Chico de familia rica se entera de que la pobre y solitaria vecina es su mamá biológica - Historia del día

Un chico rico trata a una pobre mujer solitaria que vive al lado como a cualquier otra extraña, sin saber que es su madre biológica. Un día, el destino lo conduce dolorosamente a la verdad, obligándolo a tomar una decisión desgarradora.

April nunca se había sentido tan emocionada. Miraba ansiosa a través de la ventana de su apartamento, sujetándose la barriguita y sintiendo las patadas de su bebé.

La fotógrafa independiente de 22 años estaba embarazada de siete meses. Estaba deseando darle la noticia a su novio, Josh, que volvía al apartamento que habían alquilado tras varios meses de vacaciones con sus padres por distintas ciudades.

Pero en cuanto Josh la vio, su entusiasmo se desvaneció y se encogió en una terrible desesperación. No estaba preparado para ser padre tan pronto y pensó que April le estaba gastando una broma con una almohada metida debajo del vestido, como hacía habitualmente.

Pero el infierno se desató cuando ella le enseñó las fotos de su ecografía y le reveló que estaba realmente embarazada...

"Jesús, ¿por qué no me lo has dicho antes?", preguntó él, sobresaltado.

April pensó que Josh se alegraría del anuncio de su embarazo, pero su reacción la dejó perpleja.

"Quería sorprenderte. No quería estropearte las vacaciones. Y me prometiste que te casarías conmigo".

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"¿Sorprenderme? Estoy IMPACTADO, maldita sea. Y no puedo criar a este niño. Mi padre me desheredará si se entera".

No hay un momento perfecto para revelar la verdad, sino confesarla antes de que se agote el tiempo.

April se alarmó mientras las lágrimas caían sin cesar por sus ojos. Josh recogió todas sus pertenencias y abandonó la habitación. Ella lloraba y le suplicaba que parara, pero él no la escuchaba. Josh bloqueó el número de April y regresó a su ciudad natal para proseguir su carrera.

¿Qué haré ahora? ¿Cómo me enfrentaré al mundo, y qué le diré a mi hijo si me pregunta dónde está su padre? Varias preguntas atormentaban a April.

A medida que pasaban los días, April ya no podía centrarse en su trabajo. Perdió sus contratos porque los clientes estaban descontentos con su ignorancia y su falta de compromiso.

El siguiente golpe doloroso llegó en breve, cuando el casero dio a April una semana para desalojar por no pagar el alquiler. Ni siquiera tuvo en cuenta que estaba embarazada y se empeñó en alquilar el apartamento a otra familia.

April se mudó y vagó por las calles, desconcertada sobre su futuro. Pasó la noche entre indigentes en una estación de autobuses porque le daba miedo estar sola. Mientras dormitaba, sonó el teléfono en su bolso, sobresaltándola.

"April, ¡menos mal! Llevo desde ayer intentando ponerme en contacto contigo, pero tu teléfono no estaba localizable", habló una vecina de su pueblo.

"Sra. Smith, lo siento. Tenía mala red. ¿Está todo bien?".

"April, tienes que venir rápido. La salud de tu madre está empeorando".

"¡Dios, mi madre! Espero que esté bien", April entró en pánico, pensando en su madre, Catherine, que estaba enferma en casa.

"De acuerdo, señora Smith, iré muy pronto. Tengo que terminar mi trabajo aquí".

"De acuerdo, querida, pero que sea rápido".

Sin ningún sitio adonde ir, April se apresuró a reunirse con su vecina y buena amiga, Cynthia, o como la llamaban los que la admiraban, la Sra. Brown. Era una divorciada rica y sin hijos que vivía en una enorme mansión cerca del apartamento de April.

"Y Josh nos dejó a mí y a mi hijo, Sra. Brown. Tengo que irme a mi ciudad natal para cuidar de mi madre. No puedo irme así. Se romperá si se entera de que estoy embarazada fuera del matrimonio".

"¿Va a criar a mi hijo? Quiero que mi hijo tenga una vida mejor, y no puedo prometerle un buen futuro. Incluso me dijo en una ocasión que deseaba adoptar un niño. Por favor, adopte a mi bebé".

Tras pensárselo detenidamente, Cynthia accedió. Le ofreció a April vivir con ella hasta que diera a luz. Dos semanas después de que April diera la bienvenida a su bebé, Alvin, se lo entregó a Cynthia y se marchó de la ciudad. April supuso que ella y su recién nacido se habían separado para siempre, pero el destino tenía otros planes.

De vuelta en su casa...

"¿Mamá?", dijo April a su madre enferma, que ni siquiera podía reconocerla. Los médicos revelaron más tarde que Catherine padecía demencia debido al envejecimiento.

A medida que pasaba el tiempo, April volvió a trabajar por cuenta propia para cuidar de su madre y pagar sus facturas médicas. Llamaba a menudo a Cynthia para saber cómo estaba su hijo, pero no tenía intención de recuperarlo.

Pasaron cinco años y April se enfrentó a otro doloroso golpe cuando murió su madre. Vendió su antigua casa, que había heredado, y regresó a la ciudad donde vivía su hijo.

"¿Cómo me presentaré ante él? ¿Me reconocerá?", se preguntó mientras se dirigía a casa de Cynthia. Un niño que perseguía mariposas en el exterior llamó su atención. A primera vista, April reconoció que era su hijo. Varias expresiones de alegría florecieron en su rostro cuando corrió hacia él y lo atrajo hacia sí para darle un cálido abrazo.

Pero el niño apartó a April de un empujón y le dijo:

"¿Quién eres? Mamá me ha dicho que me aleje de los extraños".

Las lágrimas brotaron de los ojos de April cuando volvió a inclinarse para rozar el suave pelo de su hijo y hablarle.

"¡No me toques!".

"Te quiero, cariño, ven aquí... ven a mí", dijo April, incapaz de contener las lágrimas.

"Sólo quiero a mi mami", respondió Alvin y corrió hacia el interior mientras Cynthia salía, sobresaltada al ver a April en su puerta.

Las mujeres conversaron tomando varias tazas de café en el patio trasero. Tras conocer el deseo de April de reconciliarse con su hijo, Cynthia le sugirió que comprara una casita al lado.

April hizo lo que le dijeron y, día a día, empezó a pasar más tiempo con Alvin sin revelar que era su madre biológica. Incluso cuidaba de él mientras Cynthia estaba fuera en largos viajes de negocios.

Alvin no podía negar el placer de ser querido por dos madres. Sin embargo, siempre eligió a Cynthia antes que a April. Era ingenuo ante la verdad, y otros diez años pasaron volando sin preocupaciones. April decidió no revelar la verdad a su hijo, pues no quería arruinar su infancia y su felicidad.

Todo iba sobre ruedas, sin lugar a problemas, hasta que Cynthia regresó de un viaje de negocios sintiéndose enferma y agotada. El diagnóstico en el hospital reveló más tarde que padecía un cáncer terminal.

A medida que pasaban los días, Alvin, de 15 años, empezó a preocuparse más por su madre. No podía imaginar una vida sin ella y rezaba todos los días para que se produjera un milagro que la salvara. Pero Cynthia sintió que se acercaba el final de sus días y, antes de que le ocurriera algo, llamó a Alvin al hospital para revelarle la verdad sobre su madre biológica.

En el hospital...

"Mamá, ¿querías verme?".

"Hola, cariño, ven aquí. Quiero decirte algo", Cynthia llamó dolorosamente a Alvin para que se acercara.

"Siéntate, cariño".

Alvin se sentó junto a Cynthia mientras ella le cepillaba suavemente el pelo como hacía siempre que tenían una conversación seria entre madre e hijo.

"Cariño, dime una cosa: ¿qué harías si te dijeran que puedo vivir más tiempo pero con la condición de que no vuelvas a verme? ¿Estarías de acuerdo?".

"Mamá, claro que aceptaría. Tu vida es más importante para mí porque te quiero más que a nada en el mundo. Me alejaré de ti si eso va a salvar tu vida".

Cynthia apretó los labios y jadeó antes de hacer la mayor confesión de su vida.

"Cariño, eso fue lo que hizo tu verdadera madre, April. Ella sólo deseaba tu felicidad y un futuro brillante. Por eso se alejó de ti y nunca te habló de ello. Sé que esto será duro para ti, pero cariño, ella te ama más que yo".

Las lágrimas inundaron los ojos de Alvin al saber que April, la pobre mujer que vivía al lado, era su madre biológica. Mientras varias emociones dolorosas martilleaban su pecho, Alvin fue expulsado de la sala después de que Cynthia tuviera dificultades para respirar. Esa misma noche, ella falleció, dejando a Alvin destrozado y obligado a tomar una decisión.

Con el corazón destrozado e incapaz de imaginar una vida sin su difunta madre adoptiva, Alvin corrió a casa y buscó a April. Irrumpió en su casita de al lado y la vio rezando ante el altar por la recuperación de Cynthia, y se echó a llorar:

"Mamá, te doy las gracias por todo. Comprendo tu dolor y prometo no volver a dejarte nunca".

Cuando una sorprendida April se dio la vuelta, Alvin la abrazó fuerte y lloró en su hombro.

Dos días después, April y Alvin pasaron un rato en el lugar donde descansaba Cynthia, dándole las gracias por ser aquel pequeño milagro que trajo el sol a sus vidas. El abogado se reunió con ellos al día siguiente y les entregó unos documentos y una copia del testamento de Cynthia. Resultó que Cynthia había legado sus bienes a Alvin, siendo April su tutora hasta que cumpliera los dieciocho años.

¿Qué podemos aprender de esta historia?

• No hay un momento perfecto para revelar la verdad, sino confesarla antes de que se agote el tiempo. Antes de su último aliento, Cynthia le contó a Alvin que April era su madre biológica y que se vio obligada a entregarlo debido a las circunstancias de hacía tantos años.
• Nada se acerca a la pureza del amor de una madre y a sus sacrificios por su hijo. April entregó a Cynthia a su bebé recién nacido para que se criara bien. A pesar de su dolor y su pena, sacrificó su maternidad por el futuro brillante y la felicidad de su hijo.

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