Genie, la niña "salvaje" criada a solas en el encierro por 13 años que fascinó a científicos de los 70
Se trataba de una verdadera niña salvaje.
Uno de los casos más representativos sobre la psicología infantil salió a la luz el 4 de noviembre de 1970 cuando las autoridades de California hicieron un hallazgo escalofriante, tal como informó Rolograma.
Se trataba de una niña de 13 años de edad que seguía usando pañales y hacía ruídos como si fuese un animal. Una trabajadora social fue la mediadora para que dieran con ella, y así fue como se convirtió en todo un caso ejemplar.
La niña había nacido en 1957 en medio de un hogar bastante caótico. La desgracia era el escenario principal de esta familia, la madre estaba medio ciega y el padre era un depresivo violento a causa de la muerte de su madre.
La pareja había tenido otros hijos antes de la niña que llamaron Genie. Los dos primeros murieron, por abandono y por complicaciones en el embarazo. El tercero sobrevivió, y cinco años después nació la pequeña Genie.
Como Genie no hablaba, su padre la encerró en un sótano y la aisló de toda su familia para evitar que se la llevaran los de servicios sociales.
Estuvo encerrada durante 12 años y atada a una silla orinal. En ocasiones el hombre la encerraba en una jaula de madera y alambre y le tenía prohibido emitir sonidos de cualquier tipo. La alimentación dejaba mucho que desear y tampoco recibió enseñanza de absolutamente nada.
En una de las revisiones médicas de la madre, la médico se confundió de habitación y abrió por error en la que estaba Genie. Esto puso al descubierto el atroz encierro, y entonces las autoridades más adelante dieron con la pequeña.
Al comienzo pensaron que se trataba de autismo, pero rápido se dieron cuenta que en realidad la niña parecía una bestia sin ningún tipo de enseñanza ni educación. Sus condiciones de salud eran bastante malas y entonces decidieron intervenir.
Al inicio se convirtió en todo un caso de estudio de la psicología. Se preguntaban si era posible que una niña salvaje aprendiera a comunicarse y a comportarse como cualquier ser humano.
Al inicio aprendió bastante, pero su vocabulario solo llegó a 20 palabras y cuando fue sometida a un escáner cerebral, se descubrió que su hemisferio izquierdo estaba prácticamente inactivo.
Los pocos avances de la niña hicieron que la devolvieran a su madre, quien la puso en adopción. Pero ella no logró entrar a ningún hogar.
Luego su madre volvió a intervenir para estar con ella y parece que su vida volvió a ser la misma pesadilla de siempre.
Hoy en día, Genie vive en un hogar de cuidado para adultos en algún lugar secreto del sur de California. Poco se sabe acerca de su condición actual.
Su destino sigue siendo un enigma. ¿Finalmente aprendió a hablar?¿Es feliz? Quizás nunca lo sepamos.