Padres planifican el funeral de niña de 10 años con enfermedad terminal, pero hoy está llena de vida
Patty y Joe Furco pensaron que iban a perder a su hija, que tenía diez años y comenzaron a hacer planes para su funeral. Para su sorpresa, ella fue sanada milagrosamente.
En 2016, Abby estaba muy enferma y los médicos le dijeron a sus padres que se prepararan, ya que no iba a durar mucho tiempo. La familia estaba devastada, pero se aseguraron de que Abby se sintiera amada hasta el final.
Aunque, todos se sorprendieron cuando la niña comenzó a recuperarse por sí misma. Incluso los doctores no pudieron explicar la razón detrás de esto.
Actualmente, Abby está ocupada viviendo su vida al máximo y esperando el futuro.
A Abby le diagnosticaron leucemia linfoblástica aguda con cromosoma positivo en Filadelfia en 2011. Tenía solo cuatro años en ese momento. Los doctores dijeron que solo tenía un 20 por ciento de posibilidades de vivir.
En los siguientes seis años, la familia de Abby, incluidos su madre, su padre y sus hermanos Maggie, de 13 años, y Emily, de 6, pasaron la mayor parte del tiempo en hospitales.
En esos tiempos, Abby tuvo un trasplante de médula ósea, quimioterapia intensa y tratamientos de radiación, así como un medicamento de prueba.
Conoce la historia de Abby con este video.
"La mantuvimos rodeada de amor porque sabíamos en cualquier momento que podíamos perderla", le dijo Patty a People.
Para octubre de 2013, Abby se había recuperado y había disfrutado de un año completo libre de cáncer. Se entregó a lo que hacen los niños de su edad e incluso volvió a la escuela.
Lamentablemente, el cáncer regresó en septiembre de 2014. Se volvió más difícil de llevar para la familia la segunda vez. Tuvieron que mudarse de Virginia a Chicago para estar más cerca del hospital de Abby.
Patty mantuvo a sus amigos y familiares al tanto de la condición de Abby con sus publicaciones en Facebook.La condición de Abby siguió empeorando.
Sus riñones comenzaron a fallar en mayo de 2016 y los médicos ya le habían dicho a la familia que solo tendría 48 horas de vida si le quitaban la diálisis.
Según Patty, los doctores les dijeron que era hora de dejar ir a Abby ya que solo estaba despierta durante aproximadamente una hora cada día en ese momento.
Patty reveló que comenzaron a prepararse para su muerte e hicieron arreglos funerarios. En junio de 2016, llevaron a Abby a Virginia para estar cerca de sus amigos y familiares. Todos se despidieron, incluso sus abuelos fueron a verla por última vez.
Mientras se preparaban para lo peor, sucedió un milagro. Abby se despertó sola. Patty compartió que no podían creerlo y se sorprendieron de cómo Abby se recuperó rápidamente.
En unos meses, ella fue capaz de caminar por su cuenta y se estaba volviendo más fuerte.
El Dr. Jacob Wessler, hematólogo y oncólogo pediátrico de Abby, dijo que no había forma de explicar la recuperación repentina de la niña.
Aunque, señaló que la voluntad de vivir de Abby fue una gran contribución a su rápida curación.