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Madre esconde a hijo y amante en el mismo clóset y el niño encuentra la forma de obtener ganancias

Vanessa Guzmán
18 may 2018
05:44

Para evitar ser descubierta escondió a su amante en el closet, pero resulta que el hombre no estaba solo.

El humor puede ser un gran aliado para lidiar con el estrés. Las bromas, las conversaciones ingeniosas y una buena carcajada al día son beneficiosos física y psicológicamente.

Además, un elemento clave de los chistes es que te obligan a mirar una misma situación de diferentes maneras.

Esta mujer fue sorprendida cuando su marido llegó a casa y tuvo que decirle a su amante que corriera y se metiera al clóset, pero olvidó que su hijo estaba dentro también.

Imagen tomada de Shutterstock

Imagen tomada de Shutterstock

Una mujer está con su amante mientras su marido está trabajando. Su hijo de 9 años aparece de repente por lo que ella decide meterlo al armario para que no moleste.

De pronto su marido aparece por lo que decide mandar al armario a su amante también.

El niño dice: Está oscuro

El hombre dice: Si, es verdad.

Niño: tengo una bola de béisbol.

Hombre: ¿Ah?

Niño: ¿Me la quieres comprar?

Hombre: No gracias.

Niño: Mi padre está afuera

Hombre: Vale, ¿cuánto?

Niño: 20 euros

Hombre: Ok.

Pocas semanas después volvió a pasar que el niño y el amante coincidieron en el armario.

Niño: Está oscuro

Hombre: Si, es verdad.

Niño: tengo unos guantes de béisbol.

Y acordándose de la última vez...

Hombre: Vale, ¿cuánto?

Niño: 25 euros

Hombre: Vale.

Unos días después el padre le dice al hijo que cogiera las cosas que se iban a jugar béisbol a lo que el niño le contestó: "No puedo, he vendido la pelota y los guantes".

Padre: ¿Por cuánto?

Niño: 45 euros

Padre: Has hecho muy mal en vender cosas que yo te he regalado sólo con el fin de sacar dinero. Eso es codicia y has pecado hijo mío. ¡Te voy a llevar a la iglesia para que te confieses!

Fueron a la iglesia y el padre hizo sentar a su hijo en el confesionario y cerró la puerta.

El niño dice: Esto está oscuro.

A lo que el cura contestó: ¡No me j*das otra vez!

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