El marido donó un riñón a la esposa en su 23 aniversario de matrimonio
Un esposo celebrando su 23 aniversario de bodas le dio a su esposa un regalo para salvarle la vida: un riñón.
Con eso, César Calle le obsequió a su esposa Mónica una vida libre del doloroso tratamiento de diálisis, que ella necesitaba para la enfermedad poliquística del riñón por la que había estado luchando durante una década, informó Fox News.
La pareja habló sobre la cirugía de cinco horas durante una conferencia de prensa del Memorial Regional Hospital en Hollywood, Florida, donde se realizó la cirugía el pasado 19 de febrero.
"Me siento como un millón de dólares", dijo Mónica al Sun Sentinel, tres semanas después del trasplante. "Y creo que me veo como un millón de dólares, en comparación con antes".
Imagen tomada de: Youtube/InsideEdition
Mónica, una empleada del Memorial Regional Hospital que programa las cirugías de los pacientes allí, describió su odisea de tres años.
"Tenía mucho dolor, tenía miedo", dijo, "y no sabía si iba a haber un milagro para mí".
"Estoy segura de que muchos de nosotros que estamos en esta situación siempre nos preguntamos: '¿Cuándo está sucediendo nuestro milagro?' Y le digo a todo el mundo: 'Espera, lucha, porque somos guerreros, y tu milagro sucederá'", agregó.
Desinteresadamente, su esposo César se ofreció a donar uno de sus riñones a su esposa, y en diciembre, la pareja se enteró de que ambos órganos eran compatibles.
El Dr. Juan Arenas, cirujano y jefe del Memorial Transplant Institute del hospital, dijo: "Encontrar una pareja entre cónyuges es muy inusual, pero tenemos mucha suerte de que podamos encontrar eso".
Según el Sun Sentinel, César dijo: "Para mí hacer esto, era grande. Me quedé impactado. [Pensé] que no era real, esto no estaba sucediendo".
Mientras celebra su aniversario de bodas, Mónica reflexiona: "Poco sabíamos hace 23 años que este iba a ser el ángel que salvaría mi vida".
"Me sentí como si acabara de ganar la lotería. Empecé a soñar con cómo sería mi futuro, sin tener que hacer diálisis”, dice la mujer de 39 años.
“El hecho de que realmente puedo viajar ahora y no preocuparme por llevar cajas conmigo o provisiones, o preocuparme si se va a perder, me hace sentir tan libre".