
El día libre de una mujer se convierte en el peor temor de una madre tras una llamada del colegio — Historia del día
Mary se ocupaba de todo en casa mientras su marido, Jorge, no se ocupaba de nada. Harta, decidió tomarse un día para ella, dejando a su hija al cuidado de él. Pero mientras se relajaba junto al mar, su teléfono se llenó de llamadas perdidas del colegio. El miedo se apoderó de ella: ¿qué había pasado en su ausencia?
Mary estaba en la cocina, moviéndose frenéticamente mientras intentaba preparar el desayuno. Miró el reloj y gimió. Se había vuelto a quedar dormida. Mientras tanto, Jorge seguía roncando en el piso de arriba.

Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney
Sacó la tostada de la tostadora y vio que estaba quemada. "Murmuró, tirándola a un lado. Sin detenerse, echó los huevos en la sartén, pero con las prisas se quemaron igual que la tostada.
De repente, la alarma volvió a sonar, haciéndola saltar. "¡Oh, vamos!", gritó, y en la confusión, volcó su taza de café.
El líquido caliente le salpicó el brazo y le escocía la piel. "¡Maldita sea!", gritó, cogiendo una toalla para limpiar el desastre.
Sin tiempo que perder, corrió a la habitación de Missy. Se sentó en el borde de la cama y sacudió suavemente a su hija para que se despertara. "Missy, cariño, es hora de levantarse", le dijo suavemente. Missy gimió, se dio la vuelta y se tapó la cabeza con la manta.

Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney
Mary levantó a la todavía medio dormida Missy y la llevó al cuarto de baño. Mientras ayudaba a Missy a lavarse la cara y cepillarse los dientes, se miró en el espejo. Tenía el pelo alborotado, el pijama arrugado y una gran mancha de café cubría su camisa.
Llevó a Missy por el pasillo, en dirección al dormitorio. Empujó la puerta con el pie y vio a George tumbado en la cama, roncando suavemente.
"George, llego tarde. Missy va a llegar tarde al colegio. ¿Puedes ayudarme, por favor?". Su voz era casi suplicante.

Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney
George gruñó y se puso de lado, enterrando la cara en la almohada. "Cinco minutos más", murmuró.
Mary suspiró y bajó las escaleras a toda prisa, con Missy pegada a ella. Dejó a Missy en la mesa, cogió una caja de cereales y los echó en un cuenco, añadiendo leche.
"¡No quiero esto!", gimoteó Missy, apartando el cuenco.
Mary respiró hondo, intentando mantener la calma. "¿Qué quieres, cariño?".

Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney
"¡Panqueques!".
Mary miró la hora. Ya casi no le quedaba nada. "¡George!", gritó hacia las escaleras. "¡Necesito tu ayuda! Viste a Missy!".
Silencio. George no emitió ni un solo sonido.
Apretando los dientes, Mary cogió la mezcla para tortitas y empezó a trenzar el pelo de Missy mientras la masa chisporroteaba en la sartén.

Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney
George entró por fin en la cocina, frotándose los ojos. Su mirada se posó en los fogones. "¡Oh! ¡Panqueques!", dijo con una sonrisa, sentándose a la mesa. Sin ningún reparo, cogió un tenedor y empezó a comer.
Mary lo miró, con las manos ocupadas empaquetando el almuerzo de Missy. Le dolían los hombros de ir de un lado para otro toda la mañana, pero guardó silencio.
"¿Te has olvidado de coger el periódico de la mañana?", preguntó George entre bocado y bocado.
Algo se quebró dentro de Mary. Las palabras la golpearon como una bofetada. "¿Tu periódico?", gritó. "¿Por qué no lo coges tú mismo? ¡Esta mañana he estado corriendo como una loca para preparar a Missy para el colegio! ¡Te pedí que me ayudaras! Ni siquiera lo has intentado".

Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney
George parpadeó, parecía confuso. "Pero yo trabajo y tú eres ama de casa...".
Mary le interrumpió. "¡Estás de vacaciones!", gritó. "¿Sabes una cosa? Ya he tenido bastante. Me tomo el día libre. Vas a llevar y recoger a Missy del colegio. La estás cuidando todo el día. Necesito un descanso".
George se rascó la cabeza, frunciendo el ceño. "Creía que aún iba a la guardería".
"¡Aaagh!", gritó Mary, saliendo furiosa de la cocina. Subió corriendo al cuarto de baño, cerró la puerta de un portazo y echó el pestillo tras de sí.

Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney
Mary se quedó en el cuarto de baño, escuchando el débil sonido de George y Missy al marcharse. La puerta principal se cerró con un clic y, por un momento, se hizo el silencio.
Exhaló un largo suspiro. Lentamente, abrió la ducha y dejó que el agua caliente la bañara. Le sentó bien, calmó sus nervios crispados.
Después se vistió con ropa cómoda, cogió una bolsa pequeña y metió en ella algunas cosas esenciales: la cartera, un libro y algo para picar.

Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney
Salió de casa y cerró la puerta con llave. Subió al Automóvil, arrancó el motor y condujo hacia el océano, deseosa de una escapada tranquila.
Mary se estiró en la cálida arena, sintiendo el sol en la piel. El sonido de las olas la calmó, disipando el estrés de la mañana. Nadó en el agua fresca, flotó sobre su espalda y sintió una rara sensación de paz. Por una vez, dejó el teléfono enterrado en el bolso.
Al cabo de un rato, se incorporó y cogió el teléfono, pensando que era hora de registrarse. Al encender la pantalla, le dio un vuelco el corazón. Había más de diez llamadas perdidas de la escuela. Algo iba mal.

Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney
A Mary le temblaron las manos al marcar el número de la escuela. Cuando por fin alguien contestó, apenas pudo mantener la voz firme.
"¿Hola? ¿Has llamado? ¿Ocurre algo?", preguntó Mary con voz temblorosa.
"Sí, señora Johnson", contestó una anciana al otro lado. "Missy ha desaparecido. Ha salido durante el recreo y no ha vuelto".
A Mary se le cayó el estómago. "¿Qué quiere decir? ¿Cómo es posible que no haya vuelto?", casi gritó, con el miedo en aumento.

Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney
"Intentamos ponernos en contacto contigo y con tu marido, pero no pudimos".
Mary sintió que el mundo le daba vueltas. "¿Cómo has permitido que ocurriera esto?", gritó.
"Por favor, señora Johnson, cálmese", dijo la mujer con suavidad. "Estamos haciendo todo lo posible por encontrarla".
"¡¿Cómo puedes decir eso?!" gritó Mary. "¡No sabéis lo que le ha pasado!". Se le quebró la voz al hablar. Sin esperar respuesta, colgó, con las manos temblándole incontrolablemente.

Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney
Marcó el número de George, metiendo la ropa en el bolso. Cuando contestó, no perdió ni un segundo.
"¿Dónde estás?", gritó al teléfono, con la voz llena de pánico.
"Estoy con la policía", contestó George. "Les estoy dando información sobre Missy".
Mary se quedó paralizada un momento, intentando calmar su acelerado corazón. Por una vez, Jorge estaba dando un paso adelante, haciendo algo por su hija.
"Pero me dijeron que el colegio no podía localizarte", dijo Mary.
"Sí... Estaba en el bar con un colega, pero vi las llamadas perdidas y les devolví la llamada enseguida", respondió George, sonando culpable.

Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney
"De acuerdo", consiguió decir ella, con la voz más firme ahora. "Voy para allá". Colgó, cogió las llaves y corrió hacia el Automóvil.
Se metió en el Automóvil, con las manos temblorosas mientras jugueteaba con las llaves. El motor rugió y salió a toda velocidad del aparcamiento. El corazón le latía con fuerza en el pecho mientras zigzagueaba entre el tráfico, ignorando los bocinazos y los gritos de enfado de los demás conductores.
Agarró el volante con tanta fuerza que los nudillos se le pusieron blancos. Las lágrimas le nublaron la vista, pero parpadeó y se centró en la carretera.

Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney
Finalmente, se detuvo frente a la escuela. Apenas cerró la puerta del Automóvil, se apresuró a entrar. Los profesores y el personal se agolparon a su alrededor, con los rostros llenos de preocupación.
"Missy no ha vuelto a clase después del recreo -explicó uno de ellos-. "La hemos buscado por todas partes".
Mary no esperó a oír más. Corrió por los pasillos gritando el nombre de Missy. Comprobó todos los cuartos de baño, miró debajo de las mesas en las aulas, se asomó detrás de las puertas, y su desesperación crecía a cada paso.
"¡Missy! ¿Dónde estás?". Empezó a marearse y a respirar entrecortadamente. Su mente gritaba: "¡Es culpa mía! ¡Nunca debería haberla dejado con George!".

Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney
Mary se sentó en la escalera del colegio, hundiendo la cara entre las manos. Las lágrimas corrían por sus mejillas y su cuerpo se estremecía con sollozos silenciosos. Se sentía impotente. Missy seguía desaparecida y ella no sabía qué hacer.
De repente, sonó su teléfono. Dio un respingo y se secó rápidamente los ojos. Era George. Le temblaron las manos al contestar.
"¿Qué... qué dice la policía?", balbuceó, con la voz entrecortada.
"La he encontrado -dijo Jorge, con voz firme.

Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney
Mary se quedó paralizada. "¿La... la has encontrado?", susurró, casi sin creérselo.
"Sí, estamos en el parque. Ven aquí ahora mismo", contestó Jorge.
Mary se levantó de un salto y corrió hacia el parque, con el corazón latiéndole con fuerza. Cuando vio a George y a Missy sentados en un banco, sintió un gran alivio. Corrió hacia ellos, se arrodilló y abrazó a Missy. Las lágrimas se derramaron por su cara, empapando el pelo de Missy.
"Cariño, ¿qué ha pasado?", preguntó Mary, abrazando a Missy.

Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney
Missy levantó la vista, con los ojos muy abiertos. "Papá dijo que iríamos a dar un paseo más tarde. Me cansé en el colegio, así que vine al parque -dijo, con la voz entrecortada.
Mary se volvió hacia Jorge, lanzándole una mirada furiosa. Él desvió la mirada hacia el suelo, con el sentimiento de culpa reflejado en el rostro.
"Cariño, no puedes irte así del colegio", dijo Mary, con voz temblorosa. "Teníamos mucho miedo. No sabíamos dónde estabas".
Missy frunció el ceño. "Lo siento. No volveré a hacerlo", dijo. "Sólo quería pasear con papá".

Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney
Mary suspiró, sintiendo el peso de las palabras de su hija. Apretó la mano de Missy. "Muy bien, vamos a casa", susurró.
En el trayecto de vuelta a casa, el Automóvil estaba tranquilo. Missy se había quedado dormida en el asiento trasero, con la cabeza apoyada en la ventanilla. Mary se agarró al volante, con la mente acelerada.
Quería gritarle a Jorge, decirle lo descuidado que había sido, cómo había ignorado a su hijo durante tanto tiempo. Pero antes de que pudiera abrir la boca, Jorge rompió el silencio.
"Lo siento -dijo en voz baja.

Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney
Mary lo miró con ojos duros. "Sentirlo no es suficiente", replicó ella, con tono cortante. "Nuestra hija podría haber resultado herida hoy. ¿Lo entiendes?".
George asintió, mirándose las manos. "Lo sé -admitió-. "No he sido el mejor padre".
Mary negó con la cabeza, con la rabia burbujeando de nuevo. "¿Ha tenido que desaparecer para que te des cuenta? ¿De verdad?".
George respiró hondo y se metió la mano en el bolsillo. Sacó un papelito y se lo entregó. Confundida, Mary miró hacia abajo. Era un billete de crucero.

Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney
"¿Qué es esto?", preguntó, aún enfadada pero ahora curiosa.
"Te mereces un descanso", dijo Jorge con voz firme. "Cuando te fuiste esta mañana, vi los huevos quemados, los cereales, las tortitas. Has hecho tres desayunos en una mañana. Y eso es sólo una pequeña parte de lo que haces cada día. Siento no haberlo visto antes ni haberte apreciado".
Mary miró el billete y luego volvió a mirar a George. "¿Y quién va a cuidar de Missy?", preguntó.
"Yo", respondió él, mirándola a los ojos. "Soy su padre. Ya es hora de que empiece a comportarme como tal".

Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney
Mary entró en el garaje y aparcó. Se volvió hacia Jorge y sus ojos se ablandaron. Lentamente, se inclinó hacia él y lo abrazó, dejando que las lágrimas fluyeran.
"Lo haré mejor -le prometió George, abrazándola con fuerza. Mary asintió, sintiendo que se quitaba un peso de encima. Por fin lo comprendía.

Sólo con fines ilustrativos. | Fuente: Midjourney
Dinos lo que piensas de esta historia y compártela con tus amigos. Puede que les inspire y les alegre el día.
Si te ha gustado esta historia, lee esta otra: Sheila se convirtió en madre a los 16 años, sacrificando sus sueños de ir a la universidad para criar a su hija, Kaylee. Ahora que Kaylee se dirige a iniciar su periplo universitario, Sheila toma una decisión sorprendente: se matricula en la misma universidad. Pero, ¿este giro inesperado las acercará o las distanciará? Lee la historia completa aquí.
Este artículo está inspirado en historias de la vida cotidiana de nuestros lectores y escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o lugares reales es pura coincidencia. Todas las imágenes son meramente ilustrativas. Comparte tu historia con nosotros; tal vez cambie la vida de alguien. Si quieres compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.
¡AMOMAMA YA ESTÁ EN WHATSAPP!
Noticias de famosos y estilo de vida – todo sobre tus celebridades favoritas y sus estilos de vida;
Historias Inspiradoras – relatos conmovedores que emocionan y motivan cada día;
Noticias virales del mundo – las historias más comentadas, en las que cualquiera puede verse reflejado.
¡Suscríbete a nuestros canales para mantenerte informada, inspirada y entretenerte con lo mejor cada día!