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Chiste sobre un anciano que rechazó los avances de una joven

Fabricio Ojeda
24 may 2018
22:09

¡Esta es una historia del ingenioso pensamiento de un anciano y de su desconcertante espontaneidad!

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En un bar de Chicago, un anciano tomaba su bebida solo. En ese momento, una hermosa chica se le acercó y se sentó a poca distancia de él.

El hombre encontró a la chica extremadamente atractiva y simplemente no pudo apartar sus ojos de ella. Solo tomó unos momentos antes de que la niña empezó a darse cuenta y decidió aproximársele.

El hombre se inquieta y está a punto de disculparse cuando la muchacha lo miró a los ojos y le dijo en tono seductor.

"Por 100 dólares haré lo que quieras, pero hay otra condición", dijo la joven, mirándolo a los ojos.

Imagen tomada de: Freepik

Imagen tomada de: Freepik

El anciano quedó atónito ante esta oferta y solo podía mirarla con sorpresa.

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Pero la chica luego le explicó que no importaba cuán salvaje, extremo o inusual fuera su deseo, ella estaría lista para complacerlo. Pero él tenía que cumplir su condición.

El anciano, intrigado, le preguntó cuál era su condición.

La niña continuó mirándolo fijamente mientras le decía:

"¡Tienes que decirme tu deseo en solo tres palabras y nada más!"

El hombre estaba sorprendido y se tomó unos momentos para pensarlo bien. Luego, con un brillo en la cara, sacó su billetera y le entregó a la chica diez billetes de $10.

Al mirar sus ojos desorbitados, el anciano le dijo con mucha brevedad: "¡Pintar mi casa!".

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