Papá pobre ve a su hija sacar dinero de su escondite, al día siguiente encuentra 5 veces más - Historia del día

Una chica se enteró de que su hermano necesitaba una operación para no perder del todo la audición, pero sus padres apenas ganaban dinero extra. Cogió dinero del escondite secreto de su padre para hacer algo drástico. Sus padres no tenían ni idea de lo que ocurriría a continuación.

"Señor y señora Collins, su hijo necesita esta operación urgentemente, o sus problemas de audición empeorarán", dijo el Dr. Marsh a los padres de Pauline con la ayuda de un traductor de lengua de signos americana empleado en la clínica.

Pauline y su hermano, Ilan, nacieron con una audición perfecta; sus padres, Xavier y Luna, eran sordos. Sin embargo, Ilan contrajo una grave infección de oído de bebé, que se convirtió en una afección crónica que le provocó una pérdida parcial de audición. A pesar de la excelente vida que había tenido la pareja, no querían que su hijo fuera completamente sordo, así que se esforzaron al máximo.

Pero incluso años después, Ilan seguía teniendo problemas. Sin embargo, la operación era demasiado costosa, y Pauline sabía que sus padres no tenían tanto dinero. Trabajaban y proporcionaban una vida decente a sus dos hijos, pero nunca era suficiente.

Pauline firmó acaloradamente: "¡Ve a comprobar tu escondite y demuestra que he robado el dinero!".

Así que se fueron a casa, llevándose a Ilan y esperando que mejorara. Pero Pauline estaba preocupada. Prendió su ordenador y empezó a buscar formas de ganar dinero. Después de hacerlo durante horas, no parecía posible que una niña de 12 años ganara ninguna cantidad significativa, hasta que se topó con un evento en Facebook: un concurso de violín.

Pauline miró del ordenador a su estuche de violín, que estaba en un rincón de su habitación, y frunció los labios. No podía usarlo. Ilan lo había roto accidentalmente y no tenía dinero para repararlo. El otro problema era que el concurso se celebraba en el estado vecino, así que necesitaría dinero para el autobús.

Fue a hablar con su madre, pensando que tal vez Luna entendería y le daría algo de dinero. Fue a la sala de estar y habló con su madre, utilizando lenguaje de señas.

"Mamá, ¿crees que podría comprarme un violín nuevo, o podemos reparar el mío?", preguntó y habló sobre la competición.

Su madre negó con la cabeza. "Lo siento, cariño. Pero ahora mismo no hay suficiente para eso. Sé que echas de menos el violín, y haré todo lo posible por encontrarte uno nuevo pronto. Habrá otras competiciones. Pero las cosas están... difíciles ahora mismo", respondió.

Pauline asintió y volvió a su habitación. Sabía que no tenían suficiente y estaba perpleja de nuevo. Sin embargo, de repente se acordó del dinero que su padre tenía escondido debajo de la cama. Eran sólo unas decenas de dólares, pero quizá bastarían para encontrar un violín de segunda mano, así que volvió a su ordenador para buscar opciones.

Encontró una en la que se anunciaba un violín de segunda mano, que parecía en mal estado pero que, al parecer, aún funcionaba; ahora sólo tenía que esperar y encontrar la forma de llegar al dinero que su padre tenía escondido bajo la cama.

***

Al día siguiente, Pauline se saltó las dos últimas clases y volvió temprano a casa. Encontró los ahorros de su padre y se llevó unos 50 dólares. Apenas quedaba nada, pero tenía que bastar. Sin embargo, no se dio cuenta de que él estaba en el cuarto de baño cuando ella entró en su dormitorio.

El padre esperó en silencio junto a la puerta del baño para ver qué hacía y se sorprendió de que su hija le robaba. Sin embargo, ella no se volvió. Se limitó a salir corriendo, y él intentó seguirla. Pero fue inútil. Corrió demasiado deprisa, y Xavier la perdió de vista incluso después de subir a su automóvil e ir tras ella.

***

Pauline no volvió a casa aquella noche ni a la mañana siguiente. Xavier y Luna se morían de preocupación, pero no había mucho que pudieran hacer aparte de pedir ayuda a la policía. Su hija no llevaba mucho tiempo desaparecida, así que tenían que armarse de paciencia.

Al día siguiente, llevaron a Ilan al colegio y se fueron a trabajar, con la esperanza de que Pauline volviera pronto. Para sorpresa de Xavier, estaba durmiendo en su cama cuando él llegó del trabajo. La levantó y empezó a hacer señas rápida y airadamente.

"¿Dónde demonios has estado? ¡HEMOS ESTADO MUY PREOCUPADOS! ¡TE HE VISTO ROBAR DINERO! PAULINE, ¿POR QUÉ HAS HECHO ESO? Sabes que robar está mal. Sabes que el dinero es para emergencias, ¡aunque no sea mucho!". Las manos de Xavier volaban.

"¡Papá! ¡Papá! No sé de qué dinero estás hablando!". Pauline sacudió la cabeza y se encogió de hombros.

"¡No me mientas! Te he visto yo mismo!" . Xavier hizo una seña y, de repente, Luna estaba en la habitación con Ilan. Ella también se sorprendió al ver a Pauline y empezó a echarle la bronca.

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Sin embargo, Pauline afirmó acaloradamente: "¡Ve a comprobar tu escondite y demuestra que he robado el dinero!".

Xavier resopló y se dirigió a su dormitorio para comprobarlo. No lo podía creer cuando sus manos tomaron un cheque de miles de dólares.

"¿Cómo lo has hecho? ¿De dónde has sacado este dinero?", preguntó cuando volvió con sus ahorros y agitó el cheque.

Los ojos de Luna se abrieron de par en par al ver la cantidad.

Pauline se encogió de hombros. "Bien, lo confieso. Tomé el dinero, pero sólo para comprar ese violín e ir a un concurso. Gané, papá. Soy muy buena con el violín. Gané el primer premio y ahora Ilan podrá operarse", afirmó rápidamente.

Sus padres se quedaron helados. "¿Has hecho todo esto para recaudar dinero para tu hermano? ", preguntó su madre.

"Por supuesto. No quiero que sufra más. Sé que puede vivir muy bien sin oír, pero a Ilan siempre le duele el oído. Necesita esta operación para acabar con eso. Por favor, siento haber robado y huido. Pero tenía que hacer algo", explicó Pauline, y sus padres se quedaron sin palabras.

Lo hizo por la bondad de su corazón, y no podían culparla por ello. Ilan acabó operándose, y por fin cesaron sus infecciones crónicas de oído. Su audición había quedado afectada de forma permanente, pero no había desaparecido por completo.

Y la familia pudo estar tranquila. Pauline siguió practicando gracias al violín barato que encontró y mejoró aún más, ganando premios y, más tarde, una beca universitaria. Xavier y Luna tenían los mejores hijos del mundo.

¿Qué podemos aprender de esta historia?

• A veces hay que correr riesgos para conseguir lo que uno quiere. Pauline no debería haber robado ni haberse escapado así de casa, pero tenía buenas intenciones, y al final todo salió bien.
• Las personas con discapacidad pueden seguir teniendo vidas extraordinarias. A Pauline no le afectaba que su hermano pudiera perder la audición porque veía que sus padres estaban bien y eran felices, incluso con poco dinero. Lo que quería era detener su dolor.

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