Cómo el momento del fallecimiento de Gene Hackman podría afectar su fortuna de 80 millones de dólares

El fallecimiento del actor ganador de dos Oscar ha suscitado cuestiones legales sobre el destino de su multimillonario patrimonio, y los investigadores han descubierto un detalle clave que podría cambiar el reparto de su riqueza.

El momento del fallecimiento de Gene Hackman puede tener implicaciones significativas para la distribución de su fortuna, valorada en millones de dólares.

Según la ley de Nuevo México, si Hackman y su esposa, Betsy Arakawa, hubieran muerto con 120 horas de diferencia, sus muertes se habrían clasificado como "simultáneas". Esta distinción legal podría haber alterado la forma en que se dividieron sus bienes.

Sin embargo, según los investigadores, Hackman vivió siete días después de la muerte de Arakawa, como confirman los datos de su marcapasos.

Por ello, no se aplican las disposiciones sobre muerte simultánea, lo que significa que su patrimonio puede repartirse entre sus beneficiarios designados, en lugar de transferirse al patrimonio de Betsy Arakawa.

El experto jurídico Kevin Holmes explicó que muchos estados, incluido Nuevo México, establecen un umbral de cinco días para que se reconozca legalmente que una persona ha sobrevivido a otra en virtud de las disposiciones estándar sobre testamentos.

Como Gene Hackman sobrevivió a su esposa una semana entera, el reparto de la herencia se hará según las condiciones establecidas en su testamento y no según las leyes sucesorias por defecto.

Con un patrimonio neto estimado en 80 millones de dólares, es probable que la herencia de Hackman se reparta según sus últimos deseos. Los detalles de su testamento, incluidos los beneficiarios designados, siguen sin revelarse.

Sin embargo, los expertos sugieren que la distinción legal en el momento de su fallecimiento podría tener un impacto duradero en el reparto de su patrimonio.

Más allá de las complejidades legales, Hackman y Arakawa eran conocidos por la vida tranquila que compartían lejos de los reflectores de Hollywood. Durante años vivieron recluidos en su casa de Nuevo México, por lo que su repentina muerte en febrero de 2025 conmocionó a amigos y vecinos.

Más tarde, las autoridades reconstruyeron una cronología de los hechos que sugería que Hackman había pasado sus últimos días aislado. Ahora, médicos forenses y expertos han confirmado que la repentina muerte de Arakawa dejó a Hackman sin cuidados.

Últimos movimientos conocidos de Arakawa

El 11 de febrero, se vio a Arakawa haciendo mandados en Santa Fe, parando en una tienda de comestibles y una farmacia locales. Las grabaciones de vigilancia la captaron caminando por los pasillos de un CVS, con una mascarilla, posiblemente debido a una enfermedad.

Ese mismo día, envió el que sería su último correo electrónico conocido. Después, dejó de responder a los mensajes. Su ausencia no pasó desapercibida.

El personal del Hospital Veterinario de Gruda, donde compraba regularmente comida con receta para sus perros, intentó llamarla una semana después, cuando no acudió a recoger un pedido.

Sus amigos recordaron más tarde que Arakawa era meticulosa con sus rutinas, sobre todo en lo referente a sus mascotas, y que su repentino silencio no era habitual en ella.

Las autoridades confirmaron más tarde que había muerto dentro de la casa, pero la causa de la muerte no se parecía a nada de lo que sospecharon inicialmente.

El raro virus que acabó con la vida de Arakawa

Las autoridades determinaron que Arakawa había muerto de Síndrome Pulmonar por Hantavirus (SPH), una enfermedad rara pero a menudo mortal transmitida por roedores. El Departamento de Salud de Nuevo México confirmó la causa de la muerte tras una autopsia, clasificándola como natural.

El hantavirus se transmite principalmente por la exposición a la orina, los excrementos o la saliva de los roedores. El Dr. Rhys Parry, virólogo molecular, explicó que el ser humano puede contraer el virus al respirar partículas contaminadas, sobre todo en espacios cerrados donde hayan anidado roedores.

Aunque las infecciones son poco frecuentes, pueden ser mortales, y Nuevo México registra algunas de las tasas de letalidad más elevadas del país. Los funcionarios señalaron que la propia casa de la pareja mostraba un bajo riesgo de exposición, pero se habían encontrado roedores en otras estructuras de la propiedad.

Dado que se sabe que el virus causa insuficiencia respiratoria grave, los expertos creen que el estado de Arakawa pudo empeorar repentinamente, dejándola incapaz de buscar ayuda. Al no haber nadie más en la casa para pedir ayuda de emergencia, probablemente murió en el mismo lugar donde se desplomó.

Últimos días de aislamiento de Hackman

Sin Arakawa, Hackman se quedó solo en su casa de Santa Fe. Los investigadores creen ahora que, debido a su avanzada enfermedad de Alzheimer, es posible que no se diera cuenta de que su esposa había muerto ni comprendiera la necesidad de pedir ayuda.

El patólogo forense Dr. Michael Baden examinó el caso y sugirió que Hackman probablemente siguió viviendo en la casa durante días sin darse cuenta de que algo iba mal.

"Creo que lo que [ocurrió] aquí es que él no se dio cuenta y... no comprendió que ella estaba muerta. No comprendió que tenía que llamar al 911", explicó el Dr. Baden. Las autoridades calculan que Hackman siguió vivo durante casi una semana tras la muerte de Arakawa.

Los datos de su marcapasos registraron su última actividad el 18 de febrero, lo que sugiere que ése fue probablemente el día en que falleció. Durante ese tiempo, los expertos creen que pudo deambular por la casa, bebiendo agua del fregadero y comiendo cualquier alimento que encontrara.

El Dr. Baden observó que probablemente Hackman no podía cocinar comidas, pero que tal vez podía comer pan u otros productos fácilmente disponibles. A medida que la salud de Hackman se deterioraba, se quedaba solo, sin nadie que lo cuidara.

La naturaleza aislada de su casa hizo que ningún vecino notara nada extraño, y hasta que un trabajador de mantenimiento no descubrió sus cuerpos no se hizo evidente la trágica realidad.

El descubrimiento de sus cuerpos y los resultados de la autopsia

A finales de febrero, un empleado de mantenimiento llegó a la casa de la pareja en Santa Fe y encontró a Hackman y Arakawa muertos. Se llamó a las autoridades y se inició inmediatamente una investigación sobre sus muertes.

La Dra. Heather Jarrell, investigadora médica jefe de Nuevo México, realizó una autopsia completa a Hackman. Los resultados mostraron que Hackman padecía una grave enfermedad cardiaca, indicios de ataques cardiacos anteriores y daños renales crónicos causados por la hipertensión.

La causa oficial de su muerte fue la enfermedad cardiovascular hipertensiva aterosclerosa, y la enfermedad de Alzheimer se consideró un factor contribuyente. El Dr. Jarrell señaló que Hackman había estado muy mal de salud antes de su muerte.

Su Alzheimer había avanzado considerablemente y su estado físico general había empeorado. "Desconozco cuál era su capacidad normal de funcionamiento diario", afirmó, "pero su estado de salud era muy precario y padecía una cardiopatía importante. Y creo que, en última instancia, eso fue lo que provocó su muerte".

Los investigadores confirmaron que Hackman no se había infectado con hantavirus, lo que significa que su muerte no estaba relacionada con la enfermedad que acabó con la vida de su esposa.

El papel de Arakawa como cuidadora de Hackman

En los años previos a su muerte, Arakawa se había convertido en la principal cuidadora de Hackman, gestionando casi todos los aspectos de su vida cotidiana a medida que su Alzheimer avanzaba.

Amigos y vecinos señalaron que se ocupaba de todo, desde programar sus actividades hasta controlar su dieta debido a sus continuos problemas cardíacos.

Susan Contreras, amiga de Arakawa desde hacía mucho tiempo, la describió como una persona independiente y de carácter fuerte, profundamente comprometida con el bienestar de Hackman.

"Esa parte nunca se me ocurrió porque parecían iguales en muchos aspectos", dijo Contreras, refiriéndose a la diferencia de edad de 30 años entre la pareja.

Aparte de cuidar de su salud, Arakawa desempeñó un papel clave en los últimos años de Hackman, ayudándolo incluso en sus proyectos de escritura. Tras retirarse de la actuación en 2004, Hackman dedicó gran parte de su tiempo a trabajar en novelas, que Arakawa mecanografiaba y editaba a mano.

Su repentina muerte no sólo dejó a Hackman emocionalmente solo, sino también sin los cuidados esenciales que necesitaba. Los expertos médicos creen que, sin Arakawa, su ya frágil estado empeoró rápidamente, haciendo improbable que pudiera sobrevivir por sí solo.

La vida de Hackman lejos de Hollywood

Antes de que su salud empeorara, Hackman llevaba una vida tranquila en Santa Fe, Nuevo México, lejos de los focos de Hollywood. Tras retirarse de la actuación en 2004 después de su última película, "Welcome to Mooseport", dedicó su tiempo a escribir, a actividades al aire libre y a la filantropía.

Los lugareños le veían a menudo montando en su bicicleta eléctrica hasta bien pasados los 80 años, cenando en pequeños restaurantes de carretera o jugando al golf con los amigos. A pesar de la fama, eligió un estilo de vida sencillo y privado, evitando las apariciones públicas y las entrevistas.

Sin embargo, con el tiempo, Hackman y Arakawa se volvieron cada vez más reclusos. Amigos y vecinos se dieron cuenta de que, tras la pandemia de COVID-19, la pareja apenas se aventuraba a salir.

Tras su muerte, la familia de Hackman emitió un comunicado en el que reconocía la pérdida de un hombre que fue un actor célebre, un padre devoto y un abuelo.

"Millones de personas de todo el mundo lo querían y admiraban por su brillante carrera como actor, pero para nosotros siempre fue simplemente papá y abuelo", decía el comunicado.

Antes de que las autoridades confirmaran las causas de las muertes de Hackman y Arakawa, se desataron las especulaciones, y muchos ofrecieron teorías sobre lo que podía haber ocurrido.

Entre ellos estaba el jefe de bomberos de Santa Fe, Brian Moya, que intervino después de que las autoridades admitieran errores en la investigación inicial, lo que suscitó aún más preguntas sobre el caso.

El misterio en torno a la muerte de la pareja se profundizó a medida que los funcionarios investigaban nuevos hallazgos. Las autoridades de Nuevo México encontraron a Hackman, Arakawa y uno de sus perros muertos en su casa el 26 de febrero de 2025.

Los detectives consideraron que las circunstancias eran "de naturaleza lo bastante sospechosa como para requerir un registro y una investigación minuciosa", porque las autoridades descubrieron la puerta principal sin asegurar y abierta.

Los descubrieron los trabajadores de mantenimiento Jesse Kesler y Roland Lowe Begay, que al parecer no habían visto a la pareja desde hacía unas dos semanas. Kesler, su contratista personal durante 16 años, hizo la llamada urgente al 911.

Dentro de la casa, la pareja no respondía, una visión angustiante que lo dejó conmocionado. Cuando llegaron los ayudantes del sheriff, observaron a un perro sano vagando por la propiedad y a otro cerca del cadáver de Arakawa. Encontraron un tercer perro muerto dentro de un armario del cuarto de baño, a unos 3 ó 4 metros de ella.

Sin embargo, nuevos detalles aclararon más tarde la identidad del animal fallecido. Los primeros informes afirmaban erróneamente que el perro era un pastor alemán.

Más tarde se supo que era Zinna, una mezcla de Kelpie Australiano de 12 años , de color rojizo, que se había entrenado en agilidad para el concurso canino del Westminster Kennel Club. Joey Padilla, que acogió a los perros supervivientes en Santa Fe Tails, confirmó que Zinna fue encontrada dentro de una jaula cerrada.

Mientras tanto, los investigadores también observaron un calentador desplazado, un frasco de pastillas abierto con píldoras esparcidas cerca y el cadáver de Hackman en una habitación diferente. En cuanto a Arakawa, fue descubierta en el cuarto de baño, tumbada sobre el costado derecho cerca de la encimera.

Había un calentador negro cerca de su cabeza, lo que llevó a las autoridades a considerar si se había caído durante una caída repentina.

El cuerpo de Arakawa presentaba signos de descomposición, como hinchazón facial y momificación en manos y pies, lo que indicaba que llevaba algún tiempo muerta.

Mientras tanto, Hackman fue encontrado completamente vestido en una habitación separada de la cocina. Sus gafas de sol estaban a su lado, lo que hizo sospechar que podría haberse desplomado inesperadamente.

A pesar de la preocupación inicial por una posible fuga de gas, las autoridades descartaron la intoxicación por monóxido de carbono tras realizar "pruebas exhaustivas" en la casa de la pareja.

La Compañía de Gas de Nuevo México confirmó: "Por el momento, no hay indicios ni pruebas que indiquen que hubiera problemas relacionados con las tuberías de la residencia y sus alrededores."

Una vez descartadas las fugas de gas, el jefe de bomberos de Santa Fe, Brian Moya, ofreció información sobre el posible marco temporal de las muertes de Hackman y Arakawa.

Aunque no fue uno de los primeros en responder, señaló que ambos cuerpos estaban en un estado similar, lo que sugiere que podrían haber muerto más o menos al mismo tiempo. También señaló que la propiedad era amplia y abarcaba más de 9.000 pies cuadrados con tres estructuras separadas.

La disposición de la propiedad presentaba dificultades, pero los agentes confirmaron que Hackman, Arakawa y su perro fueron encontrados en la misma estructura. Moya dijo que un paramédico que regresaba del lugar de los hechos les transmitió esta información.

Además, el sheriff del condado de Santa Fe, Adán Mendoza, reveló que el marcapasos de Hackman registró actividad por última vez el 17 de febrero de 2025. Los investigadores creen que éste fue probablemente el día en que falleció, ya que su cuerpo no fue descubierto hasta nueve días después.

Mientras tanto, Moya declaró que, durante los tres años que lleva en el cargo, nunca se había llamado a los bomberos ni a los servicios médicos de urgencia a la residencia de la pareja antes de este incidente.

También confirmó que su participación en la investigación terminó el 27 de febrero de 2025, y que ahora el caso depende totalmente del departamento del sheriff.

Las autoridades siguen trabajando para reconstruir las circunstancias que rodearon las muertes de Hackman y Arakawa, pero muchos detalles siguen sin estar claros. A medida que los investigadores recorren los últimos días de la pareja, siguen reuniendo pruebas para determinar qué condujo a sus muertes.

Dicho esto, los expertos médicos han ofrecido posibles explicaciones. James Gill, médico forense jefe de Connecticut, no está implicado en el caso, pero aportó su punto de vista sobre situaciones similares.

Descartó la probabilidad de un "suicidio en compañía", explicando: "He visto casos así, normalmente están juntos en la cama. El hecho de que estén en dos lugares distintos me hace pensar que eso es menos probable".

Gill sugirió que el historial médico de Hackman podría haber influido. "Por las circunstancias iniciales, parece que pudo sufrir un colapso: tiene antecedentes de enfermedad cardiaca. Tiene un marcapasos. Así que no sería raro", dijo.

Aunque el historial médico del actor puede explicar su repentino colapso, sigue habiendo interrogantes sobre la muerte de Arakawa y sobre si estuvo relacionada con la suya. Gill sugirió que el estrés de presenciar la muerte de un ser querido puede a veces desencadenar una respuesta fatal.

Según él, en algunos casos, un shock emocional extremo puede provocar una muerte natural. Otra posibilidad, dijo, es que Arakawa falleciera primero y Hackman se desplomara al intentar pedir ayuda.

Dada su edad y su historial de enfermedades cardiacas, Gill explicó que esta hipótesis era igualmente probable, aunque la autopsia determinaría si Arakawa padecía alguna enfermedad subyacente.

Aunque no es frecuente, Gill reconoció que se ha sabido de casos de muerte natural de dos personas en un breve lapso de tiempo, lo que a veces se denomina un "caso de corazón roto". La conmoción de descubrir a un ser querido fallecido puede provocar una oleada de adrenalina, que puede dar lugar a latidos irregulares.

También señaló que, en algunos casos, el dolor puede llevar a las personas a quitarse la vida, a veces mediante medicación u otros medios. Sin embargo, hizo hincapié en que serían necesarias pruebas toxicológicas para descartar cualquier implicación de sustancias.

Según Gill, los resultados de la autopsia y la toxicología proporcionarían respuestas en última instancia, y añadió que, sin esos resultados, cualquier conclusión en esta fase sería especulativa.

También descartó la posibilidad de que una persona dependiente muriera tras fallecer repentinamente su cuidador, ya que Hackman tenía movilidad y era capaz de cuidar de sí mismo.

Gill señaló que algunos marcapasos y desfibriladores rastrean los ritmos cardíacos mediante Wi-Fi o Bluetooth, lo que podría ayudar a determinar con exactitud el momento de la muerte.

Mientras los investigadores buscan respuestas, quienes conocían a la pareja los recuerdan como devotos amantes de los animales que trataban a sus perros como si fueran de la familia. Los amigos describen a Hackman como un entusiasta del pastor alemán de toda la vida, profundamente comprometido con el bienestar de sus mascotas.

Su repentina muerte, junto con la de uno de sus perros, ha dejado atónitos a sus amigos y a la comunidad. Aunque se desconoce la causa, sus allegados insisten en que nunca pondrían en peligro a sus mascotas.

Steff Smith, fundador de la Sociedad de Pastores Alemanes del Suroeste, describió a Hackman como un "blando" que lloró cuando adoptó a su primer perro. Más tarde, él y Arakawa adoptaron dos más y siguieron siendo fieles seguidores de la organización.

En los últimos años, la pareja se volvió cada vez más reservada y se retiró de las interacciones sociales. Los amigos que antes les visitaban con regularidad se dieron cuenta de que ya no recibían visitas. Incluso sus más allegados llevaban años sin ver al dúo, aunque nadie sospechaba que algo fuera mal.

A pesar de su reclusión, Arakawa se mantuvo en contacto con algunas personas e intercambió correos electrónicos en las semanas previas a su muerte, sin suscitar ninguna preocupación.

Sin embargo, sus llamadas rutinarias a su madre de 91 años en Hawai cesaron repentinamente en octubre de 2024, dejando preocupados a sus familiares. Cuando las autoridades le comunicaron la trágica noticia, su madre se esforzó por comprenderla.

Mientras los allegados de Arakawa se enfrentaban a la pérdida, la industria cinematográfica lloraba la muerte de Hackman, recordando su perdurable legado. Morgan Freeman rindió homenaje a su "querido amigo" en la reciente entrega de los Oscar. Reflexionó sobre su influencia, diciendo: "Recibió dos Oscar, pero lo más importante es que se ganó el corazón de los amantes del cine de todo el mundo".

Mientras los investigadores trabajan para descubrir la verdad que se esconde tras las misteriosas muertes de Hackman y Arakawa, quienes les conocían siguen lamentando la pérdida de una pareja conocida por su tranquila devoción mutua, sus animales y sus pasiones.

Aunque sigue habiendo interrogantes, el legado de Hackman perdura, tanto en los corazones de sus seres queridos como en las innumerables interpretaciones que cimentaron su lugar en la historia del cine.