Mujer dio a luz a las 33 semanas de embarazo, sabiendo que el bebé había muerto en su útero
El amor de madre es incomparable, es el sentimiento más puro y por eso la pérdida de un hijo genera un sentimiento que desgarra el corazón.
Mientras Sara Jade y su esposo Tim criaban a su único hijo, Arthur de 3 años, se enteraron de que esperaban a un nuevo miembro de la familia. Para ellos fue una noticia maravillosa, pero lo que ocurrió después, los destrozó. Viralistas tiene la noticia.
Llenos de felicidad disfrutaron de las primeras semanas de gestación del nuevo bebé que completaría la familia, pero en la semana 20, los médicos se alarmaron, debido a que el cerebro del pequeño que llamaron Aksel no se estaba desarrollando con normalidad.
Ante la anomalía en el bebé, los doctores le hicieron seguimiento a su desarrollo y en la semana 31 decidieron hacerle una resonancia magnética para poder determinar qué era lo que pasaba con bebé en camino.
Mire el video sobre la triste historia de Aksel.
“Su peor pesadilla se hizo realidad. Les informaron que su hijo presentaba una anormalidad cerebral llamada polimicrogiria, una malformación cerebral que se caracteriza por pliegues corticales excesivos y surcos muy poco profundos”.
Se trataba de una enfermedad grave a la que el bebé no habría tenido posibilidades de sobrevivir fuera del vientre.
“Trágicamente a las 33 semanas de vida, el corazón del pequeño Aksel dejó de latir y Sara tuvo que ir a la sala de parto para dar a luz a su bebé ya muerto. No hay nada más duro que un parto silencioso”.
Sara y su esposo Tim le pidieron a una fotógrafa que capturara el nacimiento de su hijo, desde el momento en que entró en las labores de parto hasta el funeral, incluyendo su autopsia.
“Yo quería un hermoso parto y aunque ya sabíamos cuál sería el resultado, todavía deseaba capturar esos emotivos momentos”, dijo Sara.
Durante el proceso de parto todo fue muy traumático, pues mientras Sara pujaba para dar a luz a Aksel, el cuerpo del bebé se devolvió y para ella eso fue muy doloroso. “Empecé a llorar desconsoladamente, era como si mi cuerpo quisiera empujar pero mi corazón no quería dejarlo salir”.
Luego del parto, la familia pudo ver al bebé antes de decirle adiós y quedarse con algún recuerdo de él, a pesar de ser el momento más doloroso de sus vidas.