Niño es aislado en cubículo escolar por sus largos rizos, ya que podrían suponer un "riesgo"
- Un niño de 9 años lleva dejándose crecer el cabello desde que tenía cuatro para donarlo a niños con cáncer.
- Sabiendo que su cabello supondría un problema en el colegio, su madre le ayudó a trenzar sus rizos sueltos para el primer día.
- Horas después, recibió una llamada en la que se le informaba de que su hijo había sido aislado en un cubículo debido a su larga cabellera.
Habib Abunijmeh, de nueve años, lleva dejándose crecer los rizos desde los cuatro. El pequeño esperaba que su cabello creciera lo suficiente para donarlo a una organización sin fines de lucro llamada Wigs for Kids, que proporciona pelucas a niños con cáncer.
Con su melena por encima de los hombros, al pequeño Habib le faltaban pocos centímetros para alcanzar la longitud de 30 cm necesaria para donarlo. Pero su madre, Faye Abunijmeh, nunca habría imaginado que la buena obra de su caritativo hijo acabaría siendo un problema con su colegio.
Para decepción de Habib y Faye, el Distrito Escolar Independiente de Joshua (JISD), en Estados Unidos, intentó frustrar los esfuerzos del niño, alegando que su cabello infringía el código de vestimenta de la escuela. La dirección del colegio le dio instrucciones para que se lo cortara antes de que se reanudara el curso escolar.
Faye habló de lo orgulloso que estaba Habib de sus rizos porque tenía la oportunidad de hacer algo importante. Quería poder dar a un niño, que pasaba por un momento tan difícil en su vida, algo que le hiciera sentirse bien. Su madre acabó iniciando una petición contra la norma del colegio en la que exponía lo sucedido.
Al principio, Habib y su madre se habían librado del código del cabello el primer día de clase tras encontrar un resquicio en las normas.
Con ayuda de Faye, el largo aire rizado de Habib se transformó en una trenza recogida en la espalda. Aunque sus esfuerzos bastaron para que el niño entrara en el colegio ese primer día, la madre recibió la temida llamada una mañana.
Faye se enteró de que su hijo de 9 años había sido aislado en un cubículo
Esa mañana, la escuela llamó a Faye para decirle que su hijo, que según ella nunca se metía en problemas, había sido suspendido por no seguir el protocolo escolar. Esto significaba que el pequeño había sido aislado en un cubículo, que solo podría abandonar una vez que cumpliera las normas establecidas.
Tras la llamada, Faye, poco entusiasmada, telefoneó inmediatamente al superintendente de la escuela, quien le envió por correo electrónico las directrices del código de vestimenta de la institución. Según las normas de aseo estipuladas en ese código, los chicos tienen prohibido dejarse crecer el pelo más allá de la parte inferior del cuello de la camisa o de la cresta del cuello de la camiseta.
La historia de Habib es tan inspiradora como importante.
Al parecer, el colegio tenía una serie de normas diferenciadas para chicos y chicas. A diferencia de las niñas, a los niños no se les permitía peinarse con coletas y tenían limitaciones en cuanto a la longitud de las patillas.
Faye contó que su hijo le había preguntado por qué a su hermana se le permitía llevar el cabello largo y a él no. La madre de dos tachó las normas de sexistas y discriminatorias.
Tras sus idas y venidas con el superintendente de la escuela, donde explicó el motivo del largo cabello de su hijo, Faye recibió un último mensaje. Se le dijo que las normas mencionadas se habían establecido para enseñar a los niños prácticas de higiene y aseo y evitar desórdenes:
"Es encomiable que su hijo quiera dejarse crecer el cabello para donarlo a una organización como Locks of Love. JISD tiene un código de vestimenta que todos los estudiantes deben seguir para asistir a la escuela... Todos los aspectos se desarrollaron para enseñar aseo e higiene, prevenir interrupciones y minimizar los riesgos de seguridad".
En defensa de la elección de su hijo, Faye declaró que la norma negaba a su hijo la oportunidad de tener un impacto en su comunidad. Intentó pedir aclaraciones sobre por qué el largo del cabello de su hijo era peligroso, antihigiénico y perturbador, ya que se asegura de que ella y sus hijos practican una buena higiene en casa, pero nunca recibió respuesta.
La injusta norma escolar no impidió a Habib cumplir su sueño
Imperturbable ante los esfuerzos por impedir que cumpliera su deseo, Habib logró su objetivo de donar su cabello. Alcanzó con creces la longitud de 30 centímetros requerida y se dejó crecer el pelo hasta 50 centímetros. Tras lavarlo, secarlo y alisarlo, su hermosa cabellera estaba lista para ser donada.
Mientras posaba orgulloso con su cabello recién cortado en las manos y luciendo un nuevo y fresco look, Habib estaba listo para dejarlo crecer de nuevo. Su madre contó que él quería esperar hasta el último curso para hacerlo, y que la familia esperaba que para entonces hubieran encontrado un colegio que aceptara mejor la igualdad y el cambio.
En Twitter, Faye publicó una serie de fotos de ella, Habib, y su hermana pequeña, radiantes de orgullo mientras sujetaban no solo su antigua cabellera, sino también la de ella y la de su hija. Añadió un mensaje que decía:
"Lo conseguimos, 30 cm solo de Habib. Yo logré 40 a 43 cm y Zayna 50 cm, todo enviado hoy por correo a @CWHL_org @CWHLMI @TheLonghairs; no podemos esperar a ver las caras de los destinatarios. Sé que no sabremos quién lo recibió específicamente, pero la idea de hacer feliz a alguien me hace feliz #habibdwabe".
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La historia de Habib es tan inspiradora como importante. Enseña a no rendirse a la hora de ayudar a los demás, aunque eso signifique verse sometido a obstáculos y trabas injustas en el camino. El acto de ser tan desinteresado a una edad tan temprana muestra al mundo una o dos cosas sobre ser conscientemente caritativo, una característica que debería ser fundamental en la experiencia humana.
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