Abuela de 95 años arrestada por pegarle a nieta de 46 años con una zapatilla

Una bisabuela de 95 años llamó a la policía para pedir ayuda después de discutir con su desafiante nieta.

Fue esa llamada, y el hecho de que abofeteó a su nieta en la cara con una zapatilla, lo que llevó a la anciana a la cárcel.

El jefe de policía de Daytona Beach, en Florida, Craig Capri, admitió que Hattie Reynolds probablemente no era una amenaza, pero dijo que la ley de violencia doméstica requiere que se haga un arresto.

El argumento del oficial va en contra de las opiniones de dos abogados defensores locales y el estatuto de violencia doméstica de Florida.

La abuela, que según el reporte policial mide 1.5 metros de altura, dijo en su llamada telefónica al despacho que estaba cansada de que su nieta se quedara en la cama todo el día empapándose del aire acondicionado que ella paga, informó News Journal.

"Mi nieta está en mi cama y no puedo sacarla de ahí”, dijo Reynolds, llamando desde su casa a la estación policial.

Reynolds dijo que quería que su nieta de 46 años, Janeen Williams, saliera de su habitación.

"Ella no sale de mi cama. La quiero fuera de la cama, no quiero meterme en problemas... porque no me escucha", dijo la bisabuela.

Reynolds llamó a la policía después de golpear a su nieta en la cara con su zapatilla.

"Hattie Reynolds dijo que Janeen Williams, su nieta, no se quitaba de su cama y que estaba gritándole e insultándole. La anciana entonces comenzó a gritar y golpear (a Janeen Williams) en la cara con los zapatos que llevaba puestos", escribieron los agentes en su informe.

Cuando la policía se presentó en la casa, la nieta les dijo que no estaba herida, que no quería presentar cargos y se negó a dar una declaración.

Pero Reynolds le dijo a la policía sobre la bofetada.

La policía esposó a la nonagenaria y la llevó a la cárcel donde pasó la noche. Incluso tomaron su foto policial como a cualquier otro recluso. Un juez la liberó y después de aproximadamente 24 horas ella estaba de vuelta en casa.

Capri dijo que se sentía mal por lo que le sucedió a Reynolds, pero calificó las leyes de violencia doméstica como estrictas, y dijo que incluso si las víctimas no presentan cargos, los oficiales no tienen otra opción que hacer un arresto.

"Los oficiales fueron muy educados y se aseguraron de que estuviera lo más cómoda posible", dijo Capri. "Se le dio tiempo para cambiarse de ropa y tenía las manos esposadas frente a ella en lugar de detrás de su espalda".