Mujer discapacitada tiene que arrastrarse hasta el baño de un avión cuando azafata se niega a ayudarla
Una viajera discapacitada y creadora de contenidos estaba deseando disfrutar de un viaje de vacaciones cuando las cosas se torcieron. Tuvo que enfrentarse a retrasos y a un vuelo transferido, y luego apenas consiguió sentarse en su asiento del avión. Pero la mayor decepción llegó poco después.
Viajar es una experiencia extraordinaria que permite a la gente desconectar, ampliar sus horizontes y ver las maravillas del mundo con sus propios ojos. Si es usted un auténtico amante de los viajes de corazón, le resultará familiar el repentino impulso de hacer las maletas y subirse a un avión, un autobús o el medio de transporte que prefiera.
Aunque todo el mundo desea disfrutar de su viaje y crear recuerdos preciosos e imperecederos, por desgracia, no siempre es así. A pesar de nuestros mejores esfuerzos y sinceras intenciones, algunos de nuestros viajes más esperados pueden convertirse en una auténtica pesadilla, como ocurrió con la historia de hoy.
Una bloguera de viajes y creadora de contenidos
Jennie Berry, que se identifica como bloguera de viajes discapacitada, divide su tiempo entre Londres y Hartlepool (Inglaterra, Reino Unido). Como reza la biografía de su perfil, le encanta viajar por todo el mundo y a menudo comparte testimonios sinceros de sus vacaciones en las redes sociales.
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Jennie afirma que no le ofrecieron sugerencias ni soluciones alternativas.
Una experiencia insólita
Dado su amor y pasión por viajar, Jennie está casi siempre lista para otra aventura. Sin embargo, en otoño de 2022, tuvo la experiencia más inverosímil mientras volaba del Reino Unido a Grecia.
Todo comenzó cuando se enteró del retraso de su vuelo, tras lo cual llegó otra noticia sorprendente: el vuelo de Jennie había sido transferido a Alba Star Airlines desde TUI UK. Pero aún no había terminado con su buena ración de sorpresas.
Una pesadilla viviente
Jennie pronto descubriría que la aerolínea española sólo tenía unos pocos aviones en su colección, que carecían del equipamiento necesario para hacer cómodo el vuelo de un viajero discapacitado. Como está paralizada de la cintura para abajo, siempre utiliza una silla de ruedas.
Cuando viajaba en avión, Jennie decía que a menudo se sentaba en una silla de pasillo, el equivalente a una silla de ruedas en los aviones que se utiliza para trasladar a personas discapacitadas. Por desgracia, el avión de la aerolínea que la sustituyó no disponía de ese servicio, lo que pronto convirtió el viaje de Jennie en una pesadilla.
El personal nada solidario
La bloguera recordó que el personal del aeropuerto internacional de Newcastle se negó a darle un asiento cerca de la parte delantera del avión. Así, tuvo que luchar con la aterradora experiencia de sentarse en la fila del medio, y aunque el personal de asistencia comprendió su dilema, ella tuvo que seguir lidiando con ello.
Pero el vuelo empeoró cuando Jennie sintió la necesidad de ir al baño. Cuando preguntó a la tripulación de la aerolínea si podía ir al baño, se limitaron a decirle: "No, no tenemos silla de pasillo a bordo”. Jennie afirma que no le ofrecieron sugerencias ni soluciones alternativas.
El incómodo viaje al baño
Sin saber qué más hacer, Jennie se echó en el suelo del avión y empezó a arrastrarse por el pasillo. Los pasajeros observaron cómo la residente del Reino Unido se dirigía por el pasillo al baño, y muchos le ofrecieron palabras de consuelo y apoyo.
Pero Jennie dijo que no recibió ayuda, ni apoyo, ni la más mínima empatía por parte de la tripulación de vuelo. "Cuando tienes que ir, tienes que ir", señaló la londinense, atribuyendo a la fuerza de su torso el mérito de arrastrarse por el largo pasillo del avión.
En un momento dado, Jennie llegó a agarrarse al carrito de las bebidas para apoyarse, pero ninguno de los miembros del personal acudió en su ayuda y continuó sirviendo a los pasajeros. Finalmente, consiguió llegar al baño, donde su novio, Owen, la ayudó a sentarse en el asiento del inodoro.
Jennie Berry aparece arrastrándose por el suelo del avión hasta el baño. | Foto: wheelie_good_life
Una solución absurda
Tras llegar al retrete por sus propios medios, Jennie quedó desconcertada cuando la tripulación le dijo: "Las personas discapacitadas deben llevar pañales a bordo". La angustiada mujer quedó estupefacta ante la absurda solución que le dieron, que según ella equivalía a decir a los discapacitados que mojaran sus asientos.
"Esperemos que esa solución no provoque ninguna fuga", divulgó Jennie, claramente disgustada por la sombría situación de personas como ella. Aunque era la primera vez que la trotamundos no tenía una silla de pasillo en un avión, la tripulación no lo consideró un problema.
Jennie afirmó que el personal de la aerolínea le dijo que nunca habían tenido ningún problema con personas discapacitadas que tuvieran que llevar pañales en sus 27 años de servicio.
Owen, el compañero de Jennie Berry, la ayuda a sentarse en el inodoro. | Foto: wheelie_good_life
Captura del impactante incidente
Owen, el novio de Jennie, que grabó la terrible experiencia de su novia a petición de ésta, quedó sorprendido por la falta de apoyo y asistencia del personal. Cuando se le preguntó por qué Jennie había filmado el incidente, dijo que deseaba compartirlo con el mundo y arrojar luz sobre el trato que recibían las personas con discapacidad.
La mujer reveló que incluso tuvo dificultades para usar el retrete porque el asiento era demasiado pequeño. Al salir del baño, una amable familia le ofreció su asiento en la parte delantera para que no tuviera que volver arrastrándose.
Jennie Berry aparece arrastrándose por el pasillo del avión. | Foto: wheelie_good_life
Avergonzada y humillada
Jennie, que siempre se sintió orgullosa de ser diferente a los demás, también había pasado por momentos difíciles. No era difícil adivinar que su viaje del Reino Unido a Grecia la hizo sentir avergonzada, degradada y herida por todas las razones equivocadas.
Que el personal le dijera que debía llevar pañal hirió sus sentimientos y la hizo sentirse humillada ante los demás pasajeros. Así, Jennie quiso alzar su voz por todas las personas discapacitadas que habían pasado por situaciones similares y temían hablar.
Alzó la voz
Como ávida viajera, Jennie hizo un llamamiento para que viajar fuera una experiencia fácil, cómoda y sin complicaciones para las personas discapacitadas. También contó lo que le habría ocurrido si no hubiera tenido fuerzas para arrastrarse por el suelo del avión hasta el baño.
Jennie no quería que otras personas como ella tuvieran las dos únicas opciones que ella tenía: orinar en sus asientos o arrastrarse por el pasillo. Como defensora de las personas discapacitadas, deseaba ver un cambio positivo en el sector de los viajes, en el que los miembros del personal no ofrecieran directrices sombrías.
Compartió sus pensamientos
En octubre de 2022, Jennie apareció en el programa "Good Morning Britain" para compartir su experiencia y hablar de la mala accesibilidad y el trato injusto que reciben los discapacitados. También reveló que el personal de la aerolínea le echó toda la culpa a su novio:
"El propio director general demostró perfectamente mis argumentos al afirmar que mi compañero debería haberme arrastrado por el pasillo hasta el baño en lugar de grabarme. ¿Valemos tan poco como para que nos arrastren al baño como a animales, en lugar de reconocer que no es lo suficientemente bueno y proporcionar equipos accesibles como hacen la mayoría de las aerolíneas?".
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Jennie dio las gracias a sus seguidores por su cariño y sus ánimos, y se comprometió a defender a la comunidad de discapacitados con la esperanza de que las cosas cambien a mejor.
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