Anciana desaparece de hogar de ancianos, luego los médicos revisan cámaras de seguridad - Historia del día
La desaparición de una anciana de una residencia de ancianos provocó el caos después de que las imágenes de una cámara de seguridad mostraran el motivo.
Susan era enfermera y había conseguido un trabajo en una residencia de ancianos mientras criaba a su hija pequeña y enferma, Ruby. Ruby era su única hija, y desde que su padre murió en un accidente de coche, Susan se había quedado soltera.
Entre trabajar turnos extra y estar al lado de su hija, no había podido conocer a hombres en un ambiente romántico. También le resultaba difícil hacer frente a las facturas médicas derivadas del tratamiento de su hija.
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A Ruby le crecía un tumor en la cabeza que podía extirparse con cirugía; sin embargo, como había poco dinero, su madre la sometió a quimioterapia para reducir el tumor.
Era un antídoto temporal, y los médicos la instaron a dejar que operaran a Ruby para aumentar sus posibilidades de sobrevivir. En realidad, Susan no quería nada más, pero no tenía dinero y sabía que pedir un préstamo sólo les dejaría en peor situación.
Su liberación llegó en forma de una mujer mayor que fue llevada a la residencia por un personal del hospital que sólo daba respuestas vagas cuando se le preguntaba por los datos personales de la señora.
La mujer no reaccionó durante algún tiempo tras su llegada, y Susan, que se encargó de que la atendieran, aprovechó ese tiempo para familiarizarse con su expediente.
Todo parecía exacto excepto la edad de la mujer. Según sus documentos, la señora llamada Olivia tenía 80 años, pero en persona parecía más joven.
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Susan se lo guardó para sí, rumiando lo que había descubierto. Finalmente, decidió que alguien debía de haber orquestado el plan para mantener a la anciana en la residencia por algún motivo.
Susan cuidó diligentemente de Olivia y, al cabo de unos días, la mujer abrió los ojos y empezó a comunicarse.
Advirtió a Susan que no avisara a su familia de que había despertado y, en lugar de eso, siguió fingiendo mientras recibía más tratamiento. Un día, Susan le preguntó por qué.
"Es una larga historia, querida Susan", dijo Olivia, dudando si contársela a la enfermera.
"Menos mal que entonces tengo tiempo", replicó Susan, negándose a dejarse disuadir.
Olivia se lo contó todo, y al día siguiente, antes de que Susan volviera para su siguiente turno, la anciana desapareció. La residencia bullía de actividad cuando ella fichó.
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"¿Qué pasa?", preguntó a su compañera.
"Olivia ha desaparecido".
"¿Qué?", preguntó Susan.
"Simplemente no estaba en su habitación durante el pase de lista y nadie la ha visto desde entonces. Estamos todos un poco preocupados porque es imposible que se haya movido sola, lo que significa que se la han debido llevar. Los médicos han pedido imágenes de seguridad para ver qué ha pasado".
Susan fingió sorpresa, pero los médicos y el personal de seguridad le revelaron que habían recuperado las imágenes de las cámaras de seguridad antes de que pudiera decir nada.
Todos se sentaron alrededor del informático, que introdujo la unidad flash con las imágenes en un puerto del ordenador y procedió a pulsar algunas teclas.
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Las imágenes de la noche anterior aparecieron en el monitor, y todos vieron cómo una hermosa mujer vestida con una bata médica blanca salía de la habitación de Olivia.
"Haz zoom sobre esa mujer", ordenó un miembro del personal residente.
Cuando el vídeo se amplió, todos se quedaron paralizados de asombro. La hermosa mujer era Olivia; sólo que había limpiado su persona.
Toda la residencia de ancianos estalló en un caos mientras las distintas personas hacían sus propias especulaciones sobre lo que había ocurrido. Susan no tuvo ningún problema para escabullirse entre tanto ruido.
Aquella noche se reunió con Olivia en un hotel de lujo no muy lejos de la residencia.
"Gracias por tu ayuda, Susan", le agradeció Olivia. "No habría podido salir sin ti".
"No pasa nada, me alegro de haber sido de ayuda. Sólo espero que cumplas tu parte del trato".
"Por supuesto Susan, ya lo verás".
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Después se separaron, Olivia se dirigió a la comisaría y Susan volvió a su trabajo.
Resulta que Olivia era una empresaria de sesenta años sin heredero que se hiciera cargo del negocio. Su única familia era su sobrino John, un hombre codicioso con problemas de juego.
Una semana antes de que ella acabara en la residencia, él había descubierto sus planes de poner a su mano derecha al frente del negocio. Eso le empujó a adoptar medidas drásticas: si ella no le daba el negocio, él se lo quedaría.
Un día la visitó en casa y le puso unas pastillas en la bebida cuando estaba de espaldas a él. Las drogas provocaron un infarto a Olivia, y John esperaba que muriera. Incluso había esperado un minuto entero antes de llamar a la ambulancia.
Lo que no sabía era que Olivia era una mujer muy sana, y que el infarto no podía cobrarse su vida.
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Cuando despertó en el hospital, dispuso que el médico la declarara en coma. Cuando John se enteró, se alegró porque significaba que no tenía que enfrentarse a la culpa de haber asesinado a su propia familia.
Se apresuró a llevar a Olivia a una residencia de ancianos, donde conoció a Susan. El día que contó su historia a la enfermera, Susan accedió a ayudarla dejándole algo de dinero, ropa y maquillaje, que Olivia utilizó para transformarse en la hermosa mujer que salió de allí sin ser cuestionada.
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A cambio de su ayuda, Olivia prometió ayudar a Susan a pagar la operación que extirparía el tumor de su hija. Fue un trato que hicieron por necesidad, pero les salió bien.
Poco después, Olivia se vengó dulcemente de John, que fue detenido por intento de asesinato, y cumplió su promesa enviando a la hija enferma de Susan al mejor cirujano para que la tratara.
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¿Qué aprendimos de esta historia?
- La codicia corrompe. John era codicioso, y esa codicia le empujó a atentar contra la vida de Olivia. Si hubiera tenido éxito, habría cargado con la culpa sobre sus hombros el resto de su vida, aunque se hubiera hecho rico.
- Una buena acción merece otra. Susan y Olivia pudieron superar sus respectivos problemas mediante una asociación de buena voluntad. Susan ayudó a Olivia a escapar de la residencia y, a cambio, Olivia la ayudó a que trataran a su hija. Su cooperación hizo que progresaran, y pone de relieve la importancia de hacer el bien a los que te hacen el bien a ti.
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