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Alejandra Orozco ha perdido más de 40 kilos y ahora se ve casi irreconocible

Confesó que ahora puede hacer muchas cosas que antes no podía.

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Alejandra Orozco, de 35 años de edad, ex concursante de La Voz México hace un año, se sometió a una intervención de bypass gástrico a mediados de 2017, con la que ha logrado bajar más de 40 kilos, y ahora se siente más segura y luce casi irreconocible.

Ella se sometió a esta intervención quirúrgica con el fin de mejorar su salud y físico, pues quería recuperar la confianza como mujer y ser capaz de jugar con su hija.

Después de casi un año de haberse sometido a esa intervención, reveló en entrevista con TV Notas que su vida dio un giro inesperado tras perder peso. Alejandra aseguró que está viviendo una etapa que la hace sentir como una mujer renovada.

“Estoy muy contenta, para mí todo esto ha sido de verdad una segunda oportunidad de vida, ahora soy otra y estoy extremadamente feliz, ya se cumplieron 9 meses del bypass y llevó 42 kilos abajo”, dijo a TV Notas.

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Ella explicó que los médicos le dijeron que la función del bypass es reducir el estómago a un tamaño pequeño, y se hace una re-conexión en el intestino.

Agregó que es una cirugía restrictiva porque la cantidad de comida que se puede ingerir es pequeña, además de que cambia el proceso de absorción de los alimentos.

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Comentó que el primer mes estuvo ingiriendo puros líquidos, el segundo mes papillas y el tercer mes incluyó alimentos blandos.

“Incluía a mi dieta alimentos como si fuera la primera vez y ver si mi organismo los asimilaba y no los rechazaba, por eso es que te menciono que tengo una segunda oportunidad de vida, yo estoy volviendo de cero, estoy aprendiendo a comer”, agregó.

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Alejandra resaltó que no ha sido un proceso fácil y que la ayuda psicológica es necesaria tras practicarse esta operación.

“El rollo de tener una psicóloga me ha ayudado mucho, ahora sé qué detrás de un trastorno alimenticio hay uno emocional, y lo comprobé porque al principio veía la comida por todos lados, y si veía que la gente comía plácidamente me daba coraje. Pero todo es emocional, ahora lo entiendo”.

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También confesó que ahora hace cosas que antes no podía, cosas simples como cruzar las piernas, caber perfectamente en los asientos de un avión, no tener miedo a la hora de sentarse en una silla de plástico y que se rompa.

“Correr, andar en patines, jugar con mi hija, de verdad me siento otra persona, ahora veo las fotos de antes y sí se me salen las lágrimas, y me pregunto ¡en qué momento me descuidé tanto!, pero ahora me da gusto recuperarme, ahora me veo en el espejo y me gusta lo que veo, me siento más segura, radiante y realizada”.

Cuando le preguntaron qué mensaje tiene para las mujeres que sufren de algún tipo de sobrepeso, ella contestó que principalmente se trata de un tema de salud.

“Siempre lo he dicho y lo seguiré diciendo, el valor de una mujer no es por su talla o su peso, yo sigo apoyando y defendiendo a mis gordibuenas, pero sí me siento mucho mejor que antes”.

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