Padres son acusados de dejar morir de hambre a su hijo. Fiscal pide 15 años de cárcel
Luego de que una pareja presuntamente dejara morir de hambre a su hijo de cuatro años, la Fiscalía de la Audiencia Provincial de Las Palmas solicitó la pena de 15 años por el delito.
Según informó El País, en el informe se asegura que tanto Yurena S.A., de 32 años, y su marido, Isidro Yeray S.R., de 35 años, no atendieron al niño desde su nacimiento y sus cuidados fueron "los más elementales a los que se encontraban obligados".
En este sentido, la sentencia agrega que la asistencia médica fue "absolutamente inexistente durante los tres años y cinco meses del menor". De igual forma, el pequeño presentaba un cuadro de malnutrición y "de una extrema falta de higiene".
Todo ocurrió hace cinco años cuando la pareja se presentó en el centro de salud de la localidad de Artenara (Gran Canaria) con su hijo Ahren en parada cardiorespiratoria.
Los médicos procedieron a trasladar en ambulancia al menor hasta el centro de salud de Tejeda. En el trayecto, el personal realizó maniobras de reanimación cardiopulmonar, pero todo fue en vano. El pequeño llegó muerto.
Según el informe forense, “Ahren había fallecido debido a un cuadro de bronconeumonía favorecida por deshidratación y malnutrición severa”. El infante padecía una enfermedad congénita (bronconeumonía) que estaba agravada por un labio leporino.
A juzgar por el estado en el que llegó al centro hospitalario, nunca recibió "los más básicos controles y revisiones médicas exigidas que hubiesen permitido diagnosticar las patologías sufridas por éste", según los médicos.
El chico nunca fue llevado al pediatra por sus padres, de ahí que no constase historial clínico alguno ni constancia de haber recibido las vacunas.
Los forenses señalaron que el niño presentaba desnutrición, falta de cuidados básicos, lesiones por rascado crónico, picaduras de insectos en las extremidades (pulgas) y "costras propias de las que se producen por presión en pacientes encamados".
Los abogados señalaron que no hubo intención de dejar morir al menor, sino negligencia, por lo que han solicitado una condena de dos años de prisión por imprudencia.
Por su parte, el abogado de la madre ha recalcado al Jurado que no se puede "criminalizar la pobreza", dados los problemas económicos que atravesaba la pareja, que vivía en unas casas cueva de Artenara en unas condiciones "tercermundistas”.
Sin embargo, el fiscal dijo que tras la prueba practicada sigue "plenamente convencido" de que los dos acusados desatendieron de forma "imperdonable, deliberada y consciente" a su hijo, convirtiéndose en responsables de su fallecimiento.