Una mujer lleva juguetes a un centro de acogida y conoce a un niño que es un calco de su difunto marido - Historia del día

Cuando una mujer lleva una caja de juguetes a un hogar de acogida, conoce a un niño que es un calco de su difunto marido. Decide adoptarlo, pero descubre que era algo más que un doble de su marido.

Nicole y Mark se casaron pocos meses después de conocerse. Estaban locamente enamorados el uno del otro y estaban seguros de que querían pasar el resto de sus vidas como marido y mujer.

Mark le propuso matrimonio a Nicole y decidieron casarse en una sencilla ceremonia civil a la que sólo asistieron sus padres y hermanos. En los meses siguientes a su boda, se esforzaron mucho por tener hijos, pero no conseguían concebir.

Tras intentarlo durante más de tres años, decidieron visitar al médico para averiguar por qué no podían concebir un hijo de forma natural y conocer sus opciones. En lugar de una alternativa para concebir de forma natural, recibieron la desgarradora noticia de que Mark tenía un tumor maligno en los pulmones que había llegado a otras partes del cuerpo. Para entonces, ya era demasiado tarde para extirparlo.

Nicole y Mark pasaron los dos meses siguientes aprovechando al máximo su tiempo juntos. Viajaron, pasaron juntos todas las vacaciones y visitaron hogares de niños para pasar tiempo con los pequeños.

"En otra vida, así es como me habría gustado que pasáramos el resto de nuestras vidas, Mark", lloró un día Nicole mientras acunaba a un bebé en brazos. "Nosotros, con nuestros hijos...", empezó a soñar despierta antes de que se le llenaran los ojos de lágrimas. Para entonces, ya no podía dejar de sollozar.

"¿Por qué a ti?" gritó Nicole. "¿Por qué a nosotros?", preguntaba una y otra vez.

Para entonces, la salud de Mark había empezado a deteriorarse, y ya no podía ir a ninguna parte sin su botella de oxígeno. En tan sólo unas semanas, quedó postrado en la cama. Falleció poco después, mientras dormía. "No más dolor, amor mío", gimió Nicole. "Te quiero".

Pasaron meses tras la muerte de Mark, y Nicole no podía hacer frente a la pérdida. Intentaba distraerse yendo a la misma residencia a la que solían ir Mark y ella.

Un día, un par de días antes de Navidad, Nicole fue al orfanato con juguetes y libros nuevos para los niños. Le encantaba pasar tiempo con ellos, pues le recordaba los días mejores que pasó con Mark.

Mientras miraba a su alrededor, de repente vio a un niño nuevo de unos cuatro años en medio de todos los que jugaban. "No puede ser", susurró para sí. El chico era exactamente igual a las fotos de Mark de cuando era pequeño, con ojos castaños avellana, piel pálida con pecas y pelo castaño chocolate. Era como mirar directamente a un mini Mark.

"¿Quién es?", decidió preguntar a uno de los administradores del hogar de grupo. "No lo había visto antes por aquí".

"Se llama Tony", reveló la administradora. "Su madre murió hace un año y, por desgracia, su familia de acogida no pudo adoptarlo porque ya no podía costear mantenerlo, así que ha vuelto aquí", explicó.

"¿Y su padre? ¿Sabe quién es?", decidió preguntar.

La administradora negó con la cabeza. "No tenía padre en su partida de nacimiento. Sólo estaba su madre", reveló.

Fue entonces cuando Nicole decidió acercarse a Tony para conocerlo un poco. "Hola", le sonrió. "Soy Nicole. He traído algunos juguetes y libros. ¿Quieres alguno?"

Tony esbozó una gran sonrisa, mostrando un hoyuelo en el lado derecho de la mejilla, el mismo que tenía Mark. "¡Juguetes! Sí, claro que quiero un juguete y algunos libros", dijo el niño. "¡Gracias! Eres muy amable".

Después de mirarse fijamente a los ojos con grandes sonrisas en los rostros, Nicole pudo sentir que se encariñaba con Tony. No sólo le recordaba a Mark, sino que ella siempre había querido tener un hijo, y ahora parecía que por fin lo había encontrado en Tony.

"Cuando le vi los ojos, supe que no podía ser sólo una coincidencia", reveló.

Aquella noche, Nicole pasó todo el tiempo con Tony. El niño no se separaba de Nicole, y los dos jugaban y leían libros juntos. Tras hablar con el administrador de la residencia, Nicole decidió realizar todos los trámites necesarios para llevarse a Tony a casa.

Meses después, cuando por fin completó el papeleo, Nicole invitó a cenar a todos los miembros de su familia, incluida la familia de Mark, para que conocieran al niño.

Cuando su suegra Mara entró en la casa, Nicole notó cómo le cambiaba la cara a la anciana al ver a Tony. "¿No se parece muchísimo a Mark?". preguntó Nicole, pensando que sólo se había sorprendido al ver el parecido.

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La cena transcurrió sin contratiempos, y Tony no podía estar más contento de estar rodeado de tantos miembros de la familia. "Nunca había tenido una familia tan grande", admitió.

Aquella noche, Tony se fue a dormir con una gran sonrisa en la cara. "Te quiero, mamá. Gracias por ser mi familia", dijo el niño antes de irse a dormir.

A la mañana siguiente, la suegra de Nicole volvió a aparecer inesperadamente frente a su puerta. "Tengo algo que decirte", dijo en voz baja.

Nicole la invitó a pasar y le preparó una taza de café. "¿De qué se trata, mamá?", le preguntó.

"Unas semanas antes de tu boda, su ex novia Tara apareció en nuestra puerta. En aquel momento, Mark ya no quería verla ni tener nada que ver con ella porque te quería, de verdad, Nicole", empezó a explicar.

"Pero cuando llegó a nuestra casa, tenía una gran barriga que se podía ver a metros de distancia. Entonces estaba embarazada de ocho meses", explicó Mara.

En ese momento, Nicole sintió que se le retorcía el estómago. "Y ese niño... ¿era de Mark?", preguntó a su suegra.

Mara asintió avergonzada. "No le creímos, porque hacía unos siete meses que Mark y ella habían roto. Después de todo, ya estaba contigo y no quería destruir lo que Mark y tú tenían. No había visto a mi hijo tan feliz con nadie más que contigo", admitió Mara, intentando darle la mano a Nicole.

Nicole no podía creer lo que decía su suegra, pero no podía negar su intuición de que Tony era hijo de Mark. "Cuando le vi los ojos, supe que no podía ser sólo una coincidencia", reveló.

Aquella noche, Nicole decidió buscar uno de los viejos cepillos de Mark para conseguir algunos mechones de pelo, y así poder hacer una prueba de ADN para él y Tony. A pesar de lo que había descubierto, nunca trató a Tony de forma diferente, y los dos seguían pasando la mayor parte del tiempo juntos.

Semanas después, Nicole recibió los resultados de la prueba de ADN que confirmaban que Tony era el hijo de Mark. Al principio, Nicole se sintió abrumada por las emociones y no podía dejar de llorar.

¿Deberíamos haber ayudado a su ex novia cuando aún vivía?, pensó para sí. ¿Y si hubiera decidido dejarme para volver con su ex novia y poder criar juntos a su hijo?

Se le agolpaban tantos pensamientos diferentes hasta que Tony se acercó a ella y la abrazó. "Pareces triste, mamá", le dijo. "Por favor, no estés triste. Te quiero", dijo, apretando más a Nicole.

Fue entonces cuando Nicole sonrió. Estaba contenta de que, aunque Mark nunca llegara a conocer a su hijo, ahora ella pudiera cuidar de él en su nombre. "Te quiero, cariño", respondió. "Más de lo que nunca sabrás".

¿Qué podemos aprender de esta historia?

• No se debe culpar a los hijos de los errores de sus padres. Aunque Nicole descubrió que Tony era hijo de su difunto marido con otra mujer, nunca se desquitó con el niño, sabiendo que él nunca tenía la culpa de nada. En lugar de eso, lo utilizó como una razón más para querer más a su hijo, sabiendo que estaba emparentado con su querido marido.
• Nunca es tarde para nuevos comienzos. Nicole se quedó desconsolada tras perder a su marido Mark. Sólo cuando encontró a Tony pudo empezar de nuevo y experimentar la felicidad que tenía antes de que su marido enfermara.

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