Hombre enfermo graba video de despedida para su hijo. Tras 2 años, pierde 160 kilos y luce irreconocible
En 2007, Zach Moore y su esposa, Amber, se emocionaron mucho cuando supieron que estaban esperando su primer hijo juntos.
Pero a medida que el embarazo avanzaba, Zach comenzó a ganar peso rápidamente. Con los años, alcanzó casi 225 kios y un IMC peligrosamente alto de 60.
Según Liftable, estaba tan obeso que incluso grabó un video de sí mismo diciéndole adiós a su hijo de 8 años de edad.
"En el video de 2013, estaba leyendo la historia de Green Eggs and Ham de mi hijo Dr Seuss, creía que sería mi última Navidad con mi familia. Lo filmamos para que Zach Jr. creciera con recuerdos para recordar a su padre".
Sin embargo, una visita al hospital con intoxicación alimenticia hizo que Zach se diera cuenta de que necesitaba hacer un cambio.
"Realmente sentí que mi vida estaba llegando a su fin", dijo. "Sabía que estaba cerca. No es una buena sensación saber que todo lo que le queda por ofrecer a su familia son recuerdos".
En 2016, decidió someterse a una cirugía de derivación gástrica en un intento por salvar su propia vida.
Dejó de consumir azúcar, refrescos, fumar cigarrillos y comenzó a caminar al menos 10.000 pasos por día. Y la forma en que reaccionó su cuerpo en los siguientes dos años fue impactante.
Zach perdió más de 136 kilos en ese tiempo y se realizó múltiples cirugías para extirpar parte de la piel. Pero incluso después de esas cirugías, aún era necesario quitar la piel adicional.
"Casi comí hasta la muerte, pero en cambio encontré la fuerza interior y trabajé muy duro para llegar a donde estoy hoy". Así lucía Zach:
Zach también comenzó a ir al gimnasio y hacer ejercicio, y pronto notó resultados muy reales. "Lo más extraño es cuán en forma estoy, nunca pensé que pasaría de extremadamente obeso a saludable, la mayoría de la gente se sorprende por mi aspecto y no puedo decir que solía ser obeso".
Ahora, el video que hizo para Zach Jr. sirve como recordatorio de cuán importante es su salud y estado físico.
"Miro ese video todo el tiempo. Me ha hecho llorar pensando que estuve tan cerca de no estar aquí. Debido a que luché tan duro ahora puedo contar mi historia a otros”.
"Ha valido la pena cada momento del año pasado. Definitivamente me dio acceso a cosas diferentes que antes no podía hacer, como correr, jugar con mi hijo, ir de excursión, nadar y más".