logo
página principalHistorias Inspiradoras
Taxi en la via | Foto: Shutterstock
Taxi en la via | Foto: Shutterstock

Taxista salva la vida de un niño con un viaje gratis al hospital: 18 años después, se reencuentran en el taxi - Historia del día

Mayra Pérez
15 feb 2023
15:00

Un taxista hace todo lo posible para llevar al hospital a una madre y su hijo pequeño que tiene una severa convulsión. 18 años después, tiene un conmovedor reencuentro con el mismo chico.

Publicidad

Había sido un día largo y agotador. Carlos había conducido durante 12 horas sin descanso. Amaba su trabajo, pero en ese momento necesitaba descansar. Había estado recogiendo y dejando pasajeros todo el día.

El taxista de 48 años quería llegar a casa pronto y relajarse, pero un extraño le hizo señas para que se detuviera. Apenas lo vio, Carlos se desvió a un lado de la vía.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

"¡Necesito ir al hospital! Mi esposa está allá a punto de tener a nuestro hijo", dijo el hombre. "¡La llanta de mi auto está pinchada y realmente necesito estar con ella!".

"¡Oye, felicitaciones, y por favor sube!", dijo Carlos. Estaba cansado, pero su deber era lo primero.

Publicidad

Dejó al hombre en el hospital y cuando estaba a punto de irse escuchó la voz del hombre: "Espera, no has cobrado tu tarifa… ¿Cuánto te debo?".

Pero Carlos se negó. "¡Está bien, amigo! ¡Todos los viajes a los hospitales son gratis!".

"¿Hablas en serio?".

"¡Sí! No dormiría tranquilo esta noche si te cobro. Se trata de la vida de una persona y no tiene precio. Así que no les cobro a los que hacen viajes al hospital. Que tengas un buen día, ¡y felicitaciones de nuevo!".

Carlos pasó junto al hombre, quien seguía atónito. "Ah, finalmente puedo irme a casa", suspiró el cansado conductor. Cuando estaba cerca de su casa, vio a una mujer muy alterada que bajaba de un taxi con un niño en brazos.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Unsplash

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Unsplash

Publicidad

"¿Qué está pasando? ¿Por qué le grita al conductor?", se preguntó y redujo la velocidad cerca de ellos. Se dio cuenta de que la mujer no estaba gritando, sino que le suplicaba al conductor que no la dejara allí.

"¡Por favor, no me dejes aquí! ¡Necesito ayuda!", suplicaba la mujer mientras el taxista se alejaba a toda prisa. "¡Vamos, mi hijo está muy mal! ¡Por favor!".

Carlos sintió curiosidad y detuvo el taxi para averiguar qué estaba sucediendo.

"Disculpa, ¿qué pasó? ¿Por qué lloras?", preguntó.

Pero su atención se enfocó en el pequeño en sus brazos. El niño tenía dificultad para respirar y sus brazos y piernas temblaban incontrolablemente. Se dio cuenta de que estaba convulsionando y le pidió a la mujer que se subiera a su taxi.

"Está convulsionando. ¡Apúrese, señora! Tenemos que llevarlo al hospital. ¡Rápido, entre!".

Carlos condujo lo más rápido que pudo, rezando para no quedar atrapado en el tráfico. El hospital estaba a varios kilómetros de distancia, por lo que tenía que apurarse para salvar al niño.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

Publicidad

No podía entender por qué el conductor anterior los había dejado durante una emergencia de este tipo. La mujer le explicó que ella y su hijo de cuatro años, Tomás, regresaban del parque cuando comenzó a llover.

"Le dije al conductor que le pagaría una vez que llegara a casa porque no tenía mi bolso conmigo. Pero luego mi hijo de repente empezó a convulsionar, así que le pedí que nos llevara al hospital".

"Él se negó. Me dijo que el hospital estaba a varios kilómetros de distancia, y allí no conseguiría el dinero para pagarle por su recorrido".

"No se preocupe. Llegaremos al hospital a tiempo, ¿de acuerdo?".

"¿Crees que lo lograremos? Tengo miedo por mi hijo", dijo aterrada. Pero Carlos estaba decidido a salvar a Tomás, así que siguió conduciendo.

Media hora después llegaron al hospital. Tomás fue llevado de urgencia a la sala de pediatría para recibir tratamiento, mientras su madre esperaba en la sala, llorando.

Mientras tanto, Carlos hizo todo lo posible para apoyar a la mujer. Estaba hambriento y exhausto, pero se quedó allí hasta que los médicos les dieron una actualización sobre el niño.

Publicidad
Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

Una hora más tarde…

"Señora Tamara, su hijo está fuera de peligro. Por suerte, llegaron justo a tiempo".

Tamara inmediatamente miró a Carlos y juntó sus manos, agradeciéndole por salvar la vida del niño: "Mi hijo te debe la vida… ¡¡muchas gracias!!".

Las lágrimas brotaron de los ojos de Carlos. Se alegró de que Tomás estuviera fuera de peligro. Más tarde, los dejó en casa y cuando Tamara le pidió que esperara mientras buscaba el dinero, él se negó.

"Tengo una política. ¡NO HAY TARIFAS para quienes van al hospital!", reveló Carlos. "Me alegro de que hayamos podido llegar tiempo. Hice lo que haría cualquier buen ser humano. Tengo dos hijos, así que sé bien lo que estabas sintiendo".

Publicidad

"¡Que tengan una buena noche! ¡¡Y por favor, dale mis saludos a Tomás!!".

Tamara jamás había sido testigo de tanta amabilidad y solo podía sentir un profundo agradecimiento. Carlos se fue y continuó siendo un hombre amable, y nunca cambió su lema de dejar pasajeros en los hospitales de forma gratuita.

No volvió a ver a la señora Tamara ni a Tomás hasta que un día, 18 años después, tuvo un reencuentro conmovedor.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Unsplash

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Unsplash

Carlos llamó un taxi para ir al hospital. Se había tenido que retirar prematuramente debido a algunos problemas de salud. Iba al hospital a hacerse unas pruebas. Estaba esperando afuera de su casa cuando el vehículo se detuvo.

Publicidad

"¡Hola! ¡¡Espera un segundo, ya voy!!", dijo Carlos al joven conductor. Se subió y le pidió que lo llevara al hospital.

"¡¡Muy bien, señor!!", respondió el conductor y arrancó el vehículo. No conversaron mucho durante el viaje. Cuando iban llegando, Carlos revisó su billetera y vio que no tenía dinero. Tenía su tarjeta, pero le preocupaba que el conductor no la aceptara.

"Disculpa, olvidé traer efectivo. ¿Aceptas tarjetas?", preguntó, rompiendo el silencio. La respuesta del joven conductor lo conmovió hasta las lágrimas.

"Señor, no tiene que pagarme. ¡Todos los viajes que hago al hospital son gratis!".

Carlos estaba atónito. "¿Viajes gratis al hospital? ¿Por qué?".

El conductor miró a Carlos por el espejo retrovisor y sonrió. "Porque cuando era pequeño, tuve convulsiones muy fuertes, y un amable taxista me llevó al hospital gratis y salvó mi vida".

"Mi madre me dijo que el conductor nunca cobraba por los viajes al hospital. Su amabilidad me inspiró, así que decidí seguir su ejemplo".

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Unsplash

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Unsplash

Publicidad

El corazón de Carlos se sintió más ligero y feliz. "¿Cómo te llamas?", le preguntó, y se estremeció cuando el conductor dijo: "Mi nombre es Tomás".

Carlos no habló más. Miró por la ventana, derramando lágrimas de alegría durante el resto del camino.

¿Qué podemos aprender de esta historia?

  • Siempre que puedas, ayuda a tu prójimo: Cuando Carlos vio que Tomás tenía convulsiones, lo ayudó a llegar al hospital a tiempo para que los médicos pudieran salvarle la vida.
  • Una buena acción puede cambiar la vida de alguien por completo: Cuando Tomás se enteró del amable taxista que le había salvado la vida, quiso seguir su ejemplo. Se hizo taxista y nunca cobraba a los que hacían viajes al hospital.

Comparte esta historia con tus amigos. Podría alegrarles el día e inspirarlos.

Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.

Publicidad
Publicidad
info

La información contenida en este artículo en AmoMama.es no se desea ni sugiere que sea un sustituto de consejos, diagnósticos o tratamientos médicos profesionales. Todo el contenido, incluyendo texto, e imágenes contenidas en, o disponibles a través de este AmoMama.es es para propósitos de información general exclusivamente. AmoMama.es no asume la responsabilidad de ninguna acción que sea tomada como resultado de leer este artículo. Antes de proceder con cualquier tipo de tratamiento, por favor consulte a su proveedor de salud.

Publicaciones similares