Hijo jura convertirse en el "hombre de la casa" tras divorcio de su madre, luego vuelve a casa en camión de mudanzas - Historia del día
Cuando sus padres se divorciaron, Kevin veía a su madre llorar constantemente y prometió cuidar de ella, ya que era el "hombre de la casa". Al cabo de unos días, Kevin apareció, sorprendiendo a su mamá con un camión de mudanzas y una sorpresa que ella no esperaba.
"Mamá, por favor, no llores. Todo va a salir bien", consoló Kevin a su madre, Carmen. Eran las dos de la madrugada y había vuelto a oírla llorar. Había sido igual desde que su padre la dejó por otra mujer. Estaba destrozada, y cada día parecía ir a peor.
"Siento haberte despertado, Kevin. Vuelve a dormir". Su madre sollozó contra la almohada, rogándole que se fuera. Pero Kevin se negó y le dio unas palmaditas en la espalda para consolarla.
Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels
"No, mamá. Estoy aquí para ti", insistió.
"Eso es muy generoso, pero sigue sin explicar lo del camión", continuó Carmen, desconcertada.
"No deberías tener que hacerlo. No debería estar así. Pero esta casa... hay tantos recuerdos aquí, y me mata cada vez", explicó Carmen entre lágrimas.
"Ahora haremos nuevos recuerdos", replicó su hijo. "Estoy aquí para ti, mamá".
"No debería ser así. Yo soy tu madre. Tengo que cuidar de ti". Se lamentó, volviendo la cara hacia la almohada para acallar su llanto.
"Voy a cuidar de ti, mamá. Ahora soy el hombre de la casa", juró el niño de 13 años y se quedó con su madre hasta que se durmió.
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Esa pauta se repitió durante varias semanas tras la marcha de su padre. Carmen estaba demasiado devastada, y ni siquiera el hermoso sol de Miami era suficiente para hacerla sonreír. Kevin no tenía idea de qué hacer, pero había prometido cuidar de ella. Había que hacer algo.
***
Por suerte, Carmen mejoró al cabo de un tiempo. Ya no lloraba en toda la noche y era más ella misma, aceptando que su esposo nunca volvería. Seguía triste, pero algo la había distraído.
Kevin había estado llegando a casa más tarde de lo habitual, y su ropa siempre estaba más sucia por alguna razón. Era extraño. No tenía idea de lo que estaba pasando, pero no quería preguntárselo.
Carmen estaba demasiado avergonzada de su comportamiento en las últimas semanas, y ya era hora de actuar como una madre y fingir que todo iba bien.
Sin embargo, Kevin tenía otra idea. Un día, Kevin gritó a su madre desde la calle. "¡Mamá! ¡Sal ahora mismo! Tengo una sorpresa para ti!".
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Carmen había estado preparando la cena, pero se lavó las manos y salió corriendo sólo para ver a su hijo saludándola desde el interior de un camión en marcha. El conductor también sonreía. "¿Qué...?", empezó ella.
"¡Mamá! ¡Tú querías mudarte, así que nos mudamos!", gritó Kevin al salir del camión. Sus manos estaban extendidas de par en par como presentando la sorpresa a su madre.
"¿Pero cómo?", dijo sorprendida Carmen.
"Es una larga historia...".
Kevin explicó que se enteró de que uno de los profesores del colegio, el Sr. Perkins, se mudaba a Tampa. Se ofreció voluntario para ayudar al señor con su equipaje y, finalmente, el chico le habló de sus problemas en casa.
"Entonces, el Sr. Perkins dijo que tenía dos casas en Tampa que solían estar alquiladas, pero que ahora estaban vacías. Él se va a mudar a una, ¡y nos ha ofrecido la otra! Podemos mudarnos allí, mamá. Puede ser el nuevo comienzo que necesitamos!".
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"Eso es muy generoso, pero sigue sin explicar lo del camión", continuó Carmen, desconcertada.
"Oh, el hijo del Sr. Perkins tiene una empresa de camiones de mudanzas, y como agradecimiento por mi ayuda con su embalaje y clasificación, nos lo ofreció. Fue al mercado conmigo y conseguimos un montón de cajas. Podemos empezar a mudarnos hoy. Tenemos el camión todo el tiempo que necesitemos, y el Sr. Perkins dijo que te iba a ofrecer la casa por menos del alquiler del mercado. ¿No es genial? ¿Qué te parece?", preguntó Kevin, con ojos expectantes y entusiastas.
Carmen no tenía idea de qué decir. Sabía que necesitaba una conversación más profunda con el Sr. Perkins sobre un contrato de alquiler y la devolución del dinero del camión de la mudanza. Pero la idea de su hijo no estaba equivocada. Pensaba en su bienestar. Cerró los ojos ante el hermoso gesto, pero los abrió rápidamente y asintió a su hijo.
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"Bueno, ¿cómo decirle que no al hombre de la casa? ¡Vamos a hacer las maletas!", dijo Carmen, extendiendo sus propios brazos para abrazarlo, y luego subieron al camión por las cajas.
¿Qué podemos aprender de esta historia?
- Los padres tienen que ser fuertes por sus hijos, pero también está bien ser humanos delante de ellos. Mostrar emociones reales y ser honesto sobre tus dificultades puede enseñar a tus hijos madurez, responsabilidad, compasión y mucho más.
- Un nuevo comienzo es la mejor manera de seguir adelante después de un momento difícil. Kevin prometió cuidar de su madre, y mudarse era la mejor opción para su nuevo comienzo.
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Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.