Mamá tuvo un día difícil en casa. Cuando papá preguntó, la niña le contó su adorable versión
Aunque cuidar a los niños puede ser muy agotador y estresante para los padres, los niños siempre tienen un punto de vista diferente sobre las cosas que pasan durante el día.
Eso es exactamente lo que Story of this Life intentó mostrar en el video que hicieron para honrar a las mamás en el Día de la Madre. Todo comenzó cuando un hombre le preguntó a su esposa cómo había sido su día.
Según lo informado por Happiest, ella recordó que el día comenzó con su hija mayor despertándola para que la 'salvara' de los monstruos en su habitación. Más tarde, más obstáculos surgieron en su día.
Ella tuvo que terminar una discusión que sus dos hijas sostenían sobre los juguetes con los que estaban jugando y las llevó a la tienda de comestibles para lo que ella esperaba que fuera una sesión de compras calmada y relajada.
Sin embargo, su hija más joven agarró una manzana y se la comió antes de que pudiera pagarla y derribó una pequeña montaña de papel higiénico, por lo que tuvo que recogerlas todas y volverlas a poner en el estante.
Imagen tomada de Pixabay
Después de eso, volvieron a su casa y ella le cambió el pañal a la bebé. Finalmente, cuando pensó que las cosas se habían calmado, su pequeña dejó caer un pastel que ella había comprado.
Evidentemente agotada, la madre le dijo a su esposo que era un "día normal". Sin embargo, cuando el padre le preguntó a la niña cómo había estado la jornada, ella le contó una historia completamente diferente.
Imagen tomada de Pixabay
Empezó a decir que su madre la rescató de los monstruos cuando tenía miedo y agregó que amaba a su hermanita y que se reían mucho cuando le cambiaban los pañales.
La niña admitió que su madre les dio muchos besos y que las llevó a dar un paseo divertido. Finalmente, le dijo a su padre que comieron un pastel y que había sido el "mejor día de todos".
Mira el video del que hablamos a continuación:
La madre, que escuchaba secretamente la historia de su hija, apenas podía contener sus lágrimas al enterarse de que no importaba lo estresante que fuera su día, sus hijos siempre considerarían que ella estaba haciendo un gran trabajo.
¡Vivan las madres!