hasta que hizo la transición a roles de adulta sin problemas. En 2003 fue elegida presidenta del Sindicato de Actores durante dos mandatos consecutivos.
Hoy en día, la famosa disfruta de una etapa diferente de su vida, en la que se ha alejado de Hollywood. Vive tranquila en el campo y pasa tiempo de calidad con sus nietos.
Melissa Gilbert se mudó a una cabaña en el bosque
En Hollywood, la mayoría de las cosas se hacen de forma extravagante, sobre todo lo relacionado con las propiedades. Pero Gilbert es una famosa atípica, que a diferencia de muchos de sus colegas, no le interesa la vida de la soleada California. En 2019, la actriz puso en venta su casa de un millón de dólares y adquirió una cabaña de 98.000 dólares en Nueva York.
Cuando una celebridad hace un cambio tan radical en su estilo de vida, la gente usualmente se pregunta si ha perdido su fortuna.
Pero este no fue el caso. Melissa siempre fue sincera sobre su deseo de recrear la vida sencilla que interpretó en "Little House on the Prairie". Inclusive, escribió sobre ello en su último libro de memorias, "Back to the Prairie."
La casa que la actriz y su marido compraron estaba abandonada por su anterior propietario. La dejó llena de un montón de trastos y plagada de ratones.
Sin embargo, la pareja no tuvo miedo de ensuciarse las manos. Se deshicieron de la comida podrida del frigorífico, de los armarios, y de los suelos pegajosos por la suciedad acumulada, pues estaban decididos a hacer la casa habitable.
Luego de una exhaustiva limpieza, el matrimonio instaló armarios nuevos, un ventilador de techo y un sofá. A Gilbert también le encanta tejer sus propias mantas, con las que añade calidez y un toque personal a su casa.
En el exterior, la actriz aprovechó bien el espacio y añadió jardineras elevadas, además de traer unas cuantas gallinas. La sensación general de la casa es cálida, acogedora y alegre, y parece que también le encanta a su perro, Chicago.
Además de su adorada casita de un solo baño, Gilbert y su marido tienen rentado un apartamento en Manhattan. Sin embargo, prefieren pasar los días en su casa del bosque.
Melissa Gilbert es una abuela orgullosa
A Gilbert le encanta ser abuela. Cuando dio la bienvenida a su nieta Ripley, dijo a sus seguidores que los inundaría con fotos de la bebé.
La actriz compartió varias instantáneas de Ripley en sus brazos, mostrando todo el tiempo que había estado acurrucada disfrutando. Gilbert y su esposo, Tim Busfield, tienen ocho nietos entre los dos.
La estrella tuvo a su primer hijo, Dakota, con su marido Bo Brinkman. Su matrimonio terminó después de seis años. Entonces, la actriz se casó con Bruce Boxleitner, con quien tuvo otro hijo, Michael.
Lamentablemente, su unión terminó tras 16 años. Boxleitner tuvo otros dos hijos, Sam y Lee, de su matrimonio con Kathryn Holcomb.
A pesar de haber puesto fin a su relación con su segundo marido, Gilbert siguió muy unida a sus hijastros y celebra con ellos sus momentos más importantes.
Cuando Melissa se casó con Busfield, se convirtió en madrastra de tres hijos más: Wilson, Samuel y Daisy Busfield. La famosa adora a su familia, tal y como lo demostró en el día internacional del hijo. Para la fecha, Gilbert compartió una sentida publicación en donde dijo que había sido bendecida con cuatro hijos, Dakota, Michael, Sam y Lee.
Elogió a sus retoños por ser generosos, amables, divertidos y talentosos y dijo que llenaban su corazón. Ahora que Melissa está disfrutando de su lado natural, viviendo una vida más sencilla, está aún más emocionada por llevar a sus nietos a su cabaña e introducirlos a una vida que ama profundamente desde niña.
La actriz dio la bienvenida a otra nieta, Rosemary, y como la abuela orgullosa que es, compartió la buena noticia con sus seguidores de Instagram. Las imágenes mostraban a la famosa con su nieta recostada sobre su pecho mientras sonreía feliz.
Una vida feliz en la pradera
Comenzar una vida en el mundo del espectáculo parecía fácil cuando era una estrella infantil. Pero a medida que crecía, Gilbert se dio cuenta de que la industria esperaba que se mantuviera joven por siempre, por lo que se puso botox y se sometió a cirugías plásticas, para tratar de recuperar su juventud.
Sin embargo, tras mucha introspección y sesiones de terapia, Melissa se dio cuenta de que no necesitaba encajar en el molde de nadie, sobre el aspecto que debía tener una mujer de 58 años.
Por eso, la actriz creó su sitio web, “Modern Prairie”. Allí, le demuestra a las mujeres que todas las etapas y edades son importantes, y que no tienen por qué pasar a un segundo plano al hacerse mayores.
Gilbert también da las gracias a su marido por su apoyo constante, y por aceptar mudarse al otro lado del país. La actriz adora su vida tranquila en su casa de campo de Nueva York, donde pasa el día horneando tartas, pintando y conectando con su comunidad.
Su objetivo es llevar una vida zen y alegre. Cuidar su cuerpo, comer alimentos sanos que cultiva en su huerto y disfrutar de su edad.
La famosa confesó que siempre había soñado con vivir una vida tranquila en la montaña. Sin embargo, durante mucho tiempo estuvo más preocupada por mantenerse delgada y encajar en el molde de Hollywood, que por vivir como quería.
Hasta que un día despertó y decidió llevar una vida que la llenara. Gilbert está agradecida por haber dejado atrás la mentalidad de centrarse en el exterior y no en el interior.
La actriz está feliz de haber adoptado el estilo de vida natural que siempre había deseado y ahora está en paz con su vida.
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