Cómo se vería "Catwoman" Jocelyn Wildenstein si nunca hubiera cambiado su apariencia – Fotos a través de IA

• "Catwoman" Jocelyn Wildenstein cautivó a los tabloides con su aspecto único y su extravagante estilo de vida.
• Su exesposo, Alec Wildenstein, la acusó de abusar de la cirugía plástica para cambiar su aspecto facial.
• Las imágenes generadas por IA muestran cómo sería Jocelyn hoy si no se hubiera sometido a cirugía estética.

Jocelyn Wildenstein solía ser objeto frecuente del escrutinio de la prensa sensacionalista debido a su condición de mujer de la alta sociedad. A menudo la apodaban "Catwoman" por su afición a los felinos y sus rasgos faciales distintivos.

Jocelyn era natural de Lausana (Suiza), donde pasó sus años de formación como hija de un comprador de grandes almacenes con problemas económicos. Aunque no eran ricos, dijo que su infancia fue increíble.

Jocelyn aprendió a nadar y a esquiar cuando tenía unos cuatro o cinco años. Explicó: "Estábamos en el lago, así que en verano nadaba, y en invierno teníamos la montaña muy cerca donde podíamos ir a esquiar. Era una vida muy agradable, de buena calidad".

La vida de la socialité empezó a cambiar cuando fue a la universidad. Pasaba el rato con sus amigos en Lausana (Suiza) bebiendo café, té o zumo, pero no alcohol. Cuando llegó a la veintena, en 1967, se había trasladado a París.

Durante este tiempo, mantuvo una relación con Sergio Gobbi, cineasta europeo, con el que llevaba saliendo cinco años. Después de París, la socialité se embarcó en una aventura de una década explorando África.

Jocelyn descubrió que África era salvaje y un país de ensueño. No era la primera vez que se enamoraba del continente. Se había enamorado de él desde la infancia, inspirada por la colección de libros de su padre sobre el continente.

Encandilada por las imágenes de sus paisajes y su vida salvaje, prometió visitarlo algún día. Fiel a su palabra, emprendió el viaje, cumpliendo su sueño de infancia.

Durante estos momentos, Jocelyn aún no era famosa. Más tarde alcanzó la fama por su extravagante matrimonio y posterior divorcio del multimillonario coleccionista de arte Alec Wildenstein. Su fastuoso estilo de vida también captó la atención pública en 1998, cuando surgió la noticia del divorcio de la pareja.

En aquel momento, Jocelyn reveló que gastaba más de 700.000 dólares anuales en lujos como comida, vino, flores y medicamentos. Tras el divorcio, al parecer recibió una de las mayores indemnizaciones de la historia, que se rumoreaba superaba los 2.500 millones de dólares.

Tras su divorcio, Jocelyn contó cómo se enamoró de Alec a los 31 años, estando en Kenia. El coleccionista de arte había ido a inspeccionar el rancho de 66.000 acres de su familia y Jocelyn, que estaba de safari con unos amigos, le acompañó a matar un león en el rancho de un vecino.

En su primer día juntos, los dos fueron en moto a lo alto de una colina y se dieron su primer beso, que Jocelyn describió como "bastante intenso". La pareja se casó en 1978 y tuvo dos hijos, Diane y Alec Wildenstein Jr.

Tras separarse en 1999, Alec alegó que, aparte de la buena salud y el amor por África, él y Jocelyn no tenían nada en común. Por eso, después de que los niños se marcharan a la universidad, sus peleas se hicieron constantes y Jocelyn se ponía histérica, escandalizando a los criados con su lenguaje y su comportamiento.

Jocelyn negaba todo esto, diciendo que sólo tenían discusiones como cualquier otra pareja sin llegar a mayores. Cuando el padre de la socialité murió en Kenia, ella voló al país pero Alec se quedó, sólo para venir 14 días después.

La madre de dos acusó a Alec de retrasar el funeral, pero el coleccionista de arte argumentó que Jocelyn buscaba un ataúd de ébano y un lugar de enterramiento perfecto para poder mantener las apariencias.

Todo fue bien en el funeral y Alec pronunció un bonito discurso, pero tres semanas después le dijo a Jocelyn que su matrimonio había terminado. Fue después de su divorcio cuando Alec, que en su día había calificado a Jocelyn de mujer excitante, hizo acusaciones sobre su uso excesivo de la cirugía plástica.

Según Alec, llevaban un año casados cuando ella le dijo que tenía los ojos hinchados. Juntos se sometieron a un lifting de ojos, lo que marcó el inicio del uso constante de la cirugía plástica por parte de la socialité.

Jocelyn iba a espaldas de Alec para que le arreglaran el cuerpo "Estaba loca. Yo siempre me enteraba el último. Pensaba que podía arreglarse la cara como si fuera un mueble. La piel no funciona así. Pero ella no escuchaba", se lamentó Alec.

Una amiga de la socialité también la acusó de dañar su cuerpo con la cirugía plástica, y dijo que no recordaba ningún momento en que Jocelyn no se hubiera estado sanando de algo. Al poco tiempo, su cara se puso tan tensa que le costaba parpadear.

Los amigos también sospechaban que Jocelyn se había alterado los ojos para parecerse a un gato de la selva. La socialité rechazó estos comentarios, señalando que sus ojos eran naturales. "Si les enseño fotos de mi abuela, lo que verán son estos ojos, ojos de gato, y pómulos altos", reveló Jocelyn.

Jocelyn, que también había acusado a Alec de presionarla para que se hiciera estiramientos faciales, afirmando que odiaba estar con gente mayor, cambió esta afirmación, diciendo que su exesposo siempre le decía que parecía muy joven. A la socialité sólo le preocupaba que algún día no pareciera lo bastante joven.

Aun así, la socialité afirmó que Alec, fallecido en 2008, embelleció el alcance de sus intervenciones quirúrgicas. En cambio, atribuyó sus característicos pómulos altos a su herencia suiza.

La socialité argumentó que sus fotos de cuando tenía 17 y 18 años muestran que siempre tuvo ojos de gato. Jocelyn dijo que, a pesar de que Alec lo sabía, había elegido la historia de que ella se había sometido a cirugía plástica porque le convenía.

"Pero los amigos que tenía en África, o algunos amigos que tengo desde que teníamos 17, 20, 23 años, me conocen", se defendió Jocelyn. Y añadió: "No tengo nada que demostrar, al fin y al cabo, no me importa".

Cómo podría haber sido Jocelyn Wildenstein sin cirugía plástica

Las acusaciones de que Jocelyn se excedió en la cirugía plástica hicieron que mucha gente se preguntara cómo habría sido su aspecto actual sin los cambios. Con estas fotos generadas por IA, podemos hacernos una idea de cómo habría sido Jocelyn hoy sin cirugía estética.

En estas fotos, podemos ver que su rostro tendría hoy un aspecto más relajado y natural si no hubiera recurrido a la cirugía plástica para alterar su aspecto.

Estas imágenes creadas por la IA revelan que Jocelyn podría haber seguido teniendo sus ojos felinos sin cirugía plástica. Sin embargo, el rostro de la suiza habría mostrado los signos naturales del envejecimiento.

En esta imagen, vemos cómo habrían quedado las cejas altas y los pómulos pronunciados de Jocelyn en un rostro más natural, delineado con arrugas y el ligero hundimiento de las mejillas.

En general, estas sorprendentes imágenes revelan que Jocelyn podría haber conservado su llamativo aspecto si no se hubiera sometido a tantos procedimientos cosméticos. Sin embargo, también revelan que podría haber tenido un aspecto más natural.

En agosto de 2024, Jocelyn utilizó Instagram para compartir una foto suya con Diane, con motivo del cumpleaños de su hija, y ofreció al público otra imagen de su aspecto antes de las mejoras estéticas.

"Vaya, era realmente una mujer hermosa", comentó una persona. "Más natural, es más bella", compartió otra persona. Un tercero escribió: "Me encanta el look de los 90!!!!".

Los problemas económicos de Jocelyn Wildenstein

Aparte de su periplo con la cirugía plástica, Jocelyn, que en su día fue multimillonaria, también saltó a los titulares cuando su fortuna menguó. En mayo de 2018, la socialité solicitó la protección federal del Capítulo 11 de la Ley de Quiebras. Su solicitud reveló una cruda realidad financiera, que incluía un saldo cero en su cuenta de Citibank y una dependencia de los pagos mensuales de 900 dólares de la Seguridad Social.

A pesar de sus problemas económicos, seguía poseyendo bienes valiosos, como un lujoso apartamento en Manhattan, en la Torre Trump World, valorado en 11,75 millones de dólares, y un Bentley de 2006 valorado en 35.000 dólares.

Sin embargo, las deudas inminentes, que ascendían a millones, pintaban un panorama menos halagüeño. Jocelyn debía más de 300.000 dólares a varias entidades legales, y su apartamento se enfrentaba a una ejecución hipotecaria por una deuda de 4,6 millones de dólares.

El considerable acuerdo de divorcio con Alec se evaporó, y los problemas económicos la acosaban. Sin embargo, afirmó que sus problemas económicos no se debían a gastos extravagantes, sino a problemas con el fideicomiso que recibió tras el divorcio.

Supuestamente, los activos del fideicomiso, que incluían un cuadro de Diego Velázquez considerado posteriormente una falsificación y una obra de Cézanne infravalorada, no le proporcionaron la seguridad financiera esperada. Reveló sus planes de emprender acciones legales contra el fideicomiso, con la esperanza de reclamar lo que creía que le pertenecía por derecho.

Sin embargo, su antiguo abogado, Douglas Pick, expresó su confusión sobre por qué no se había iniciado ningún pleito en relación con la obra de arte en litigio. Además, la socialité había seguido adelante con otro hombre, lo que le causó problemas que iban más allá de las cuestiones financieras. Ella y su prometido, Lloyd Klein, se enfrentaron a cargos de agresión relacionados con supuestos altercados entre ellos.

Tras estos infortunios, Jocelyn llevó una vida discreta, pero en 2023 decidió participar en una docuserie en dos partes con la HBO. Concedió entrevistas antes de su estreno, revelando cómo pasaba ahora su vida.

Jocelyn también se centra en Ol Jogi Wildlife Conservancy, el rancho de la familia Wildenstein en Kenia, que proporciona santuario a 2.000 animales, salvaguardándolos bajo protección. Aunque cuenta con una gran variedad de vida salvaje, brillan por su ausencia los leones, considerados una amenaza para las mismas criaturas que el rancho trata de preservar.

En África, Jocelyn puso en marcha una escuela adaptada a jóvenes de unos 15 ó 16 años, similar a un aprendizaje, con el objetivo de infundirles confianza, ofrecerles oportunidades de empleo y allanarles el camino hacia el futuro.

Además, supervisó la construcción de 80 presas para hacer frente a las condiciones de aridez, garantizando a los animales el acceso al agua. Además, encabezó la creación de una clínica dedicada al bienestar de los animales.

Ahora, Jocelyn tiene 83 años. Ha vivido una vida llena de aventuras en Suiza, Francia y África, y ha viajado mucho por otras regiones. Tener un matrimonio inestable y un divorcio tumultuoso no le impidió volver a encontrar el amor.

Además, a la socialité ya no le importa lo que la gente diga de su aspecto, pues ha decidido que no tiene nada que demostrar a nadie. Lleva una vida normal, satisfecha con sus elecciones, y se considera un icono mundial por todo lo que ha hecho, por lo que ha pasado y por lo que sigue siendo fuerte.

Suscríbete a AmoMama para leer las mejores historias sobre el espectáculo y el mundo en un solo lugar.