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Rota, se camina igual: La modelo argentina Carolina Ardohain compartió un escrito desgarrador

Valeria Garvett
22 mar 2018
00:14

Carolina se reveló el pasado 8 de marzo, en el Día Internacional de la Mujer, y casi nos hace llorar en el transcurso.

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“Rota, se camina igual”, fue el nombre que la modelo argentina Carolina Ardohain le dio a un escrito que compartió, conmoviendo a más de una mujer.

El desgarrador texto fue publicado en forma de foto, a través de un post de Instagram, reseñó el sitio web chileno, 24horas.

A pesar de que no escribió un pie de foto para la misma, muchos asumieron que sus palabras llenas de dolor hicieron alusión a la pérdida de su hija Blanca, sucedida en el 2012.

En ese entonces, la menor presentó una falla multisistémica, como consecuencia de dos bacterias que se alojaron en su cuerpo.

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Luego del triste y trágico suceso, los papás de la víctima, Pampita y el actor Benjamín Vicuña, no tardaron en tener otro hijo. No obstante, pocos meses después vivieron una sonada ruptura.

Con el tiempo, ambos artistas siguieron con sus vidas, pero el dolor que la pérdida de la pequeña les causó, jamás fue superado. Y es que ¿quién puede simplemente olvidar la manera en la que amaste a un ser que salió de ti?

El texto pertenece a la psicóloga transandina Lorena Pronsky. Disfrútalo sin llorar.

Me gusta porque no se le nota que está rota. Me contagia esa idea de que se puede seguir a pesar de tener un corazón despedazado. Yo sé que así lo tiene. Le falta una pieza de esas que nunca más va a encontrar. Ella va a vivir sin una parte para siempre. Con un corazón desarmado que nunca va a armarse de nuevo. Pero ella se para igual. Se para y no se le nota que renguea. Sigue. Sigue jugando con esas piezas que le quedan, sabiendo que nunca más va a volver a tener el rompecabezas armado arriba de la mesa", inicia el texto publicado por Pampita.

"

Ella sigue caminando con ese vacío incrustado en el pecho. Sigue jugando con lo que le queda. Guarda el dolor de la pieza que le falta para otro momento. Ella se sigue parando. No está sanada. No va a sanar. Lo sabe. Pero se para con esa fortaleza del que sabe que así es la vida. Ella ya entendió todo. Sabe que perdió la batalla. Lo sabe. Pero se ríe. Y a veces disfruta. Contagia la idea de que se puede. Que, aún rota, se puede si se quiere.
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Perdió justo lo que no tenía que perder. De todas las cosas posibles justo ésa no tenía que perder. Y la perdió. Y le duele en el pecho y en la garganta. Extraña. No se agarra de nada que la distraiga de la verdad de saber que no está y que no va a volver. Pero ella sigue. A veces tropieza, pero ella cree que tropezar mirando al cielo siempre compensa. Y sigue. No tiembla.

Y entonces a mí, me gusta esa sonrisa en su cara. Me hace pensar que se puede. Me gusta ver que sigue con lo que tiene. Que no busca reemplazos. Me gusta verla porque me planta una evidencia que me cuesta asumir. Sí. La gente rota puede seguir su curso. Pueden ser felices. Ella es feliz. Las sonrisas no mienten. La mirada tampoco. Ella es feliz. Y está hecha pelota. No es careta. No es valiente. Es simplemente una chica que, rota, camina igual", finalizó.

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